La segunda reducción consecutiva en la tasa de política monetaria (TPM), decretada por la Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR), la noche del jueves 20 de abril, envía nuevas señales a los deudores en colones sobre el comportamiento de sus créditos en próximos meses.
En esta ocasión, la autoridad monetaria realizó un ajuste a la baja de un punto porcentual (p. p.), para ubicar su tasa de política monetaria en 7,50%, nivel que rige desde este viernes. Ya el 15 de marzo anterior habían acordado una reducción, pero esta fue de 0,50 p. p.
De esta segunda reducción se desprenden, al menos, tres mensajes para los deudores en colones. Para comenzar, el contexto inflacionario, tanto en lo observado como en las expectativas, es más favorable, así que en el futuro pueden ocurrir nuevas reducciones en la tasa de política monetaria.
Un segundo aspecto es que los deudores pueden esperar una reducción de la tasa de interés de sus préstamos en colones siempre y cuando el interés sea ajustable, aunque el proceso será gradual. Finalmente, están las condiciones contractuales de cada crédito, que determina si las cuotas son ajustables, así como la velocidad con la que esto ocurre.
La decisión más reciente se tomó después de que la inflación registrara, en marzo anterior, una nueva disminución. La variación interanual del Índice de Precios al Consumidor, calculado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) fue de 4,42%. Dicho resultado se acerca al rango meta inflacionario del BCCR, de entre 2% y 4%.
Maurilio Aguilar, director general del Banco Popular, aseguró que esta nueva reducción envía un mensaje potente, que consolida la percepción que tienen los mercados financieros de transición de una política monetaria restrictiva a una más flexible.
Los ajustes en la tasa de política monetaria son importantes porque tienen impacto en el resto de tasas de interés del mercado, tanto de ahorros como de créditos, entre ellas la tasa básica pasiva.
Contexto más favorable
En el último año, los deudores en colones con créditos ligados a indicadores como la tasa básica o a la tasa de referencia interbancaria (TRI) han experimentado aumentos sostenidos en sus cuotas, debido a que esas tasas de referencia se duplicaron como consecuencia de los ajustes de política monetaria.
La primera señal que brinda esta segunda reducción consecutiva en la tasa de política monetaria es la de un contexto inflacionario más favorable de cara a las siguientes revisiones, pues la inflación y las expectativas de inflación registradas en las encuestas del Banco Central mantienen un comportamiento decreciente.
Gabriel Alpízar Chávez, gerente de Tesorería del Banco de Costa Rica (BCR), manifestó que este comportamiento es lo que le ha permitido a la Junta Directiva del Banco Central realizar una disminución de su tasa de política monetaria en las últimas dos sesiones.
“Si esto sigue manteniéndose en niveles que para el Banco Central son favorables, en el corredor que definió de largo plazo (entre 2% y 4% de inflación), no me cabe duda que el comportamiento de la Junta Directiva con respecto a la política monetaria va a ser hacia la baja”, mencionó Alpízar.
Según Melvin Garita, gerente de BN Valores del Banco Nacional, estos dos ajustes a la baja que realizó el Banco Central dan una claridad mayor sobre el haber alcanzado los niveles máximos en la tasa de política monetaria en este ciclo reciente de ajustes al alza.
Sin embargo, señaló que las expectativas sobre cuántos recortes más van a ocurrir en las próximas reuniones y la magnitud de estos aún se mantienen, ya que la inflación local y de otras economías, como la estadounidense, todavía se encuentra fuera de los rangos meta de las respectivas autoridades monetarias.
“Eso forma parte de esas dudas razonables con las que tiene que lidiar el Banco Central, claramente en la próxima reunión vamos a tener otras lecturas de inflación; sin embargo, lo que deberíamos todos de tener claro, es que se espera que las tasas sigan disminuyendo, el tema es a qué ritmo lo va a estar haciendo el Banco Central”, explicó Garita.
Beneficio importante, pero no inmediato
El segundo aspecto relevante en relación con el ajuste a la baja en la tasa de política monetaria es que representa un beneficio importante para los deudores en colones debido a la reducción en las tasas de interés de sus préstamos, aunque esta impacto no es inmediato.
“Las tasas de política monetaria tienen rezago en su aplicación, o sea, lo que nosotros hoy estamos viviendo es lo que pasó en los incrementos de hace meses. En lo que respecta a la tasa básica pasiva, sí va a haber una disminución, pero no tan agresiva ni en la misma magnitud, hay que tener paciencia, es un indicador que se mueve lento”, aseguró Alpízar.
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Garita explicó que, en términos sencillos, la TPM es la tasa de interés que le cobra el Banco Central a los intermediarios financieros por prestarles dinero, o la tasa a la que la autoridad le recibe el dinero a esas entidades en sus depósitos, por lo que es un indicador de muy corto plazo, a diferencia de las tasas de interés del mercado.
Mientras que tasas como la TRI reflejan los costos de captación de los bancos desde una semana hasta cinco años, aunque las entidades financieras suelen utilizar la referencia de seis meses para los créditos en colones. En el caso de la TBP, es el promedio de la captación a todos los plazos.
“Eso (el rezago) va a depender de la rapidez en que los bancos, cooperativas, mutuales, financieras y otros participantes empiecen a disminuir las tasas que le reconocen a las personas que les depositan su dinero”, manifestó el gerente de BN Valores.
Ajustes graduales
Ante este panorama, la disminución en las tasas de interés de los créditos en moneda nacional ocurrirá de manera gradual, ya que ese rezago entre la tasa de política monetaria y los indicadores para los préstamos provoca un atraso en el cálculo para fijar las tasas crediticias.
“La disminución va a depender mucho de esas disminuciones que siga haciendo el Banco Central. Lo que podemos decir es que la tasa básica pasiva o la tasa TRI podrían bajar en los próximos meses un porcentaje similar a los 150 puntos base que disminuyó el Banco Central”, comentó Garita.
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De acuerdo con Alpízar, los ajustes dosificados y más modestos en los indicadores de referencia para los créditos podrían empezar a percibirse en este segundo semestre del 2023, aunque el impacto pleno de las reducciones se dilataría más y estaría llegando a los deudores en un plazo de seis a ocho meses.
Por su parte, Aguilar también mencionó que es de esperar que la tasa básica comience a descender, siguiendo la misma dirección que la TPM, aunque recordó que, por un tema metodológico, este indicador tiene una dinámica muy lenta en su comportamiento.
Dos ritmos
Un tercer factor que deben considerar los deudores en colones es que, si la tendencia a la baja en las tasas se mantiene, el reflejo de estas reducciones en sus cuotas de los préstamos puede ser más lento o más rápido, según las condiciones contractuales del crédito.
El gerente de BN Valores explicó que es importante que las personas revisen los contratos que firmaron, pues hay algunos créditos en los que la fijación de la tasa de interés es mensualmente, otros trimestralmente o semestralmente, o incluso con plazos más amplios.
“En periodos de disminuciones, o que se esperan disminuciones de tasas, pues definitivamente las personas que tienen contratos en que esa tasa se revisa en una periodicidad más corta, se van a ver beneficiados de esas actualizaciones de tasas más rápido”, agregó Garita.
Ante el aumento sostenido en las cuotas de los créditos en colones ligados a estos indicadores, el gerente de Tesorería del BCR indicó que la institución ha implementado estrategias para ofrecerle a sus clientes tasas fijas, con el propósito de reducir la incertidumbre en los deudores y evitar la morosidad.
Lo mismo sucede en el Banco Nacional, que también ha desplegado políticas de acompañamiento tomando en cuenta el estrujamiento que han tenido los presupuestos de las familias y de las empresas que poseen un crédito, para así evitar problemas de mora.