La Junta Directiva de la CCSS aprobó someter a consulta pública, en los siguientes tres meses, tres planes para dar sostenibilidad al régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
Esta reforma traería ajustes sustanciales en el porcentaje de cotización de trabajadores-patronos-Estado, las edades de retiro y el monto final que recibiría el jubilado.
Los cambios van desde elevar la cotización tripartita al fondo desde el 10,66% actual hasta 15,16%; unificar el monto de la jubilación para que sea equivalente al 45% del salario para todos los nuevos pensionados, mientras que en la actualidad es del 52%.
Las iniciativas también plantean un aumento en la edad de retiro anticipado cuando se cumple con las cuotas. Actualmente, las mujeres se jubilan a los 60 años y los hombres a los 62. La propuesta sugiere que ellas lo hagan a los 63 y ellos a los 64.
Pero va más allá, pues incluso plantea eliminar el retiro anticipado y dejar la edad de jubilación en 65 años para todos los trabajadores.
Todo esto aparece en las tres propuestas de modificaciones integradas en el Informe de Planes de Fortalecimiento del Seguro de IVM, aprobado por los directivos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la noche de este lunes 10 de agosto, y del cual tiene copia La Nación.
El objetivo final del estudio es alargar la vida de la reserva del fondo de jubilaciones a una fecha entre el 2050 y 2053. El último estudio actuarial del IVM, de julio del 2019, prevé que la reserva del fondo se agote en el 2037.
El documento que se enviará a consulta propone modificar, con diferente gradualidad, los requisitos para obtener la jubilación, la fórmula de calcular la pensión y los aportes al régimen.
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El documento irá a consulta pública por un plazo de tres meses y volverá a la Directiva de la Caja, en noviembre, para la toma de una decisión final.
Los cambios comenzarán a regir, en el caso de su aprobación, 18 meses después de que la Junta los ratifique. Es decir, habrá un plazo de un año y medio en que las actuales condiciones se mantendrán en vigencia.
Decisiones en manos de Junta Directiva
Las iniciativas prevén reducir el monto del déficit actuarial; pero no lo eliminan.
En la actualidad, el régimen tiene un hueco de ¢100 billones, es decir, tres veces la producción del país. Con la reforma se ubicaría entre los ¢66,4 billones y los ¢54,6 billones.
Jaime Barrantes, gerente de Pensiones de la Caja, confirmó que las propuestas de reforma se centran solo en las variables que la institución puede modificar como administrador del régimen (no se requiere tramitar proyectos de ley).
También reconoció que las tres iniciativas reducen el monto de pensión de los futuros jubilados, elevan los años de cotización para algunos trabajadores y los aportes al fondo.
“Como país debemos ir viendo la tasa de reemplazo (monto de pensión) como la suma de lo que dará el IVM más el ROP (Régimen Obligatorio de Pensiones). Precisamente, el ROP es el complemento para mantener el monto de pensión, recalcó Barrantes.
Para José Luis Loría, directivo de la CCSS, los cambios que modifican el monto de la pensión sí tendrán un impacto en los trabajadores.
“En los escenarios que nos llevaron, que modifican el cálculo de la pensión, todo mundo sale afectado (...). Yo los entiendo, el estudio es muy bueno, que busca garantizar la solvencia del régimen. Se discute cuánto paga la gente en su vida laboral y cuánto está recibiendo”, contó Loría.
El informe no plantea una redistribución de las aportes patronales tal como lo propuso la Superintendencia de Pensiones (Supén), en julio anterior, a la Junta Directiva de la CCSS.
El IVM es el principal fondo de pensiones de Costa Rica para el cual cotizan 1,4 millones de trabajadores. Cuenta con 294.250 jubilados y una reserva de ¢2,9 billones, según los estados financieros a junio.
La crisis económica provocada por el coronavirus hizo que el sistema perdiera 100.000 cotizantes en cuatro meses y que la institución deba usar los ¢200.000 millones previstos de ganancias de la inversión de la reserva para llenar el faltante en el pago de las pensiones de todos los beneficiarios.
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Propuesta en detalle
Las propuestas de reforma fueron elaboradas por un grupo interno especializado, creado por la Junta Directiva.
Este fue liderado por Jaime Barrantes, gerente de Pensiones; Luis Diego Calderón, gerente Financiero; y el actuario Ronald Cartín, asesor de la Presidencia Ejecutiva de la Caja.
El Plan 1 propone solo eliminar el retiro anticipado y unificar la edad de pensión de hombres y mujeres a los 65 años, con un mínimo de 300 cuotas. La fórmula de cálculo de la pensión y la contribución no se modifican.
Con este cambio, la previsión actuarial es que la reserva del IVM tenga sostenibilidad hasta el 2052 y el déficit pase de los ¢100 billones a los ¢54,6 billones.
En el caso del Plan 2, la iniciativa plantea modificar la edad de retiro, la fórmula de cálculo y la cotización al régimen.
“Consiste en aumentar dos años la posibilidad de anticipar la edad de retiro, pero dejando la edad normal de retiro en 65 años. Con lo anterior, los hombres podrían pensionarse a partir de los 64 años y las mujeres a partir de los 62 años”, detalla la propuesta.
Para la cuantía de la pensión, la iniciativa prevé solo tres rangos de beneficio, equivalentes al 50%, 45% y 40% del salario de referencia.
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La forma de calcular este salario también cambia, pues se calcularía tomando en cuenta todos los sueldos del trabajador y no los últimos 240 reportados a la institución.
“En el caso de la dimensión de aportes reglamentarios, consiste en continuar el incremento de 0,5 puntos porcentuales cada tres años después del año 2029 hasta alcanzar una prima total de 15,16% en el año 2047”, se explica en el plan.
De aprobarse todas estas modificaciones, el agotamiento de la reserva sería en el 2050, en vez del 2037. En el caso del déficit, este se ubicaría en ¢66,4 billones.
El Plan 3 prevé suprimir la pensión anticipada en los hombres, quienes se podrán jubilar solo a los 65 años. En el caso de las mujeres se mantendría pero pasa de 59 años a 63 años.
Para el cálculo del monto de pensión, se propone que todos los jubilados reciban una dotación equivalente al 45% del salario de referencia, independientemente del nivel salarial de la persona.
Además, este sueldo se calculará con base en toda la vida laboral del trabajador y no los últimos 240 sueldos.
La contribución del trabajador, patrono y el Estado también se elevaría para llegar al 15,16%, en el 2047.
“Por último, la aplicación de dicha medida entrará a regir luego de transcurridos 18 meses indicados por la Sala Constitucional; y una segunda opción de aplicación de la reforma solamente a aquellos asegurados que actualmente tienen una edad menor a 57 años”, destaca el informe de la institución autónoma.
Esta propuesta es la que extendería más la vida de la reserva pues la llevaría hasta el 2053. En el caso del déficit actuarial, lo ubica en ¢56,3 billones.
En los tres planteamientos que irán a consulta, la institución autónoma mantuvo el mismo beneficio de postergación de 0,1333% por cada mes adicional, por encima de las 300 cotizaciones, en que el trabajador retrase su jubilación.
Caja promueve una consulta pública expedita
Las tres propuestas de reforma del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) irán a una consulta pública rápida en los sectores que tienen representación en la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
De esta manera, la Gerencia de Pensiones enviará el Informe de Planes de Fortalecimiento del Seguro de IVM al Gobierno, el sector empresarial, sector sindical, cooperativismo y movimiento solidarista.
El documento contiene tres escenarios de cambios cuyo objetivo es fortalecer el régimen para alargar su sostenbilidad y reducir el déficit actuarial.
En las condiciones actuales, la reserva del IVM se agota en el 2037 y tiene un déficit de ¢100 billones.
Jaime Barrantes, gerente de Pensiones, confirmó que la Directiva de la Caja aprobó, en esta ocasión, enviar a consulta las propuestas de reforma por un plazo de tres meses y tomar una decisión en noviembre.
“La Junta nos está instruyendo hacer un proceso de comunicación a los sectores representados por la Junta de los tres planes de fortalecimiento que se valoran. Entonces vamos a informar de qué se tratan estos tres planes, el impacto que tienen y la necesidad que tiene el IVM”, explicó Barrantes.
Destacó que, en esta ocasión, se delimitan los sectores a los cuales se tomarán en cuenta en el proceso de reforma, pues solo se brindó un plazo de 90 días.
“Sería materialmente imposible que nosotros en tres meses recibamos, procesemos y analicemos a todo el que quiera opinar. Por eso se hace de conocimiento a los grupos representados en la Junta”, dijo Barrantes.
Detalló que las respuestas recibidas serán analizadas y se presentarán a la Junta Directiva, luego del periodo de consulta de tres meses.
La idea inicial del proceso es que la Directiva apruebe alguna de las tres propuestas, pero dicha situación se determinará en el momento de la discusión en la Junta, incluso si se hace una combinación de las medidas planteadas, manifestó el funcionario.
En los últimos procesos de reforma al IVM, en el 2005 y 2017, la Caja convocó una mesa de diálogo nacional con representantes de múltiples miembros de la sociedad.