Algunos salvadoreños envían dinero cada dos semanas y otros lo hacen una vez al mes, salvo que haya alguna emergencia o imprevisto. En septiembre entrará en vigencia la ley para el uso de bitcóin como moneda de curso legal en El Salvador.
La medida, aprobada y publicada en el Diario Oficial en tiempo récord, ha generado muchas reacciones, tanto en el país como afuera del territorio salvadoreño.
El presidente Nayib Bukele aseveró que el uso de esta criptomoneda facilitará el envío de las remesas al país. Sin embargo, muchos salvadoreños que viven en Estados Unidos y que envían remesas a El Salvador no están de acuerdo con usar el bitcóin como moneda de intercambio para sus remesas.
A esto se suma que expertos en el tema económico y político señalan que la aprobación de ley del bitcóin y el uso de esta criptomoneda no va a generar un crecimiento económico en el país. Estos expertos apuntan a que esta acción beneficia única y exclusivamente a los dueños de compañías como ZAP Solutions, de Jack Mellers, enfocadas en el desarrollo de las criptomonedas.
La Prensa Gráfica consultó a varios salvadoreños del área de Washington, Virginia, Maryland y California sobre el envío de dinero mediante transacciones en línea, que tienen como principal herramienta el uso del bitcóin. Además, hizo un ejercicio sobre el envío de dinero mediante las empresas intermediarias para determinar si en realidad es complicado.
De acuerdo con datos del Banco Central de Reserva, en 2020 El Salvador recibió $5,918.6 millones en remesas enviadas desde el exterior. Estados Unidos es el país desde donde los salvadoreños envían más remesas.
De ahí sale más del 70 % del total enviado y el año pasado, en medio de la pandemia, se registró un aumento del 23 % en las transacciones de remesas hacia El Salvador provenientes del territorio estadounidense. Incluso entre los partidarios de Bukele, las reacciones de los salvadoreños consultados fueron en contra del uso de la criptomoneda y del uso de sus remesas como bien de intercambio ante el bitcóin.
“Yo apoyo al presidente y estoy de acuerdo en muchas cosas que ha hecho, pero aquí en esto sí no estoy de acuerdo. Primero porque no pueden venir a obligarnos a que mandemos el dinero para nuestras familias como ellos quieren, es nuestro dinero; y segundo porque aquí (Estados Unidos) tampoco sabemos como funciona eso del bitcóin”, dijo Marcos Santamaría.
“Apoyé al presidente Bukele, pero hoy creo que se equivocó. Yo no voy a usar eso (bitcóin). Los que mandamos dinero a El Salvador, tenemos a nuestros papás que lo reciben que ya están señores, que han tenido que aprender a usar el teléfono cuando hacemos video llamadas y que sabemos que no van a entender eso de recibir dinero por el teléfono y menos de hacer un cambio de moneda”, opinó Alejandro Molina. “Acabo de regresar de El Salvador y me vine admirada.
Muchas cosas están más caras y yo me preguntó cómo hace nuestra gente para sobrevivir, los que no tienen remesas, y cómo van a usar ellos esa moneda. Esto no está bien”, señaló Alcira Martínez.
“Mi familia, la que está allá y la que está aquí, y yo, apoyamos al presidente, pero en esto no lo apoyamos. Nosotros no sabemos cómo funciona eso del bitcóin aquí, yo no lo entiendo y ya hemos hablado hasta de sacar los ahorritos que tenemos allá en El Salvador del banco, porque no queremos que les vaya a pasar nada”, dijo José Guillén.
Envío de remesas
¿Cómo envían dinero los salvadoreños? Normalmente envían dinero a sus familiares por los intermediarios establecidos en la zona. Las opciones son varias.
Hay casas de cambio que ofrecen el servicio, en algunos establecimientos se encuentran a la vez entre tres y cuatro opciones de intermediarios y hay establecimientos de las compañías intermediarias por separado.
Algunos lo hacen cada dos semanas y otros lo hacen una vez al mes, salvo que la familia en El Salvador tenga alguna emergencia, algún imprevisto o en épocas festivas. Si es la primera vez que enviará dinero, la persona remitente deja sus datos: nombre, dirección o número de código postal, número de teléfono y los datos de la persona que recibe el envío.
Los que regularmente envían dinero desde el mismo lugar o con el mismo intermediario, solo dan su número de teléfono para iniciar la transacción.
“Tengo como 10 años de enviar dinero desde aquí, a veces paso antes de entrar al trabajo y me gusta porque vengo y de un solo, como ya me conocen, no tengo que hacer más que dar mi número de celular”, dijo Andrés, un salvadoreño que envía remesas.
El procedimiento es el mismo para los que tienen un número de identificación tributaria o “social number”, un documento que se obtiene solo con un permiso o autorización de trabajo legítimo en el país.
También funciona igual para los que no tienen identificación o permiso de trabajo legal y es el mismo procedimiento para las personas que tienen o no una cuenta bancaria. Los envíos de dinero mediante las compañías intermediarias también se pueden hacer a través de aplicaciones en línea o en el celular, donde se vincula una cuenta bancaria o tarjeta de débito. Pero la mayoría de los salvadoreños prefieren la forma convencional para enviar sus remesas.
“Yo prefiero ir al lugar donde siempre voy. Nunca he mandado dinero por el teléfono. ¿Es seguro? Desconfío de hacerlo en el celular y no sé cómo se hace”, dijo Juan Mendoza.
Enviar dinero mediante una aplicación de cualquiera de las empresas establecidas requiere de paciencia y de práctica. La transacción no puede completarse si no se tiene una cuenta bancaria vinculada con la compañía que ofrece el servicio. Pero no se trata únicamente de vincular una cuenta bancaria en línea.
Primero, para abrir la cuenta bancaria, hay que tener un número tributario legítimo. Marcos, que trabaja como ayudante de cocina desde que llegó, no lo tiene porque posee documentos legales. El uso de las criptomonedas no es popular entre la comunidad salvadoreña que envía remesas al país, como tampoco lo es entre la comunidad latina que trabaja limpiando casas u oficinas, en restaurantes, o en trabajos no relacionados al comercio o la economía.
Algunas aplicaciones para principiantes que se deciden a invertir en las criptomonedas requieren un proceso un poco tedioso para registrarse, que puede durar entre 20 y 30 minutos y que puede verse frustrado si la persona interesada no tiene un estatus migratorio legal en Estados Unidos y si no posee “social number”.
Una vez llenos todos los requisitos y los datos, los usuarios deben seleccionar un plan de inversión, que puede iniciar con $1 o $3 mensuales. Finalmente, los usuarios deben vincular una cuenta bancaria o una tarjeta de crédito de donde cada mes se hace el cobro del plan seleccionado. La inversión varía según el cambio y la fluctuación de la criptomoneda.
Millones de usuarios
Bukele dijo en Twitter que la aprobación de la ley que permite el uso de bitcóin como moneda legal en el país sumará más de 10 millones de potenciales usuarios en la red bitcóin, que serán salvadoreños que envían remesas al país. Sin embargo, algunos expertos señalan que será muy difícil convencer a los salvadoreños de cambiar la forma en la que envían dinero al país.
El bitcoin no es una moneda de curso legal en Estados Unidos. El economista Geovany Delfino, de Washington D.C., explica que hay riesgos que deben considerar, entre ellos la posibilidad de perder todo el dinero que se invierte en criptomoneda. El economista señala que no es cierto que la economía de un país crece con el uso de las criptomonedas.
“Esto es incierto. Con la aprobación de la ley puede que mucha gente en El Salvador quiera comprar esta criptomoneda, pero si mañana cae el valor, toda la gente va a perder todo lo invertido, los pobres se pueden hacer más pobres.
Además, se creía que las criptomonedas y las billeteras electrónicas no eran jaqueables, pero sí lo son y ese es peligro de usar las remesas”, dice el economista. Delfino señala también que, para enviar una remesa mediante la criptomoneda, se tendrá que hacer uso de una empresa intermediaria, como se hace actualmente, pues habrá una transacción para comprar la moneda en Estados Unidos y otra transacción para convertir la moneda a dólar en El Salvador.
“Las criptomonedas se crean para distintos servicios, para envíos de dinero por ejemplo desde Estados Unidos a El Salvador. Pero tiene que haber una cantidad de bitcóin en Estados Unidos y una cantidad igual en El Salvador.
Por ejemplo, en Estados Unidos se pagan $100 para hacer una transacción directa hacia El Salvador, pero como no estamos hablando de dinero real, se compran las monedas y luego el que recibe hace otra transacción para transformar el bitcóin a dólar”, explica el economista.
La teoría del gobierno salvadoreño, que señala que la legalización del bitcóin atraerá inversiones para el país, es desvirtuada por especialistas. El uso de bitcóin atrae a quienes usan las criptomonedas o a quienes están desarrollando sus aplicaciones o empresas para el uso de esta moneda, pero no al inversionista que ponen su dinero a trabajar en un país, afirman.
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