La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) anunció, este miércoles 27 de julio, la cuarta alza consecutiva de sus tasas de interés, en 0,75 puntos porcentuales (p. p.), para llevarlas a un rango entre 2,25% y 2,50%, desde el 1,5% y 1,75% anterior. Además, prevé continuar este movimiento ante una inflación que sigue alta y fue de 9,1% en junio pasado.
“Los recientes indicadores de gastos (de consumo) y producción se moderaron. Pero la creación de empleo siguió robusta en los últimos meses, y la tasa de desempleo sigue baja”, resumió la entidad monetaria al anunciar su decisión sobre los tipos de interés, en un comunicado publicado al final de la reunión de su Comité de Política Monetaria (FOMC), iniciada este martes.
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Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, afirmó este miércoles, en conferencia de prensa, que el organismo podría anunciar otra alza de tasas “inusualmente grande” en su próxima reunión, ante una inflación que es “demasiado alta”.
En el comunicado de prensa, la FED advirtió de que el conflicto bélico ente Rusia y Ucrania causa tremendas dificultades humanas y económicas. “La guerra y los eventos relacionados están creando una presión alcista adicional sobre la inflación y están pesando sobre la actividad económica mundial. El Comité está muy atento a los riesgos de inflación”, se destacó el órgano.
“El Comité continuará monitoreando las implicaciones de la información entrante para el panorama económico. El Comité estaría preparado para ajustar la postura de la política monetaria según corresponda si surgen riesgos que podrían impedir el logro de los objetivos”, argumentó la Reserva Federal en su comunicado.
La decisión fue adoptada unánimemente por los 12 integrantes del Comité con derecho a voto, en una reunión que, por primera vez desde 2013, tuvo a todos los miembros de este organismo de la FED reunidos, sin faltas.
Tendencias
La de este miércoles es la cuarta alza consecutiva de las tasas directrices del organismo: un cuarto de punto fue lo que subieron en marzo, medio punto en mayo, y tres cuartos de punto porcentual en junio, hasta entonces el mayor incremento desde 1994.
Hace dos años, para enfrentar la pandemia, la FED llevó sus tasas prácticamente a cero para fomentar el consumo y la inversión. Ahora, busca el efecto opuesto: enfriar una poco la economía para mitigar las presiones inflacionarias.
El FOMC “anticipa que nuevos incrementos de tasas directrices serán apropiados”, precisa el comunicado, en el que señala que el organismo permanece “muy atento” a los riesgos inflacionarios.
Riesgo de recesión
En tanto, el mercado de trabajo se mantiene fuerte, la demanda de los consumidores no ha caído drásticamente y las encuestas muestran que las expectativas de inflación para los meses venideros han comenzado a bajar.
Los responsables de la política monetaria quieren un “aterrizaje suave”, que frene la inflación sin provocar una recesión, pero los economistas advierten de que el camino para lograrlo se estrecha y que sería fácil excederse de ser muy agresivo el ajuste de tipos de interés.
La FED hace un delicado equilibrio para tratar de contener la inflación, y al mismo tiempo no llevar a la mayor economía mundial a una recesión.
Para Powell, la economía estadounidense puede evitar ese escenario recesivo, moderando la inflación y “manteniendo a la vez un mercado laboral sólido”.
El producto interno bruto (PIB) del primer trimestre se contrajo 1,6%, y se prevé que el jueves se publique la primera lectura del periodo abril-junio con un crecimiento modesto, pero muchos economistas esperan un retroceso.