Washington (AFP). La Reserva Federal (la FED) de Estados Unidos abre el martes 30 de enero su última reunión de política monetaria correspondiente a la presidencia de Janet Yellen y los agentes económicos esperan pistas sobre cómo se manejará la entidad en el 2018.
Para los mercados, hay 95% de posibilidades de que esa reunión, que concluirá el miércoles, mantenga sin cambios las tasas de interés que actualmente están en un rango de entre 1,25% y 1,50%.
Sin embargo, varios miembros con derecho a voto han ingresado al comité de política monetaria (FOMC, por sus siglas en inglés) y podrían posicionarse este año del lado de los que quieren acelerar el ritmo de aumento de las tasas de interés, estiman analistas.
Jerome Powell, el relevo de Yellen escogido por el presidente Donald Trump, es un moderado en materia de política monetaria y asumirá funciones después del 3 de febrero.
Con una economía relativamente dinámica y los estímulos de las reducciones de impuestos, Powell podría justificar inclinarse por los “halcones”, en el 2018”, afirmó ante la AFP la economista Diane Swonk.
LEA MÁS: Reserva Federal de EE. UU. eleva tasas de interés en un cuarto de punto porcentual
Se denomina “halcón” a los miembros del comité de política monetaria que favorecen tasas más altas para controlar la inflación.
Swonk estimó que este año la FED dispondrá cuatro aumentos de las tasas de un cuarto de punto porcentual cada uno.
Tim Duy, especialista de la FED y profesor de economía de la Universidad de Oregon, cree en cambio que bastará con solo tres alzas.
“La inflación sigue baja e incluso si supera la meta de 2%, la FED no debería reaccionar de más”, explicó.
Lectura cuidadosa
El comunicado que el comité de política monetaria divulgará el miércoles será escrutado por el mercado para desentrañar si los miembros de la Reserva dan señales de que harán cambios en el sesgo monetario en la reunión siguiente, programada para marzo.
“Puede ser que digan algo sobre una revisión del alza del crecimiento económico o que insistan en la vigilancia de la inflación”, según el economista independiente Joel Naroff, quien considera que esto podría ser interpretado como que darán algún paso en marzo.
La economía de Estados Unidos tiene buen semblante. La tasa de desempleo de 4,1% es la menor en 17 años y el ritmo de crecimiento se acelera. En el 2017 el crecimiento fue de 2,3% contra 1,5% del año anterior.
No obstante, desde hace seis años, la inflación es de 1,8% y sigue debajo de la meta de 2% de la FED, lo cual comienza a preocupar tanto a miembros de la entidad como a economistas. Temen que en caso de recesión, el banco central estadounidense no tenga margen de maniobra para bajar las tasas y dinamizar la actividad.
Normalmente, ante una recesión, las tasas bajan cinco puntos porcentuales, para estimular a la economía, explicó Joseph Gagnon, de Instituto Peterson de Economía Internacional. “Pero como ahora las tasas están en 1,5%, caerían a -3,5% y eso no es posible. Están realmente preocupados por la falta de maniobra siendo que una recesión siempre es posible”, comentó.
La solución sería cambiar el marco de la política monetaria y permitirse más flexibilidad aumentando, tal vez a 4%, la meta de inflación, o admitir una banda más amplia para la flotación de los precios, apunta Gregory Daco de Oxford Economics.
El debate está en curso pero la decisión está lejos de ser inminente. “La meta no se modificará inmediatamente. Es un discusión muy discreta para la FED”, añade por su lado, Gagnon.