El Gobierno Central reportó un superávit primario del 0,7% del producto interno bruto (PIB) durante los primeros cinco meses de este año, equivalente a ¢319.437 millones. Esto implica que los ingresos superaron los gastos sin tomar en cuenta el pago del servicio de la deuda. El resultado significó una baja respecto al mismo periodo del 2023, cuando el exceso primario fue equivalente al 1,1% de la producción, es decir, ¢497.473 millones.
El resultado, anunciado por el Ministerio de Hacienda este martes, se da al mismo tiempo que los ingresos tributarios se reducen tanto como porcentaje del PIB como de forma nominal. De hecho, la entidad pública confirmó, en un comunicado de prensa, que el principal retroceso ocurre en la recaudación del impuesto sobre la renta.
Por otra parte, el balance financiero, que sí incluye el gasto en intereses, fue de -1,3% del PIB. Esto muestra una desmejora de 0,5 puntos porcentuales (p.p.) del PIB frente al mismo periodo del año pasado. El déficit fiscal a mayo anterior equivale a ¢659.300 millones.
El Ministerio de Hacienda señaló que los ingresos totales del Gobierno a mayo fueron de ¢3.046.556 millones. Aunque aumentaron en ¢26.806 millones frente al acumulado a mayo del 2023, estos cayeron en 0,2 p.p. como porcentaje de la producción.
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Los ingresos tributarios también mostraron un decrecimiento de 0,2% del PIB por debajo de lo presentado en el mismo período del año anterior. La cartera atribuyó este comportamiento a una menor recaudación en el impuesto sobre los ingresos y utilidades, específicamente de las personas jurídicas, además de una caída en lo recolectado por el impuesto a la propiedad de vehículos.
Nogui Acosta, ministro de Hacienda, destacó que el control del gasto será importante en los próximos meses, dado el panorama poco favorable en los ingresos tributarios, según se demuestra en las cifras fiscales. Los ingresos totales presentaron su cifra más baja como porcentaje del PIB desde 2020, mientras que los ingresos tributarios igualaron el menor valor desde 2021.
Estos resultados financieros van de la mano con un aumento en el gasto total del Gobierno, que se situó en 7,6% del PIB frente al 7,3% en el que se ubicó a mayo del 2023. En ese período, el pago de intereses de la deuda alcanzó ¢978.738 millones, lo que equivale a 2% del PIB. Esto 0,1 p.p. de la producción más que el año anterior. Del total pagado a mayo, el 76,4% correspondió a intereses de deuda interna, mientras que el restante 23,6% fue destinado a deuda externa.
Sin embargo, no solo el gasto total del Gobierno se elevó, sino que también lo hizo el egreso primario, que no incluye el pago de intereses. Este ascendió a ¢2.727.118 millones y creció en 0,2 p.p. del PIB, tras pasar de 5,4% en 2023 a 5,6% en este período. Hacienda señaló que el aumento en el gasto de ¢204.842 millones se explica por las partidas de transferencias corrientes, remuneraciones y gasto de capital.
A mayo, las transferencias corrientes subieron en ¢87.340 millones. Los recursos destinados a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) explicaron la mayor parte de esta variación, según indicó el Ministerio de Hacienda. Además, el aumento en las remuneraciones se debe al pago retroactivo a los empleados públicos, correspondiente al aumento general al salario base, por ¢7.500 que se encontraba congelado desde el 2020.
De forma preliminar, la relación de la deuda gubernamental respecto al PIB a mayo anterior fue de 59,8%, es decir, ¢29.344.777 millones, informó Hacienda.