Tupperware admitió que padece problemas de liquidez para hacer frente a sus créditos y requiere con urgencia una inyección capital; de lo contrario, “existen dudas sustanciales sobre su capacidad para continuar como negocio en marcha”, es decir, la empresa dedicada a fabricar envases de plástico para alimentos quebraría.
“La compañía está haciendo todo lo que está a su alcance para mitigar los impactos de los eventos recientes, y estamos tomando medidas inmediatas para buscar financiamiento adicional y abordar nuestra situación financiera”, reconoció Miguel Fernández, presidente y director ejecutivo de Tupperware Brands.
El mensaje dado por Fernández, el pasado 7 de abril, provocó que el valor de la empresa estadounidense cayera casi 50% durante la última semana, en la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE, por sus siglas en inglés).
Al cierre de la sesión de este martes 11 de abril, las acciones de la firma cerraron a $1,30; pero siete días atrás se cotizaban en $2,48, según el registro de la NYSE.
Sin embargo, la pérdida de valor de la empresa fundada en 1946, en Massachusetts, Estados Unidos, no son nuevos pues hace dos años atrás la acción se cotizaba en casi $30 en el mercado de valores.
Fernández aceptó, en el comunicado, que la empresa está en un proceso de reestructuración del negocio para abordar las dificultades de capital y liquidez a corto plazo.
LEA MÁS: Reguladores de Estados Unidos acusan a empresa de criptomonedas de los gemelos Winklevoss
Tupperware opera en 100 países en cinco continentes. La compañía tuvo un auge en Estados Unidos, en las décadas de 1950 y 1960, a raíz de las llamadas Tupperware parties (fiestas Tupperware) en la cual se organizaban actividades para vender los productos, especialmente entre mujeres, resalta el diario inglés The Guardian.
En Costa Rica la empresa tiene presencia, desde 1995, mediante la sociedad “A toda máquina” que tiene la representación para importar y comercializar los productos en el país. A diciembre del 2017, la compañía contaba con un equipo de 9.700 asesoras en ventas por demostración, según se reseña en la web de la firma local.
¿Qué pasa?
Las dificultades financieras de Tupperware se generan porque tiene una caída en sus ventas globales, lo cual impide que pueda hacerle frente a sus deudas crediticias.
La empresa reconoció que los mayores costos de financiamiento, a raíz del alza en las tasas de interés en Estados Unidos, afecta el flujo de efectivo.
En el 2022, la firma cerró con ventas netas de $1.305 millones, lo cual implicó una reducción del 18,4% comparado con los $1.601 millones, según los estados financieros preliminares publicados el pasado 1. ° de marzo.
Los ingresos por la comercialización de los productos fueron insuficientes para hacer frente a los gastos de operación y financieros. El resultado fue que, durante el año pasado, registró una pérdida de $14,2 millones. En contraste, en el 2021, tuvo una ganancia neta de $16,8 millones, según los estados financieros.
Tupperware finalizó, en el 2022, con un saldo de deuda de $1.139 millones entre préstamos y arrendamientos financieros. El 40% de las obligaciones de la empresa son de corto plazo, es decir, $328 millones. El restante 60% ($811 millones) es de largo plazo.
Neil Saunders, analista minorista y director de GlobalData Retail, explicó a The Guardian que Tupperware encara dificultades financieras porque tiene una fuerte disminución de vendedores —lo cual golpea sus ingresos— y una caída en los consumidores que compran sus productos desde la pandemia.
Además, es una marca que no logra conectar con los consumidores jóvenes, dijo Saunders.
Las dificultades de la compañía estadounidense no son solo financieras.
Tupperware admitió, la semana pasada, de que tiene una demora en la presentación del informe anual de su situación financiera, conocido como Formulario 10-K, a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés).
De hecho, la compañía aceptó que, cuando presente el Formulario 10-K, la situación financiera diferirá significativamente de los resultados preliminares de marzo pasado, debido a las dificultades de liquidez y un posible impago de acuerdos crediticios.
El atraso de la entrega de la información a la SEC también llevó a la Bolsa de Nueva York a informar que la compañía estaba en peligro de ser eliminada de este mercado de valores.
Tupperware aseguró que, en un plazo de 30 días, espera entregar su informe anual al regulador estadounidense.