Un fuerte ataque del hongo conocido como “ojo de gallo” amenaza los cafetales en el país, especialmente en las zonas más altas.
La proliferación del mal se debe al exceso de humedad en las plantaciones, causada por los aguaceros de los últimos meses.
El “ojo de gallo” afecta tanto las hojas (follaje) como los granos del café, donde causa graves lesiones. El mal genera la caída de las hojas y que el fruto se pierda o baje su calidad y rendimiento final.
Ronald Peters, director ejecutivo del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé), reconoció que hay problemas por la alta incidencia del “ojo de gallo” en las zonas altas.
Adelantó que el impacto negativo en la cosecha se conocerá dentro de unas semanas, cuando la entidad presente la tercera estimación de la cosecha para el año 2010-2011.
La primera estimación de la cosecha realizada por el Icafé fue por 2,16 millones de fanegas (igual cantidad de sacos de 46 kilos de café beneficiado), lo cual representa un incremento del 12% con respecto a los 1,93 millones de fanegas con las cuales cerró el 2009-2010.
Una segunda estimación de la cosecha había aumentado las proyecciones en 8.000 fanegas, pero ahora se prevé una reducción por el ataque del “ojo de gallo”.
Esta necesidad se basa en que el principal efecto del ataque del “ojo de gallo” no se sentirá en la cosecha 2010-2011, sino en la siguiente (2011-2012), pues las plantas quedarán en mal estado.
Una mala preparación de los cafetales causará una fuerte baja de la producción en el año cafetero siguiente, recalcó Mata.
Por eso, explicó, Coopedota puso al servicio de los cafetaleros un sistema de crédito especial con el fin de que atiendan adecuadamente las plantaciones. El propósito es invertir tanto en el control del hongo como en la nutrición (fertilización) de las plantas y en las labores generales de los cafetales.
Así se reducirá de alguna manera una mala preparación de la planta para la próxima cosecha, especialmente en zonas situadas a mayor altura.
Un caso de ese tipo se presenta en Los Santos y en otras regiones del país, donde el frío característico hace que la humedad sea mayor y haya más ataque del hongo.