Guanacaste busca probar a los miles de turistas que la visitan las playas, volcanes y llanuras, que esa provincia tiene amplias riquezas culturales e históricas.
La semana anterior representantes del sector se reunieron en Nicoya, por iniciativa de la Universidad Nacional (UNA), para enumerar y potenciar las oportunidades en nuevos nichos turísticos.
Destacaron el potencial de edificios como la iglesia colonial de Nicoya, las artesanías y grupos de bailes, las comidas y bebidas criollas.
Elizabeth Ramírez, de la UNA, dijo que los cultivos, ordeños, cabalgatas y las comidas típicas son tareas realizadas por pequeñas empresas familiares o de amigos que podrían explotarse más.
Los participantes reconocieron que hay retos para aprovechar el potencial: mejorar los servicios básicos y el acceso a varias zonas; impulsar la capacitación profesional y mantener limpios los pueblos.
Se destacó el esfuerzo del hotel Punta Islita, que es propulsor del turismo rural y cultural y cuenta con un museo natural. Sin embargo, se reconoció que es necesaria mayor organización de vecinos, a través de la creación de una cámara que impulse el concepto de turismo rural comunitario sostenible y desarrolle una oferta de lugares.