La entrada al país de paquetería comprada por Internet bajó desde que el Ministerio de Hacienda varió la interpretación legal de la exoneración de estas adquisiciones, en noviembre del 2011, y determinó que todo el comercio en línea paga los impuestos.
Los datos de la Dirección General de Aduanas, recopilados a solicitud de La Nación , muestran que la cantidad de artículos que son tramitados por las empresas de casilleros sigue por debajo del nivel de hace dos años.
La exoneración que existe de $500 solo aplica a los artículos que un familiar o amistad envían desde otro país hacia Costa Rica. El beneficio, antes de la nueva interpretación, se usaba en todas las compras hechas por la web.
El cambio en la interpretación sobre la exención generó polémica, hace dos años, porque ocurrió el día previo al “viernes negro” en Estados Unidos. En esa fecha cientos de consumidores en Costa Rica aprovechan las rebajas que se anuncian en páginas de Internet para comprar en línea.
Merma. El registro de paquetes tramitados por empresas de casilleros, acumulado de enero a julio del 2011, fue de 26.089. Pero para el mismo periodo del 2012, disminuyó a 13.879, y este año se ubicó en 19.313, según la información de Aduanas.
“Hay una merma en el número de trámites de firmas de casilleros porque hay gente que solo estaba dispuesta a importar porque no pagaba el impuesto”, dijo Gerardo Bolaños, director General de Aduanas.
El mayor control aduanero generó, además, un aumento en la recaudación tributaria que subió en casi un 40% en el 2011, comparado con el 2010. El año anterior creció en un 10%, versus el 2011, y ascendió a más de ¢6.377 millones, muestran los datos oficiales.
El alza ocurrió, pese a la baja en paquetería de empresas de casilleros, porque las compañías de entrega rápida o courier incrementaron sus declaraciones a raíz de los mayores controles en la aduana del aeropuerto Juan Santamaría, explicó Bolaños.
Golpe. Aerocasillas, una de las mayores empresas de casilleros del país, reconoció que tras el cambio en la exoneración sufrieron una afectación en el negocio.
“Podemos certificar que el nivel total de paquetería que manejamos en Costa Rica sigue muy por debajo de los niveles de 2011, lo que nos ha forzado a disminuir el tamaño de nuestra operación local y nuestros ingresos”, dijo Carlos Herrera, gerente general de la empresa.
Según añadió el representante, el fisco salió perjudicado con la medida porque al contar con la posibilidad de importar un bien exento se generaban una cantidad de otras adquisiciones que sí pagaban impuestos de importación.
Por otra parte, las compañías aún brindan asesoría a sus clientes en el trámite de exoneración. Aunque catalogan el proceso como complicado pues deben cumplir con una serie de requisitos.
“Muchas veces los clientes deciden cancelar los impuestos para evitar trámites engorrosos que le pueden generar cargos de bodegajes”, comentó Stephanie Vargas, jefa en Box Correos.