El desempeño de sectores como la agricultura, la construcción, y los hoteles y restaurantes explica la desaceleración en la tasa de crecimiento económico en julio de las empresas del régimen definitivo, que agrupa a las industrias fuera de las zonas francas.
Según los datos más recientes del índice mensual de actividad económica (IMAE), publicado por el Banco Central de Costa Rica el 11 de setiembre, las empresas del régimen definitivo experimentaron una desaceleración interanual de 1,2 puntos porcentuales (p. p.) en su actividad económica.
El régimen definitivo, que incluye a empresas que tributan renta, presentó un aumento del 3,4% en en el sétimo mes de este año, en comparación con el 4,6% del mismo mes del 2023. En términos intermensuales (julio respecto a junio), la caída fue más moderada, de 0,1 p. p.
A pesar de que nueve de las quince actividades del régimen definitivo crecieron más en comparación con el mismo mes del año anterior, el informe del Banco Central señala que el comportamiento de sectores como la agricultura, la construcción, y el de hoteles y restaurantes explica la desaceleración de su tasa de crecimiento interanual.
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Pablo González, analista económico de Mercado de Valores, explicó que en la actividad de la construcción medida por el IMAE se registró una desaceleración importante entre junio y julio.
González agregó que la construcción es uno de los principales motores del régimen definitivo. Destacó que parece haber alcanzado un máximo en abril y, a partir de ese punto, comenzó una ligera desaceleración.
“Es llamativo el menor crecimiento en el sector de alojamiento y los servicios de comida (relacionado con el turismo), pues pasó de 5,9% en junio a 3,4% en julio, lo que puede estar explicado por la temporada baja de ingreso de turistas internacionales”, afirmó.
Por el contrario, en las empresas del régimen especial, que incluye zonas francas y modelos como el perfeccionamiento activo, continuó un mayor dinamismo al registrar una subida interanual de 10,5% en julio, la más alta del año.
Esto responde a mayores exportaciones de implementos médicos, servicios a oficinas, investigación y desarrollo, así como a los servicios administrativos, de desarrollo de software y apoyo técnico de tecnologías de información.
El régimen especial muestra una aceleración sostenida en lo que va de este 2024, con crecimientos cada mes que superan las cifras del mes anterior. Aunque esta expansión es constante, el ritmo es inferior en relación con 2023, año que ha sido calificado como “excepcional” por el BCCR.
En relación con el indicador general del IMAE, el crecimiento en julio fue de 4,2%. Esto implica una desaceleración de una décima respecto a junio del 2024 y de 2,1 p. p. en comparación con el mismo mes del año pasado.
De acuerdo con el BCCR, el incremento medio de la actividad económica a julio del 2024 se ubica en 4,3%. Desde diciembre anterior, el IMAE general ha oscilado entre el 4% y el 4,4%, mostrando pocos cambios mes a mes.
Para el mes de julio, cinco industrias explicaron el 71,2% del crecimiento interanual del índice: manufactura, servicios profesionales, comercio, servicios financieros y transporte, detalló el Banco Central.
Por actividad económica
En cuanto a las actividades económicas específicas, según el Banco Central, en julio las industrias tuvieron comportamientos distintos. Sobresale la agricultura, que registra su tercer mes con números negativos.
En la manufactura, la mayoría de actividades presenta un mejor desempeño en relación con el mismo mes del año anterior, incrementándose en el 5,8%. Aunque el ritmo es disímil según el régimen.
En las zonas francas, la actividad creció 9,3%, impulsada por los implementos médicos y productos alimenticios como los concentrados para bebidas. Por otro lado, las empresas fuera de estas apenas aumentaron 2,5%, impulsadas por la industria alimentaria.
El comercio y reparación de vehículos creció 3,8%, impulsado en mayor medida por el incremento de 20,8% de las ventas de carros. También destacó la comercialización de productos farmacéuticos, textiles, calzados y aparatos eléctricos.
En relación con los servicios, incrementaron 4,6%, superior en 0,2 puntos al mismo mes del año previo. El incremento se explica en mayor medida por los servicios profesionales, financieros, transporte y los de información y comunicación.
Por otro lado, la industria de la construcción creció 2,3%. Destaca la mayor ejecución de obras públicas y los proyectos no residenciales como edificios de oficinas para el sector privado.
Finalmente, la actividad agrícola cayó 0,6% debido, fundamentalmente, a la reducción en la producción de café, cebolla, hortalizas, banano y flores. Esta dinámica del agro se compensó de forma parcial por la mayor producción de piña para exportaciones y por la mayor demanda interna de pollo, leche y huevos.