La actividad económica mantuvo un fuerte dinamismo al iniciar el año, según los resultados del índice mensual de la actividad económica (IMAE) que publicó, el 15 de marzo, el Banco Central.
En enero del 2022, las empresas del régimen especial (gozan de beneficios fiscales, como las de zona franca) tuvieron un crecimiento de 12,6% respecto al mismo mes del año anterior, con una desaceleración respecto a meses anteriores; mientras que en el régimen definitivo el aumento en dicho periodo fue de 8,5%.
Estos dato son con base en la serie tendencia ciclo, la cual excluye factores irregulares y estacionales. En total, el crecimiento interanual fue de 9%.
Según el comunicado, difundido por el Banco Central, el fuerte dinamismo se explica por: la robusta demanda externa, la flexibilización de las medidas sanitarias debido al buen desempeño de las campañas de vacunación, el impulso al consumo y la inversión por las políticas monetaria y financiera, la recuperación de la confianza, especialmente de los empresarios y una fuerte atracción de inversión directa.
Por tipo de actividad
Por actividad, las de servicios crecieron 11,1%. El crecimiento interanual se debió a la mayor demanda por hoteles y restaurantes (60,4%), y de transporte y almacenamiento (29,6%) por la reducción de las restricciones a la movilidad de personas, así como la recuperación en el flujo internacional de mercancías.
En el caso de los hoteles y restaurantes, influye que se compara con un periodo deprimido y continúa como la actividad más susceptible a la evolución de la covid-19 y sus variantes. Así, por ejemplo, en enero 2022 el ingreso de turistas al país fue inferior en 28.000 personas al registrado en diciembre pasado, producto del incremento global en los contagios de la variante ómicron, lo que provocó una reducción en el nivel del indicador respecto a lo registrado a finales del 2021, indicó el Banco Central.
También destaca el crecimiento interanual del comercio, a enero del 2022, que fue del 10,1%, la actividad que más empleo genera y de la manufactura, también muestra un comportamiento bastante positivo, con un crecimiento de 10,3%.
Por otro lado, la construcción creció 6,2%, impulsada por la construcción privada y ésta a su vez aumentó por la mayor edificación de viviendas para clase media y alta, así como por la mayor edificación con fines comerciales e industriales. La construcción con destino público decrece desde diciembre de 2017 y en enero cayó 23,9%, por la merma en la construcción de carreteras, caminos, puentes, obras de generación eléctrica, acueductos, alcantarillados y edificios.
Por su parte, la industria agropecuaria creció 2,0% debido al mayor cultivo de papa, raíces, tubérculos, hortalizas y arroz, todos de ciclo corto y con orientación al mercado local.
Guerra opacará resultados
Para el economista Rudolf Lucke, investigador del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica, el resultado de enero no es tan optimista.
“Lo que sucede es que en enero 2021 y primera mitad del 2021 el IMAE registra datos bastante bajos y entonces se registran crecimientos medios del 9%, pero, desde mi punto de vista, este resultado de enero, aunado al incremento importante que se observa en los precios producto del aumento de los precios internacionales del petróleo, y el aumento que se espera en la tasa de interés doméstica en respuesta a la reversión de las políticas expansivas realizadas internacionalmente como respuesta a la pandemia, podrían opacar las expectativas y por ende el crecimiento para estos próximos meses” dijo Lucke.
Añadió que las estimaciones de crecimiento a nivel mundial para este 2022 han sido revisadas a la baja por diversos organismos internacionales pues no se esperaban incrementos tan importantes en los precios del petróleo y otras materias primas, así como un nivel tan alto de incertidumbre mundial producto de la guerra, que eleva las primas de riesgo.
Lucke estima que de mantenerse esta situación (expectativas negativas, precios del combustible elevados y expectativas de aumentos en las tasas de interés) el 2022 tendría un crecimiento menor al esperado, al menos en la primera mitad del año.
La estimación del Banco Central para este año es de un crecimiento de 3,9%; según lo anunciado en enero. El del Instituto es de 4,8% (situado en un rango entre 4,2% y 5,3%), de acuerdo con lo informado en febrero.