El crucero Star Breeze, de la compañía estadounidense Windstar Cruises, llegó este 2 de setiembre a las 5:45 a. m. a Golfito, Puntarenas, con 132 pasajeros a bordo.
No es de esas naves gigantescas, pero el arribo sí marca el regreso de cruceristas a Costa Rica, un mercado que permaneció paralizado por la pandemia durante 17 meses. El último atraque de un crucero en aguas del Pacífico se dio el 11 de marzo del 2020, y en Limón, el 16 de marzo del 2020.
La embarcación de aproximadamente 13 toneladas, seis cubiertas y 159 metros de eslora (largo) fue recibida con música costarricense, bailes típicos y la presencia del colectivo de artesanías con identidad “La Zona”, así como el autoridades de los ministerios de turismo y economía, Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico, la Cámara de Turismo y Comercio del Golfo Dulce, Naviera Naútica y entidades de la zona.
“La reactivación de este nicho refuerza la recuperación económica en las zonas costeras. Los pasajeros que escogen desembarcar en los puertos costarricenses realizan actividades que generan divisas para el destino y ese encadenamiento beneficiará a transportistas y guías, tour operadores locales y gastronomía, entre otros encadenamientos”, dijo Gustavo Segura, ministro rector de Turismo.
Los viajeros del Star Breeze, que llegó procedente del Puerto de Balboa, en Panamá, realizarán excursiones en grupos pequeños en el Refugio Nacional de Vida Silvestre en Golfito, así como observar delfines en Punta Encanto.
“Para la economía local y, sobre todo, para el sector turismo, la llegada del crucero es muy importante”, destacó Davie Salazar, director ejecutivo de la Cámara de Turismo y Comercio del Golfo Dulce.
Salazar agregó que se prepararon considerando las normas sanitarias e integrando a diferentes grupos afines al turismo como empresarios, artesanos locales y grupos culturales.
Después de estar en Golfito, los turistas harán una parada, este viernes 3 de setiembre, en Quepos, para realizar caminatas por el Parque Nacional Manuel Antonio, visitar el bosque de Esquipulas, tomar clases de cocina tradicional, tour de canopy, pesca deportiva, paseos a caballo, entre otras actividades al aire libre.
Durante este fin de semana el crucero estará en Puerto Caldera. Los visitantes realizarán una excursión por la plantación de Espíritu Santo Coffee, así como un tour por San José.
Entre los lineamientos establecidos para los cruceristas, Windstar Cruises, naviera que desde 1997 viaja a Costa Rica, exige el certificado de vacunación completa contra la covid-19 para sus tripulantes y pasajeros, sin excepción.
La empresa también solicita y facilita una prueba de antígenos a sus tripulantes y pasajeros la cual debe ser negativa para poder abordar, instalaron filtros HEPA de grado hospitalario e irradiación germicida ultravioleta UV-C para filtrar y desinfectar el aire, además, usan rociadores electrostáticos para desinfectar todas las superficies del crucero.
La tripulación debe someterse a una prueba PCR siete días antes de viajar y realizar cuarentena durante este lapso en su casa u hotel hasta el día del viaje; para ellos es obligatorio el uso de mascarilla, excepto cuando pueden mantener el distanciamiento físico o se encuentren en la cabina, informó el ICT por medio de un comunicado.
Otra de las medidas adoptadas por la compañía estadounidense es ofrecer trayectos con 75% de la capacidad de cada embarcación con el objetivo de mantener el distanciamiento físico.
Costa Rica, por su parte, permite el ingreso de cruceros con pasajeros con el esquema completo de vacunación contra la covid-19 para el 100% de la tripulación y el 95% de los pasajeros en edad de vacunación. Las vacunas admitidas son las autorizadas por la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología y la última dosis de la vacuna debe haberse aplicado al menos 14 días antes de zarpar.