Esta semana se frenó la fuerte baja que tenía el precio del dólar desde el 11 de agosto pasado. En solo 15 días el precio de la divisa disminuyó casi ¢39 al pasar de ¢674,77 el 10 de agosto a ¢635,96 el 24 de agosto. No obstante, en los últimos dos días volvió a subir hasta alcanzar este 26 de agosto un valor de ¢644,03, según los precios promedio negociados en el mercado Monex.
En la ventanilla de los intermediarios financieros el precio promedio de la divisa este 26 de agosto (que se usa de referencia para el día siguiente) fue de ¢636,59 y el de venta de ¢643,70.
La tendencia a la baja viene desde el 21 de junio luego de que el Banco Central anunció medidas para bajar las presiones al alza, pero se aceleró en los últimos 15 días.
Dicha tendencia ha estado influida, además, por la caída en los precios internacionales de las materias primas que hace que las entidades demanden menos dólares para pagar las compras externas, por la menor demanda de divisas para ahorros en la divisa ante el aumento en las tasas de interés en colones y porque también hay menos dólares para comprar colones debido a la política más restrictiva del Banco Central.
También puede influir en las expectativas la llegada de $1.100 millones de un préstamo que realizó la autoridad monetaria al Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) y el Banco Central indicó en julio pasado que influía una menor demanda de divisas por parte de las operadoras de pensión.
Perspectivas para el resto del año
Economistas consultados esperan que el tipo de cambio tenga un comportamiento más estable para los próximos meses, aunque aclaran que depende de muchos factores.
“Creemos que el tipo de cambio se mantendrá estable. Pero las presiones al alza existen. Sobre todo si se atrasa el tema de eurobonos que pareciera que van más hacia octubre. De momento el mercado lo que refleja es el cambio en la estrategia de inversión de las operadoras”, comentó Daniel Ortiz, director ejecutivo de Cefsa.
Melvin Garita, gerente de BN Valores, indicó que predecir el comportamiento del tipo de cambio en un mercado flexible es prácticamente imposible.
“En 1983 Meese y Rogoff (Richard A. Meese y Kenneth S. Rogoff) dejaron claro que predecir el tipo de cambio en un sistema cambiario flexible es prácticamente imposible, dada la cantidad de variables e información que lo afectan, lo que sí se puede señalar es que al igual que en periodos similares al actual, y de acuerdo con la literatura, variables como el tipo de cambio se ajustan más rápidamente que las variables como el consumo y la inversión. De ahí que ahora que el consumo y la inversión se están ajustando a la baja, es de esperar menores presiones en el tipo de cambio, o caídas como las que estamos viendo”, comentó Garita.
Añadió que a esto se suman las expectativas de recuperación del turismo y las mayores tasas de interés en colones, lo que hace pensar que el desequilibrio externo que se registró en los meses pasados se podría estar corrigiendo.