El Banco Central de Costa Rica estima que en el 2021, el aumento de las exportaciones de bienes, la inversión directa y los créditos externos mitigarían la caída de divisas que ocasionó el desplome del turismo, e incluso alcanzaría para aumentar sus reservas monetarias.
Para Édgar Robles, director del Posgrado en Economía de la Universidad de Costa Rica, si todos estos supuestos que contemplan el ingreso de dólares al país se cumplen, se reducirían la presiones sobre el tipo de cambio.
La reducción del turismo provocó que los ingresos netos de divisas por este concepto bajaran de $3.057 millones, en el 2019, a $1.056 millones, en el 2020, y para este año la autoridad monetaria estima que serán unos $419 millones.
En cuanto a número de turistas, después de registrar un ingreso de 3,1 millones en el 2019, y un millón en el 2020, se proyecta un ingreso de 777.000, para este año.
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Debido a que este año la recuperación del turismo no será la esperada, el Banco Central elevó la estimación del déficit en la cuenta corriente de 3% de la producción para el 2021, que había anunciado en enero pasado, a 4,1%, en su Informe de Política Monetaria de abril del 2021. En el 2020 dicho déficit representó un 2,4% de la producción.
El déficit en la cuenta corriente es el faltante de divisas que surge porque las salidas de dólares del país por las compras de bienes y servicios, por pagos de dividendos al resto del mundo y por remesas, entre los principales rubros, superan los ingresos de dólares por estos mismos renglones.
No obstante, la entidad estima que los préstamos externos al sector público y los ingresos al sector privado, que proviene en parte de la inversión directa, serían suficientes para cubrir dicha brecha e incluso aumentar las reservas del país.
“Los mayores flujos netos de ahorro externo previstos hacia el sector público y el privado con respecto al 2020, serían más que suficientes para financiar la brecha en cuenta corriente tanto en el 2021 como en el 2022. Ello propiciaría una acumulación de los activos de reserva que ubicaría su acervo promedio para los dos años en torno al 13,5% del PIB”, indicó en el Banco Central, en su informe.
En el 2020 el monto de reservas representó un 11,7% del PIB (producto interno bruto).
Para el 2021, la autoridad económica estima que los flujos de financiamiento externo para el sector público serán equivalentes a 2,5% de la producción. Eso incluye créditos de apoyo presupuestario para el Gobierno por $2.592,7 millones) y préstamos para proyectos por $341,6 millones).
“Influjos que serían parcialmente compensados, principalmente, por el pago de pasivos externos de las otras sociedades de depósito públicas y del resto del sector público no financiero, que en conjunto significaría una salida neta de $1.141,0 millones, así como por amortizaciones de deuda externa del Gobierno General por $273,2 millones”, detalló la entidad.
“La mayor afluencia de recursos hacia el sector privado obedecería, fundamentalmente, a la recuperación en los flujos de inversión directa, que crecerían en promedio para el 2021 y 2022 en alrededor de 17,6%, lo cual permitiría alcanzar el equivalente al 4,1% del PIB en el 2021 y 4,3% del PIB, un año después, superior a lo observado en el 2020 (3,3% del PIB)”, añadió la entidad.
Precio promedio del dólar
FUENTE: Informe de política monetaria abril 2020. Banco Central || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
¿Qué pasó en el primer trimestre?
En el primer trimestre de este año, según cifras preliminares, los ingresos netos de divisas por viajes, que incluye el turismo que llega al país menos los gastos de los locales que van al exterior, fueron $112 millones. En el primer trimestre del 2020 fueron $992 millones.
Esta caída en el ingreso fue compensada, parcialmente, por las mayores exportaciones de bienes que pasaron de $3.055 millones, en el primer trimestre del 2019, a $3.407 millones, en el mismo periodo del 2020.
Además, las importaciones crecieron poco (2% en el primer trimestre del 2020 respecto a igual periodo del año anterior).
Proyecciones
FUENTE: Informe de política monetaria, abril 2020. Banco Central || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
También hubo mayores ingresos de divisas por remesas respecto a las remitidas al exterior, detalla el documento.
En total, el déficit en la cuenta corriente en el primer trimestre del 2021 alcanzó en $443 millones (0,7% del PIB). En el primer trimestre del 2020 había sido de $10 millones.
Los recursos que ingresaron por la inversión extranjera directa ($628 millones en el primer trimestre del 2021) permitieron cubrir dicho faltante.
En los primeros meses del año incluso hubo superávit de divisas en el mercado privado ($874,7 millones en el primer cuatrimestre).
Rossy Durán, gerente corporativa de Finanzas del Banco de Costa Rica, comentó que un factor que contribuyó con el superávit de divisas en las ventanillas de los bancos es que las personas aumentaron sus depósitos en dólares en las entidades.
“De acuerdo a las estadísticas del Banco Central de Costa Rica, en el último semestre, del mes de setiembre 2020 al mes de abril de 2021, los depósitos en dólares del Sistema Bancario Nacional crecieron en cerca de 6,06%, lo cual se refleja en un aumento de los depósitos en cerca de $800 millones en este mismo periodo de tiempo”, explicó Durán.
Efectos en el mercado cambiario
Los efectos en el mercado cambiario de estos movimientos esperados de divisas dependen de que se cumplan los supuestos que indica el Banco Central.
El supuesto más importante es que la Asamblea Legislativa apruebe todos los préstamos externos lo cual, según el economista Dennis Meléndez, es difícil y si no fuera así el Banco Central tiene poco espacio para seguir utilizando sus reservas para reducir la presión cambiaria.
Robles, por su parte, comentó que el aumento en las exportaciones e inversión directa previsto para este año sí se va a dar pues el mundo está creciendo más del doble de lo que crece Costa Rica y aún crecen más nuestros socios comerciales, como Estados Unidos y China.
Los préstamos vinculados a la firma del convenio con el FMI (Fondo Moneario Internacional), por su parte, dependen de la aprobación legislativa, añadió Robles.
“Sin embargo, hay que mencionar que hay dos elementos que podrían afectar la estabilidad del tipo de cambio: los precios de las materias primas que están subiendo aceleradamente, como los metales, los alimentos y el petróleo, y a consecuencia de que el mundo está superando la crisis de la covid; y el incremento en tasas de interés que obligaría al Banco Central a seguir un panorama similar a menos de que renuncie a su meta de inflación, lo cual creo que no va a hacer”, indicó Robles.
Melvin Garita, gerente general de BN Valores, consideró que las proyecciones de ingresos por turismo podrían cambiar a favor del país si los procesos de vacunación siguen caminando bien en Norteamérica y Europa, y adicionalmente se acelerara internamente el proceso de vacunación para darle seguridad a los turistas que nos visitan desde esas zonas geográficas.
“Esto es clave y es algo que necesitamos trabajar, tanto para mejorar nuestros términos de intercambio, como para ayudar a reactivar nuestra economía”, dijo Garita.
Por su parte, el economista Norberto Zúñiga, cuestionó la utilización de los créditos externos para cubrir los desequilibrios del país.
“Para financiar los desequilibrios externo y fiscal, el Banco Central asume préstamos externos sólo del Gobierno por alrededor de $2.600 millones (4,2% del PIB), lo cual constituye todo un reto en las actuales circunstancias políticas; pero además parece excesivo porque permitiría incrementar las reservas monetarias en cerca de $1.000 millones, lo cual sería utilizado nuevamente para apreciar artificialmente el tipo de cambio”, opinó Zúñiga.
“Los desequilibrios que experimenta el país no son coyunturales, ni estacionales; constituyen desbalances estructurales insostenibles que no deben seguir financiándose a base de endeudamiento externo, ni posponiéndose”, opinó el economista.