El Banco Central aumentó su presencia en el mercado de divisas para quitarle la presión al alza que ha mostrado el precio del dólar en los últimos días.
El precio de la moneda extranjera, que se había mantenido entre ¢610 y ¢616, este año, en el mercado Monex, comenzó a subir y pasó de ¢614,23, el 15 de abril, a ¢619,48, este miércoles 28 de abril.
Este es el precio promedio ponderado por la cantidad negociada en el mercado Monex, que es donde las entidades financieras venden sus sobrantes o compran y donde también participan exportadores, importadores y cualquier persona que negocie $1.000 o más.
El Banco Central retomó esta semana la venta de divisas en este mercado para quitarle presión a la moneda.
El martes 27 la autoridad vendió $2,6 millones y este 28 de abril vendió $957.000 bajo el mecanismo de operaciones de estabilización de ventas. La última venta con este instrumento la hizo la entidad el 9 de febrero pasado, por $11.000.
Otra herramienta que ha utilizado la autoridad es bajar la demanda de dólares para satisfacer las necesidades del sector público.
El Banco vende directamente a las instituciones del sector público las divisas que requiere y luego las repone con compras en el mercado Monex.
En abril, el Banco Central ha vendido casi $267 millones al sector público, pero ha comprado en Monex casi $187 millones.
¿De dónde vienen las presiones al alza?
El economista, Norberto Zúñiga, explicó que el cambio más notorio se ha presentado en las últimas dos semanas, donde el superávit de divisas del sector privado ha dismuido y la demanda del sector público aumentando.
“El proceso ha sido paulatino, pero persistente al punto de que durante esta semana la oferta privada experimentó un faltante en el mercado de divisas; obligando al Banco Central a intervenir vendiendo ayer (27 de abril) $2,6 millones, y hoy (28 de abril) $1 millón”, dijo Zúñiga.
Comentó que la menor oferta privada es parcialmente estacional, sobresaliendo los menores ingresos por turismo.
“La mayor demanda del sector público puede atribuirse al incremento de la factura petrolera, debido en parte a una mayor movilización, pero especialmente a precios internacionales de los hidrocarburos más elevados”, dijo el economista.
Este comportamiento del mercado de divisas se ha reflejado en ajustes del tipo de cambio, lo cual, de persistir, podría afectar las expectativas y retroalimentarse, con eventuales impactos en los flujos de capital, añadió Zúñiga.