La Junta Directiva del Banco Central acordó reducir en 0,50 puntos porcentuales adicionales su tasa de política monetaria hasta llevarla a un 0,75%, un mínimo del cual no se tiene precedentes en la serie publicada en su página web, la cual se inicia en el 2006.
La tasa de política monetaria es la que el Banco Central considera que es coherente con el costo de la liquidez en un momento dado y, generalmente, tiene impacto en el resto de tasas de interés en el mercado.
En el 2019, el Banco realizó siete recortes en la tasa de política monetaria y esta es la tercera que hace en el 2020.
El objetivo de esta medida, indicó el Banco en un comunicado, es impulsar una reducción en el costo del crédito, y con ello mitigar el impacto económico de corto plazo de la pandemia, facilitar la recuperación de la actividad económica y del empleo, y permitir un retorno gradual de la inflación, en el mediano plazo, hacia la meta del Banco Central.
Argumentación
“En las circunstancias presentes, en que prevalecen tendencias desinflacionarias y la inflación proyectada se mantiene baja, el relajamiento adicional de la política monetaria no compromete el cumplimiento del objetivo prioritario asignado al Banco Central de mantener una inflación baja y estable”, argumentó su decisión el Banco Central, en un comunicado.
La ley orgánica del emisor le demanda, como principal objetivo, mantener la estabilidad interna y externa de la moneda nacional y asegurar su conversión a otras monedas y, como uno de los objetivos subsidiarios, promover el ordenado desarrollo de la economía costarricense, a fin de lograr la ocupación plena de los recursos productivos.
“Las medidas para contener la tasa de contagio de la pandemia del covid-19 han tenido un efecto recesivo sobre la actividad económica global y conllevaron a una baja de la inflación mundial. Ello reduce el componente importado de la inflación local”, indicó el Banco Central.
En Costa Rica la inflación, medida por el índice de precios al consumidor, alcanzó una variación interanual (de cada mes respecto al mismo mes del año anterior) de 0,61% en mayo.
El Banco añadió, en su comunicado, que en la economía local, la reducción en la demanda externa por bienes y servicios costarricenses, conjuntamente con las medidas de contención sanitaria adoptadas en el país, se han traducido en una caída generalizada en el nivel de actividad económica. En abril pasado, la contracción alcanzó una tasa interanual de 5,7%, según el Índice Mensual de Actividad Económica.
“El comportamiento de la actividad económica externa e interna en lo que transcurre del 2020 acentuó las presiones desinflacionarias presentes en la economía local desde el 2019. En particular, la holgura en la capacidad de producción y la tasa de desempleo han aumentado. En línea con ello, con una baja inflación importada, y con expectativas de inflación contenidas por parte de los agentes económicos, los pronósticos de inflación del Banco Central sugieren que la inflación se ubicaría por debajo del límite inferior del rango meta de inflación (3% más o menos un punto porcentual) en los próximos 18 meses”, indicó el Banco.
“En vista de la coyuntura macroeconómica externa e interna, y del pronóstico de inflación actualizado que arrojan los modelos del Banco Central, la Junta Directiva estimó conveniente intensificar su política monetaria expansiva y contracíclica mediante una reducción adicional de su Tasa de Política Monetaria”, añadió.
La reducción en esta tasa influye en las facilidades permanentes en el Mercado Integrado de Liquidez, en el cual las entidades negocian liquidez entre sí y también interviene el Banco Central.
De esta forma la tasa de interés para la facilidad permanente de crédito que ofrece el Banco Central en este mercado queda en 1,50% anual, es decir equivalente a la tasa de política monetaria más 75 puntos base (100 puntos base son un punto porcentual) y para la facilidad permanente de depósito en 0,01% anual, es decir equivalente a la tasa de política monetaria menos 74 puntos base.
Esto significa que los bancos pueden financiarse en el Banco Central a un costo muy bajo y por lo tanto crea presión para que las tasas para ahorros también bajen y si obtienen recuros a menor costo es menor también pueden bajar la tasa para préstamos, según el grado de competencia.
Adicionalmente, la Junta Directiva determinó mantener sin cambio, en 0,01% anual, la tasa de interés bruta de los depósitos a un día plazo (DON).