El Banco Central prevé para este año el menor crecimiento de la economía costarricense desde el 2009, año donde se sufrió el impacto de la crisis financiera internacional, luego de reducir la proyección de 3,2%, anunciada en enero anterior, a 2,22%.
Así lo anunció el presidente de la autoridad monetaria, Rodrigo Cubero, este 22 de julio, durante la presentación de la revisión del Programa Macroeconómico 2019-2020.
Para el próximo año, la proyección también bajó, de 3% a 2,6%, tras analizar factores internacionales y locales que afectan la producción, como la desaceleración del crecimiento de la economía mundial, la caída en los flujos de comercio, el clima y la menor demanda en Costa Rica.
En el 2018, la economía cerró con un crecimiento de 2,6% (tras la revisión), por lo cual, para este 2019, se pasó de tener una previsión inicial de aumento a una reducción respecto al año pasado.
Durante su presentación, Cubero también confirmó que la meta de inflación para el 2019 se mantuvo sin cambios, y permanece en 3% (+/- un punto porcentual). Esto da margen al Banco Central para tomar medidas, como las reducciones de la tasa de política monetaria.
Acerca de los factores para reducir la proyección de crecimiento, Cubero detalló que en el primer semestre la economía internacional se caracterizó por mostrar una desaceleración, con algunos resultados diversos, según el país de que se trate. En Estados Unidos fue el resultado de los estímulos fiscales del 2017, mientras que en la Zona Euro, una desaceleración sistemática y en China, una moderada.
El comercio internacional no está creciendo y esta es una de las principales fuentes de dinamismo de economías pequeñas, como Costa Rica, dijo el Presidente del ente emisor.
Además, pesaron en la proyección los precios de los granos básicos, metales y petróleo, los cuales, desde fines del año pasado, tienen una trayectoria ascendente; eso impacta a Costa Rica porque son materias primas. En enero, comentó Cubero, se preveía que los precios del petróleo se iban a mantener constantes y este fue uno de los supuestos que cambió.
Además, cayeron las cotizaciones de algunos productos agrícolas que Costa Rica exporta, como el café, la piña y el azúcar. La producción local de estos y otros productos fue afectada por el clima.
Estas condiciones afectan los términos de intercambio, que son la relación entre el precio de las exportaciones respecto al precio de las importaciones. Un deterioro en este rubro implica que se requiere exportar más para comprar lo mismo.
Otro elemento que afecta nuestra producción es la disminución en las exportaciones de Costa Rica a Nicaragua, pues cayeron 20% en abril del 2019 respecto a abril del 2018, debido a la contracción en la producción en ese país.
Entre los factores internos señaló: climáticos, bajos niveles de confianza y pérdida de dinamismo en la demanda interna, la inversión privada en construcción cae, desaceleración del crédito al sector privado, subejecución de inversión pública, alto desempleo y la peor trayectoria de los términos de intercambio.
El menor consumo, por ejemplo, de vehículos, es congruente con el desempleo, la baja en los ingresos y el nivel de endeudamiento de los hogares.
“Muchas personas cuando compran línea blanca (...) lo hacen financiados, el hecho de que muchos hogares estén sobreendeudados les limita el financiamiento”, comentó Cubero.
Baja tasa de política monetaria
El Banco Central ha tomado medidas para reactivar la economía, entre ellas, la baja en la tasa de política monetaria (influye en otras tasas de interés), la baja en el encaje mínimo legal (libera recursos a entidades), y también el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero aprobó medidas para facilitar el crédito.
Precisamente, a partir de este martes 23 de julio, la Junta Directiva del Banco Central acordó una nueva reducción en la tasa de política monetaria, de 50 puntos base (medio punto porcentual), con la cual se ubica en 4%.
Esta es la cuarta rebaja de este año (125 puntos básicos acumulado), y complementa las medidas de estímulo a las condiciones crediticias tomadas en los últimos meses, destacó el Banco Central, en un comunicado de prensa, enviado este lunes.
Francisco Gamboa, director ejecutivo de la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR), calificó como “duro y severo” el escenario que plantea el Banco Central, aunque previsible por las condiciones de algunos sectores.
“Es una mala noticia que en el 2019 nuestra economía va a crecer todavía menos que en el 2018 cuando lo hizo en 2,6%, crecimiento que ya nos pareció bastante bajo”, recalcó.
La Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), manifestó su alarma por la situación. “Tal y como lo reiteramos en enero de este año, es urgente, y no se puede dilatar más un trabajo en conjunto que lleve al país hacia una verdadera reactivación económica”, enfatizó el presidente de esa agrupación, Gonzalo Delgado.
Laura Bonilla, presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco), recordó que ese gremio viene advirtiendo de la crisis y de la situación recesiva. Se quejó, de nuevo, acerca de la apreciación del colón.
Luis Diego Herrera, analista financiero del Grupo Acobo, calificó de desafiante el segundo semestre de la economía costarricense.
“En lo que resta del año, las autoridades deben enfocar sus esfuerzos en restituir la confianza de la ciudadanía para que las personas se atrevan a invertir y consumir", expresó este especialista.
Herrera destacó que en un entorno cargado de tareas pendientes y retos, el país goza de características como estabilidad política, seguridad jurídica, mano de obra calificada, entre otras, que brindan ventajas competitivas.
Nota del editor: Esta información fue actualizada a las 8:00 p. m. con declaraciones de los representantes de las cámaras empresariales.