Para una familia en pobreza, sentarse a comer se hace cada vez más complicado porque la llamada canasta básica alimentaria –que consiste en un paquete de productos esenciales para nutrir a una persona–, aumentó en un año a su costo más alto desde el 2011. En diciembre, llegó a ¢51.324, un incremento de ¢1.400 con respecto a un año atrás.
Pero, la situación para los 383.000 hogares (23% del país) que viven en pobreza se hizo más difícil por la pandemia. En marzo del 2020, justo cuando entró el coronavirus al país, una persona tenía que contar con al menos ¢47.690 para alimentarse. Ahora, casi dos años después, debe pagar ¢3.634 más, según los cálculos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
De hecho, en el 2011, la canasta estaba en ¢40.265, es decir, ¢11.000 menos que ahora. Esta canasta, según define el Instituto, es un conjunto de alimentos expresados en cantidades que permiten satisfacer, por lo menos, las necesidades de energía o calorías diarias de un individuo promedio.
De esta forma, si una persona recibe menos de ¢51.324 por mes, o por ejemplo, cuando un hogar de cuatro personas recibe menos de ¢205.297 (un promedio de ¢51.324 por persona) significa que no le alcanza para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas. Es por ello, que esta canasta es también una herramienta para medir la pobreza extrema; las personas más pobres son las que dedican una mayor proporción de sus ingresos a comprar alimentos así que el incremento en el costo de dicho conjunto de bienes los afecta más.
¿Qué está subiendo más?
En la información recopilada por el INEC se notan los mayores aumentos en los lácteos, cereales y otros; carnes de res, pan y galletas; grasas, carne de pollo y huevos, entre otros. Por su parte, hay otros productos como la carne de cerdo, leguminosas, frutas y pescado que han tenido un costo más estable.
Empresarios consultados indican algunos factores comunes como el incremento en el costo internacional de materias primas, como maíz, soya, trigo, combustibles, además de los concentrados para animales. Agregan el alza en el transporte debido a los problemas de logística de los barcos.
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En el sector lácteo, Daniel Cantillo, presidente de la Cámara Nacional de Productores de Leche, explicó que este se ha visto fuertemente impactado por el incremento en los costos de producción de leche durante el 2021.
“El principal costo de producción de la leche en el país es el de la alimentación (de los animales) que depende de insumos importados, tales como maíz, soya y fertilizantes, entre otros, que además del fuerte aumento en los precios por el crecimiento de la demanda a nivel mundial, se vieron adicionalmente afectados por la subida sin precedentes de los costos de transporte, derivados de la llamada crisis mundial de logística”, explicó Cantillo.
Indicó, como ejemplo, que los concentrados, los cuales representan entre 40% y 60% del costo total de producción, han subido 26,9% en el último año, de ¢11.507 por quintal, en diciembre del 2020, a ¢14.607, en diciembre del 2021.
También citó aumentos del precio del maíz puesto en el puerto Caldera, de 41,9% entre diciembre del 2020 y diciembre del 2021, soya (24,7%), fertilizantes (245%) y en el transporte debido al aumento de 34,6% en el precio del diésel, en el mismo periodo.
Añadió que este año los productores recibieron un pequeño ajuste del 6%, el primero en varios años, el cual no compensa los incrementos en costos. “Dicha situación ha provocado una muy importante pérdida de rentabilidad de las fincas lecheras, que en este momento está afectando a todos los productores de leche del país”, añadió Cantillo.
El gerente general de Molinos de Costa Rica, Luis Ruenes, había explicado a este diario, en julio, que el aumento en la harina de trigo en el 2021 se debe a una escalada fuerte en las cotizaciones internacionales del grano. Detalló que entre abril y julio del 2021, las cotizaciones del trigo aumentaron en 30%, en promedio. Esto influye en el incremento de pan y galletas.
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El economista Luis Mesalles, gerente de la Yema Dorada, comentó que los problemas de logística con los barcos y la escasez de materias primas también influyeron en el incremento de los costos de alimentos para animales y en los huevos.
“Lo que pasó en el último trimestre del año es que, por problemas de logística de barcos, hubo escasez de materias primas, lo que obligó a hacer ajustes en formulaciones de alimentos, sustituyendo materias primas por otras, lo que encareció el alimento para las aves (cerdo también, y ganado de engorde y de leche en menor medida). También hubo ajustes de producción (a la baja)”, comentó.
De esta forma, costos más altos, oferta más baja, y la entrada a la época del año en que el consumo tiende a aumentar un poco, hizo que los precios subieran, aseveró el economista.
En el caso del huevo, Mesalles llamó la atención en que el precio había caído en el año y luego recuperó el valor de inicios de este año.
Respecto al incremento en la carne de res, Luis Diego Obando, director ejecutivo de la Corporación Ganadera, compartió que hay un aumento en la demanda internacional y se mantiene la demanda local, lo cual presiona el precio al alza.
“Costa Rica tiene una demanda fuerte en las exportaciones de la proteína, llámese carne de res, y ese incremento hace que exportemos a buenos precios, el precio internacional ha estado muy bueno. Por otro lado, tenemos un mantenimiento constante en el consumo de carne de res a nivel doméstico (…) lo cual ha venido presionando al alza el precio”, explicó Obando.
Consideró como un elemento positivo que el consumidor nacional no ha dejado de comprar carne de res, pese a la pandemia y a situaciones económicas difíciles. Agregó que hay diferentes cortes de carne de res, unos más caros como lomo, lomito o lomos anchos y otros más baratos, como osobuco, jarrete, costilla o posta, lo cual permite que la demanda se mantenga.
Para los próximos meses se podrían dar incrementos en arroz y frijoles. El 1°. de noviembre pasado la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz) informó de que solicitaría un aumento de precios en el grano debido al alza de cotizaciones de varios insumos para esa actividad, especialmente, los fertilizantes.
Por su parte, el director de operaciones de la empresa costarricense KANI, Mauricio Corrales, informó, en un comunicado, este 19 de enero, que en este mes los frijoles registraron un aumento en los precios de importación de un 5% a 10%, lo cual podría generar un alza para los próximos meses.
De continuar el incremento en el costo de la canasta básica alimentaria podría tener consecuencias en la pobreza –la cual se medirá en julio–, en caso de que los ingresos de estos hogares no crezcan al mismo ritmo de este grupo de productos, debido a la falta de empleo o ayudas.