El sector de la construcción tuvo un 2022 convulso marcado por un alza acelerada en costos, en la primera mitad del año, que se redujo rápidamente en el segundo semestre. Esta evolución fue insuficiente para sacar a la industira de números rojos, pero colaboró en mitigar su caída, según el índice mensual de actividad económica (IMAE) elaborado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
La construcción reportó variaciones negativas, durante el año pasado, pero mostró una tendencia de aceleración, en especial en las edificaciones con destino privado, mientras que en la pública la corrección fue más leve. Además, hubo un crecimiento en el empleo que superó el nivel prepandemia, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
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Si se observa el comportamiento del IMAE segregado por construcción pública y privada, esta última muestra un impulso desde setiembre, cuando registró un decrecimiento del 19%, el más bajo desde noviembre del 2019, hasta alcanzar una caída del 3% en el último reporte, de noviembre del 2022, luego de mantener tasas negativas de dos dígitos desde mayo.
Aunque los números en la construcción privada aún son negativos, esta leve mejoría podría explicarse por factores como el desarrollo de proyectos inmobiliarios que fueron postergados durante el año. De hecho, el informe del IMAE de noviembre resaltó que la moderación de la contracción de la construcción con destino privado respondió al aumento de obras iniciadas en los últimos dos meses en estudio.
José Baltodano, director de construcción de la desarrolladora Portafolio Inmobiliario, comentó que la volatilidad en los precios locales e internacionales que marcaron el año pasado atrasaron el inicio de algunas inversiones que tenían entre sus proyectos.
Además, agregó Baltodano, el comportamiento al alza en el costo de los materiales de construcción también afectó, en alguna medida, las inversiones que estaban en proceso de concretarse. Pese a estos inconvenientes, Portafolio Inmobiliario mantuvo sus planes para el año.
De su lado, Alberto Bonilla, gerente general de la desarrolladora Garnier & Garnier, aseguró que mantuvieron el desarrollo de los proyectos planificados durante el 2021 y 2022, aunque reconoció que la actividad económica sí se vio impactada por un alza generalizada de todas las materias primas, lo cual afectó a desarrolladores y constructoras que habían fijado precios previo al 2022.
“Principalmente para empresas pequeñas esto pudo traer dificultades para cumplir con plazos establecidos, algunos proyectos sufrieron atrasos o se detuvieron. Incluso para limitar la pérdida de márgenes en las obras, algunos se vieron obligados a aumentar las tarifas inicialmente anunciadas a sus clientes”, explicó Bonilla.
Melizandro Quirós, economista y director del Centro de Estudios del Negocio Financiero e Inmobiliario (Cenfi), recordó que el sector construcción tiene un componente alto de financiamiento, ya sea a pequeña o gran escala, por lo que el aumento en los precios de los materiales pudo incidir en que las personas o empresas pusieran un freno a la ejecución de proyectos, ya sea por dificultades para acceder a crédito o porque los presupuestos se elevaban más de lo planificado.
“Este es un factor que se está reflejando, uno puede ver gente con muy buena intención para construir, pero al ver el IMAE se observa que el sector cae, aunque más lento en los últimos meses. Hay un factor financiero, y también incertidumbre por lo que las empresas y personas optan por esperar”, explicó Quirós.
De acuerdo con los saldos de crédito del sistema financiero al sector privado destinados para construcción, publicados por el Banco Central a setiembre del 2022, la tendencia se ha mantenido estable durante el año, aunque disminuyó en los últimos tres meses tras un pico de ¢695.982 millones en junio.
Ahora bien, la actividad de la construcción pública está en negativo desde julio del 2020 y se mantiene por debajo de los niveles de la inversión privada. No obstante, también inició un leve repunte y disminuyó su caída desde setiembre hasta noviembre, al pasar de -23,5 a -20,9.
Según el Banco Central, la actividad constructiva con destino público se contrajo como resultado de una menor ejecución por parte de las municipalidades, del Programa de Infraestructura de Transporte (PIT), así como de proyectos de acueductos y alcantarillados y la ruta San José-San Ramón.
Intención de construcción crece, pero caída en obra pública preocupa
Otro indicador que evidenció un comportamiento levemente positivo fue el de la intención de construcción, que pasó de 9,81 millones de metros cuadrados (m²) en el 2021 a 9,93 millones de m² para el 2022, lo que representa un aumento de 1,2% de un año a otro.
La cifra se desprende de las Estadísticas de la Construcción, que fueron presentadas por el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA), el jueves 19 de enero. Sin embargo, el grueso de la intención de construcción se concentró en la obra privada con un 92,2% (9,15 millones de m²), mientras que la pública decreció en 400.000 m² en comparación con el 2021 y representó apenas un 7,8% del total (0,78 millones de m²).
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“Nos preocupa como se está reduciendo la obra pública y la vivienda de interés social. La caída de la obra pública hay que destacarla, porque para que un país pueda crecer económicamente necesita invertir en infraestructura y Costa Rica no está llegando a los mínimos que se debería tener. No solo no llegamos, sino que está disminuyendo”, dijo Guillermo Carazo, director ejecutivo del Colegio.
Según Carazo, el crecimiento de la intención en otras áreas compensó la caída de la obra pública y la vivienda de interés social, lo que permitió cerrar el año “tablas”, es decir, con un nivel levemente superior al del 2021. En el caso de la vivienda de interés social, pasó de 0,67 millones de m² en el 2019 a 0,38 millones de m² para el 2022.
Para este 2023, el CFIA proyecta un crecimiento moderado de la intención de construcción de entre 0,5% y un 1%. No obstante, esa perspectiva puede verse amenazada si se mantiene la tendencia de reducción de la obra pública y vivienda de interés social, mencionó Carazo.
Precios desaceleran
El índice de precios de la construcción, calculado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), continuó su senda al alza durante el 2022; sin embargo, el indicador se ha desacelerado desde junio, es decir, los aumentos han sido algo más ligeros respecto a los meses anteriores.
Este indicador se divide en dos: edificios y vivienda de interés social. Para diciembre, la variación interanual para el primero fue de 4,76% mientras que en vivienda social alcanzó 5,15%; cifras muy por debajo del 21,72% y 14,04%, respectivamente, del mes de junio.
Pese a ese panorama, Baltodano aseguró que para el sector de construcción y desarrollo inmobiliario, la desaceleración en el costo de los materiales no ha representado un beneficio importante, por lo que continúan manejando con cautela los precios de las empresas contratistas y de suministro de materiales por las variables económicas que afectan a la industria.
“Nos están afectando otras variables como la entrada en vigencia del IVA al 8 %, la inflación local e inflación en Estados Unidos y la volatilidad del tipo de cambio. La suma de estas variables ha hecho que el sector construcción del país no perciba un impacto positivo significativo”, afirmó el director de construcción en Portafolio Inmobiliario.
Por su parte, Alberto Bonilla expresó que, si bien los precios de las materias primas se han estabilizado a nivel mundial, hasta inicios de este año es que están empezando a ver una correlación con los precios de los materiales de construcción en Costa Rica, lo que podría beneficiar de cara al desarrollo de proyectos en este 2023.
Empleo
El sector construcción por definición es un dinamizador de la economía, de ahí la importancia de que el ritmo siempre esté creciendo, pues es una actividad generadora de miles de empleos directos y muchos otros más de forma indirecta en Costa Rica.
En el último registro de la Encuesta Continua de Empleo, del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), del trimestre móvil que terminó en noviembre anterior, el empleo del sector construcción muestra una leve mejora si se compara con el mismo periodo antes de la pandemia.
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El sector empleó a 155.285 personas en noviembre del 2022, una cifra que supera los 120.950 del año previo, así como los 127.049 del 2020 y los 142.299 del 2019, antes de la pandemia de la covid-19. Esta actividad económica no empleaba a tantas personas desde setiembre del 2019.
Según Quirós, ese repunte en el empleo puede responder a proyectos habitacionales, principalmente, que están mejorando un poco, así como algunos comerciales. Mientras que Baltodano destacó que también se han generado empleos en zonas francas fuera de la Gran Área Metropolitana y en proyectos turísticos de Guanacaste.