La actividad de la construcción registró crecimiento económico el pasado mes de abril, luego de 12 meses continuos en terreno negativo, de acuerdo con los datos más recientes del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), con corte a abril, publicados por el Banco Central de Costa Rica.
La industria de la construcción creció 3,8%, aunque el comportamiento fue disímil entre el sector público y privado. Este último explicó el crecimiento económico que registró la actividad, pues las obras con destino público siguen en negativo.
De acuerdo con el informe del Banco Central, uno de los factores que influyó en este resultado positivo para el sector de la construcción es un entorno más favorable de los precios de los materiales de construcción respecto a los meses anteriores.
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En mayo pasado, la lista de precios de los materiales cumplió 12 meses consecutivos en desaceleración, luego de experimentar fuertes aumentos desde finales del 2020 y principios del 2021, que se exacerbaron en los primeros meses del 2022 cuando estalló la guerra entre Rusia y Ucrania.
A pesar del crecimiento registrado en abril anterior, Randall Murillo, director ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Construcción, explicó que para confirmar un cambio en la tendencia se deben observar al menos tres o cuatro periodos de continuo crecimiento.
“La cifra de abril, si bien es positiva, responde a la moderación del ritmo de decrecimiento. Esta moderación tiene como principal motivo el avance de obras con destino privado, las cuales también mostraron un comportamiento hacia la baja durante 2022”, afirmó Murillo.
En esto coincidió José Baltodano, director de Construcción de la desarrolladora Portafolio Inmobiliario, quien consideró que es prematuro hablar de un crecimiento en el sector. “Necesitamos tener periodos más prolongados que muestren valores positivos para percibir el crecimiento”, comentó.
Según la Cámara, la alta inflación, la incertidumbre respecto a precios de la construcción, el tipo de cambio y la perspectiva de aumento en tasas de interés provocó un comportamiento mixto en el 2022, con un aumento para el primer trimestre y una tendencia a la baja en los meses posteriores.
Ahora, bajo el panorama actual, consideran que eventualmente podría ser un buen presagio de condiciones más favorables en el entorno económico, lo que está permitiendo un avance más dinámico en las obras privadas, sobre todo en proyectos que se están ejecutando actualmente debido a que en años anteriores mantuvieron condiciones de incertidumbre.
Contraste entre público y privado
Aunque en el panorama general la construcción registró un crecimiento para abril, la realidad es que el comportamiento entre las obras que tienen destino privado y las que desarrollan las diferentes autoridades estatales fue completamente distinto.
La construcción con destino privado creció 6,1% debido, principalmente, al segmento residencial, así como por la mayor construcción de viviendas para grupos de ingresos medios y altos, y por un aumento en la construcción de proyectos no residenciales en algunas zonas específicas, destaca el informe del IMAE de abril, preparado por el Banco Central.
Pese a esto, Baltodano manifestó que el sector todavía enfrenta una desaceleración fuerte desde la pandemia y un ritmo de decrecimiento en comparación con el 2021 y el 2022, lo que ha impedido que se produzca un impacto positivo en el tiempo para las empresas y los clientes finales.
Además, destacó que también hubo un impacto de otros factores como los precios de materiales, el comportamiento del tipo de cambio (que incide en la decisión de inicio de algunos proyectos) y el incremento del Impuesto al Valor Agregado (IVA), por lo que ve poco probable un repunte importante del sector.
“Estamos en un periodo de ajuste en el que debemos esperar a que las condiciones de volatilidad económica estabilicen. Sin embargo, es importante destacar que estas condiciones podrían mejorar en el futuro si se implementan medidas adecuadas”, manifestó Baltodano.
Por otro lado, la construcción con destino público presentó una caída de 8,2%, debido a la menor ejecución de las obras en Ruta 32, el Programa de Infraestructura de Transporte, los proyectos del Ministerio de Obras Públicas y Transportes e Instituto de Acueductos y Alcantarillados, según el informe de la autoridad monetaria.
Sin embargo, el emisor señaló que esto fue parcialmente compensado por las obras en carretera realizadas en San José y San Ramón, así como por las desarrolladas por el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) y las municipalidades.
Para el director ejecutivo de la Cámara de la Construcción, el peso del comportamiento de la construcción no puede depender únicamente del sector privado. Por esa razón, enfatizó en que el acompañamiento de la obra pública es fundamental para que el crecimiento pueda sostenerse en el tiempo.
¿Qué ha pasado con el empleo?
El sector construcción por definición es un dinamizador de la economía, de ahí la importancia de que el ritmo de crecimiento se mantenga; es una actividad generadora de miles de empleos directos y de muchos otros más de forma indirecta en Costa Rica.
En el último registro de la Encuesta Continua de Empleo, del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), del trimestre móvil que terminó en abril anterior, el empleo del sector construcción muestra una leve mejora si se compara con el mismo periodo del año pasado y de antes de la pandemia.
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El sector empleó a 148.504 personas en el trimestre móvil de febrero, marzo, y abril, una cifra que supera los 130.252 del año previo, así como los 134.565 del 2021, los 131.590 del 2020 y los 138.686 del 2019, antes de la pandemia de la covid-19, para ese mismo periodo.
Sin embargo, la cifra de trabajadores en construcción ha registrado una leve caída desde el trimestre finalizado en el mes de diciembre, luego de alcanzar una cifra de 155.285 personas en el terminado en noviembre. Una cantidad tan alta no se registraba desde setiembre del 2019.