Pese a que en los últimos nueve meses la inflación en Costa Rica ha tendido a desacelerarse, productos como los limones, la papa, los huevos y la sal, o servicios como el transporte en autobús se mantienen en la tendencia del aumento de los precios.
En el listado figuran productos principalmente del sector de alimentos, que fue uno de los grupos más afectados por los incrementos en los precios que iniciaron desde principios del año anterior, así como otros artículos que también son utilizados de manera cotidiana en el hogar.
En una comparación entre agosto del 2022 con mayo del 2023 el producto cuyo precio ha aumentado más es el limón ácido, que registró un incremento del 76,5% en ese periodo, según la información que arroja el índice de precios al consumidor (IPC), publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
LEA MÁS: Costo de alimentos se desacelera pero no al mismo ritmo de la inflación
Para la última semana de mayo (del 22 al 28), el precio del limón mesino y el tipo mandarina era, en promedio, de ¢120 por unidad en el mercado del Centro Nacional de Abastecimiento y Distribución de Alimentos (Cenada), es decir, ¢50 más caro que en agosto de acuerdo con los datos del Consejo Nacional de Producción (CNP).
Otros productos agrícolas como los frijoles, la papa o el plátano también han experimentado aumentos desde que los precios empezaron a desacelerar. Algunos de estos productos, como en el caso de los frijoles o la papa, son algunos de los más importantes para los hogares del país.
Esto de acuerdo con la ponderación del índice de precios al consumidor, el cual indica la importancia relativa del gasto de cada uno de los bienes y servicios reportados en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos, respecto a la erogación total de los hogares.
Rigoberto Vega, presidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA), explicó que la variabilidad de los precios de algunos productos del sector agropecuario responden a una mezcla de factores, como el aumento en los costos de producción, poca disponibilidad de capital de trabajo, así como la menor oferta o disponibilidad por la temporada.
Vega recordó que también existe una distorsión en el mercado, lo que provoca que los precios de algunos productos de ese sector se incrementen para los consumidores debido a la aplicación de márgenes de intermediación de los comerciantes con respecto a los valores de venta de los agricultores.
Con esto coincidió Fabián Segura, presidente de la Cámara Nacional de Productores de Papa, quien señaló que las alzas en los precios del producto se deben a la cadena de comercialización. “Los márgenes de intermediación superan el 100%”, aseguró el pasado 4 de junio.
En la rama de alimentos, otros productos como la avena, huevos, la sal, el consomé y las sopas en polvo también muestran variaciones importantes para mayo, en comparación con agosto pasado. La avena encabeza con un 23,62%, mientras que el consomé registró el menor crecimiento de ese grupo con un 7,65%.
Alonso Elizondo, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Costa Rica, aseguró que es normal en el comportamiento del mercado que el precio de algunos productos aumente, mientras una importante mayoría presenta disminuciones en su costo.
“El crecimiento del precio obedece a dinámicas específicas de los mercados y a decisiones de los participantes de la cadena de abastecimiento. Sin embargo, en este contexto de reducción de la inflación, es esperable que eventualmente estos precios se estabilicen o empiecen a disminuir”, afirmó Elizondo.
A pesar de que hay algunos alimentos que todavía se resisten a desacelerar, en el plano general la división de consumo de alimentos y bebidas no alcohólicas registró una caída total de -1,89% de agosto a mayo. En ese mismo periodo, la inflación general también tuvo una variación negativa de 2,78%.
Para determinar los 25 artículos que más crecieron, La Nación los seleccionó de la lista de alimentos, bienes, y servicios que utiliza el INEC en el cálculo del IPC. Se estableció la variación que tuvieron entre agosto del 2022 y la más reciente medición de mayo del 2023.
El punto de comparación que se tomó como referencia fue agosto del 2022, ya que fue en ese mes que la inflación tocó su punto más alto en este ciclo alcista al alcanzar una variación interanual del 12,13%. Para ese entonces, los precios llegaron a su nivel máximo, para emprender una desaceleración que se mantuvo para el último registro de mayo, que fue del 0,88%.
Productos del hogar
Algunos productos de uso cotidiano en el hogar también han experimentado incrementos en sus precios desde que la inflación empezó a ceder, hace nueve meses. Entre ellos el insecticida, que creció un 24,81% en mayo respecto a agosto pasado, así como el desodorante ambiental, que aumentó un 21,55%.
En un segundo plano figuran artículos de uso más habitual en los hogares, los cuales aumentaron entre un 8,12% y un 12,14%. Estos son el jabón para ropa (12,14%) y el papel higiénico (8,51%), además del jabón utilizado para lavar platos (8,12%) y el blanqueador de ropa (8,92%).
Katherine Chávez, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio Exterior de Costa Rica (Crecex), explicó que cuando se dan olas inflacionarias como la que vivió Costa Rica, uno de los rubros que usualmente es afectado en primera instancia es el de productos de limpieza.
La directora ejecutiva de Crecex comentó que esto sucede debido a los incrementos en los costos productivos y logísticos que experimentan las materias primas utilizadas para la manufactura de estos artículos, como insumos químicos, grasas, o aceites.
Para Santiago Aguilar, director ejecutivo de la Cámara de Industria y Comercio Costa Rica-México (Cicomex), la variación en el precio de estos productos también responde a que todavía mantienen un rezago de las implicaciones de la pandemia, como los cierres de fronteras y la crisis de los contenedores.
“Algunas empresas compraron materias primas muy caras, y esto fue un tema de decisión de continuidad del negocio. Era o no producir, o producir caro, entonces algunos tomaron esa decisión para no perder su participación de mercado, por lo que sobre la marcha tuvieron que asumir en el tiempo ese costo”, explicó Aguilar.
Aguilar agregó que también existe incertidumbre por el comportamiento del tipo de cambio, por lo que algunas empresas pueden optar por protegerse ante un eventual incremento, luego de experimentar variaciones en el precio durante el año pasado.
En el listado también figuran los textos educativos, que están dentro de la división de consumo de educación, así como el transporte en autobús, que es un servicio que también contempla el INEC en su cálculo mensual del comportamiento de los precios.
Este último servicio de transporte en autobús tuvo un alza en los pasajes del servicio a principios de marzo, como parte del ajuste extraordinario de precios que se aplica dos veces al año (una vez por semestre). Los cambios impactan todas las rutas del servicio que estén al día con sus obligaciones.
¿Qué pasa con la canasta?
Al igual que la inflación, el aumento en el costo de la canasta básica de alimentos empezó a desacelerarse (los precios siguen creciendo, pero a menor intensidad) desde agosto anterior. En abril, la canasta básica alimentaria fue de ¢58.887, es decir, ¢1.286 menos que en agosto pasado.
A pesar de esa reducción, el valor de los alimentos que integran la canasta básica se mantiene por encima del precio que se tenía hace un año, en mayo del 2022, cuando ese grupo de productos era ¢4.670 más barato que el valor que registró para el mismo mes del 2023.
Esta canasta, según define el INEC, es un conjunto de alimentos expresados en cantidades que permiten satisfacer las necesidades de energía o calorías diarias de un individuo promedio y es la que se utiliza como referencia para medir la pobreza.
El costo de estos alimentos básicos, donde se integran 14 grupos diferentes de productos, sumado a un monto adicional para cubrir otras necesidades básicas, forman lo que se conoce como la línea de la pobreza. Aquellos hogares cuyos ingresos no les alcanzan para cubrir ese monto se consideran pobres.
Mientras que las familias a las que sus ingresos no les permiten ni siquiera costear la canasta básica son las que se ubican en el nivel de extrema pobreza. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares del INEC, efectuada en julio pasado, 110.631 hogares viven bajo esta condición.