El crecimiento de la producción en Costa Rica se aceleró por quinto mes consecutivo en enero del 2023, impulsada por un mayor dinamismo de las compañías del régimen especial, donde figuran las zonas francas. Así lo muestra el índice mensual de la actividad económica (IMAE), cuyos resultados más recientes fueron publicados por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), este 14 de marzo.
El IMAE alcanzó un crecimiento de 4,2% en enero pasado; 0,3 puntos porcentuales más que el indicador del mes de diciembre. Estos datos son con base en la serie tendencia ciclo, la cual excluye factores irregulares y estacionales.
De acuerdo con el Banco Central, las empresas del régimen especial, como las de zona franca, tuvieron un crecimiento interanual del 22,9%, la mayor aceleración desde agosto del 2021. Por otro lado, el régimen definitivo se mantiene cerca del estancamiento y registró un aumento de 1,1% en enero (1,0% en diciembre).
Según el comunicado, difundido por el Banco Central, el fuerte dinamismo se explica por la manufactura de implementos médicos dentro de zonas francas, junto con los servicios profesionales y de desarrollo informático, todos para el mercado de exportación.
Si se analiza por actividad económica, el sector de manufactura fue el que más avanzó, en 7,6%. Según explicó el ente emisor, el crecimiento de este sector se debe al buen desempeño de las exportaciones de implementos médicos como catéteres y válvulas cardiacas. A pesar del importante crecimiento general, la actividad fabril de las empresas del régimen definitivo presentó caídas en la producción en casi la totalidad de sus industrias. Únicamente la producción de artículos textiles creció en el régimen definitivo.
Los servicios también presentaron un crecimiento importante, del 5,1%. Esto se fundamenta en un incremento en la venta de servicios profesionales, que aumentó 13%, además del incremento de 11,2% en la categoría de consultoría informática y una mayor demanda de alojamiento y restaurantes.
Otra actividad que mejoró, aunque en menor medida, fue el sector de comercio, el cual se incrementó en 1,2% en comparación con el mismo mes del año anterior. Aquí destaca la mayor venta de automóviles y la reparación de vehículos, además de la comercialización de productos farmacéuticos.
Por otro lado, la producción de actividades agropecuarias y de construcción mantienen un comportamiento negativo. Mientras el sector agro decreció en 1,1%, el sector de construcción cayó 9,3%.
Esta última industria es la que más contribuye con la desaceleración del IMAE, pues enfrenta las alzas internacionales en los precios del hierro y el acero debido al conflicto entre Rusia y Ucrania. La construcción con destino privado muestra una menor producción de infraestructura no residencial y de proyectos habitacionales. La construcción con destino público, por su parte, se contrajo como resultado de una menor ejecución del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) y de las municipalidades.
Regímenes se distancian
Los dos regímenes de la producción nacional (especial y definitivo) mantienen una realidad muy distinta, la cual se acentúa aún más con el dato más reciente publicado por el BCCR.
Mientras, el régimen definitivo, el cual representa cerca del 85% de la producción total del país, presenta apenas un crecimiento del 1,10% respecto al mismo mes del año anterior; el régimen especial crece a un ritmo mucho más dinámico, incrementándose 22,9% en solo 12 meses.
En el caso del sistema de zonas francas acumula ocho meses en crecimiento, según la información publicada por el BCCR, el régimen definitivo arrastra seis meses de estancamiento debido a la contracción de las actividades en sectores de manufactura, construcción, agropecuario y servicios de administración pública.