La economía de Costa Rica experimentó un crecimiento interanual de 4,9% en el mes de abril, atribuido principalmente al dinamismo de las empresas de zonas francas, aunque el impulso de ese régimen especial empieza a ceder, según el más reciente índice mensual de actividad económica (IMAE).
El resultado de abril corresponde a una desaceleración en comparación con el 5,3% registrado en el mismo mes del 2022, pero es superior en 0,2 puntos porcentuales (p. p.) respecto al del mes inmediato anterior, de acuerdo con el informe publicado, este viernes, por el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Según la autoridad monetaria, el crecimiento de la producción de abril se explica por el desempeño de los sectores de los implementos médicos, los servicios profesionales, así como los desarrollos informáticos por parte de empresas ubicadas en los sistemas especiales (gozan de beneficios tributarios).
En abril, la actividad de las multinacionales instaladas en zona franca y otras modalidades como el perfeccionamiento activo, aumentó 21,4%.
Pese a que en abril el crecimiento de la producción recayó en las zonas francas, el Banco Central indicó que, por segundo mes consecutivo, se mantuvo una ligera desaceleración en el nivel de actividad de este conjunto de empresas, debido a un menor ritmo de crecimiento de algunos servicios como los de informática, e investigación y desarrollo.
El informe también destaca un crecimiento del 2,0% en la actividad económica de las empresas bajo régimen definitivo (aquellas que pagan impuesto sobre la renta) en abril, en contraste con el 4,8% registrado en el mismo mes del año pasado.
En ese régimen, el comportamiento del crecimiento fue disímil por industria, aunque destaca el aporte positivo del sector de construcción, que después de 12 meses consecutivos de caídas presenta un crecimiento de 3,8%, comenta el BCCR. Además, mejoran las empresas de agencias de viajes y los servicios de publicidad y contabilidad del grupo de servicios profesionales.
En contraposición, la autoridad monetaria destacó que ese dinamismo fue parcialmente contrarrestado por las empresas manufactureras, cuya caída fue de 2,1 % para acumular 13 meses de contracción, así como por la Administración Pública, con una disminución de 1,8%.
Por sector
El Banco Central destacó en su informe que, al desglosar el IMAE por sectores, la manufactura, los servicios profesionales y administrativos, así como los de información y comunicación, destinados principalmente al mercado externo, impulsaron el crecimiento del índice general.
La actividad de la manufactura tuvo un crecimiento interanual del 7,5%, en abril pasado, mientras que en el mismo mes del 2022 fue del 6,1%. El aumento responde a la demanda externa por productos manufacturados de los regímenes especiales, que compensó la reducción de la producción en las empresas del régimen definitivo (-2,1 %).
Por otro lado, la industria de la construcción creció 3,8%, luego de caer desde abril del año pasado. Uno de los factores que influyó en este resultado es un entorno más favorable de los precios de los materiales respecto a los meses anteriores.
La construcción con destino privado creció 6,1% debido, principalmente, al segmento residencial, así como por un aumento en la construcción de proyectos no residenciales en algunas zonas específicas.
En tanto, las obras con destino público presentaron una caída de 8,2%, debido a la menor ejecución de las obras en Ruta 32, el Programa de Infraestructura de Transporte, los proyectos del Ministerio de Obras Públicas y Transportes e Instituto de Acueductos y Alcantarillados, apuntó el informe.
En la actividad de comercio y reparación de vehículos se registró un crecimiento de 1,6 %, mientras que en los servicios fue de 4,8%, motivado, principalmente, por las actividades asociadas a servicios profesionales y de desarrollo y consultoría informática.
La actividad agropecuaria fue la que registró el crecimiento más bajo para abril, con 1,1%. Este comportamiento responde a las condiciones climáticas que favorecen la productividad de café, banano, y piña, así como a una evolución favorable en el precio de insumos importados.