El Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica es más optimista que el Banco Central en cuanto al crecimiento en la producción del país esperado para este 2022.
En un comunicado, publicado este 23 de febrero, el Instituto informó de que proyecta un aumento en la producción para el 2022 de 4,8% (situado en un rango entre 4,2% y 5,3%); por encima del 3,9% que anunció el Banco Central en enero pasado.
También es superior a la proyección de crecimiento en la producción para el 2022 que realizó la empresa Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), de 4,1%, según compartió el economista, Fernando Naranjo.
Solo para el primer trimestre del año el IICE proyecta un crecimiento en la producción de 6,9% (situada en un rango de entre 6,7% y 7,2%), un poco menor al de trimestres anteriores, pero implica una fuerte recuperación respecto al primer trimestre del 2021, cuando la producción cayó 0,2%.
Rudolf Lucke, investigador del IICE, explicó que ese crecimiento proyectado surge con base en un modelo y algunas de las variables que consideran en dicho modelo están teniendo un resultado positivo. Por ejemplo, la movilidad de las personas, las tendencias de algunas búsquedas en Internet en relación con el empleo, la búsqueda de trabajo, las expectativas de las ventas de los diferentes sectores que reflejan las encuestas que realizan y las expectativas de las empresas en cuanto a la contratación.
Un supuesto muy importante en las proyecciones del Banco Central es que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional continúa y que el Gobierno recibe todos los préstamos externos que tiene previstos para este año. Lucke explicó que en sus proyecciones también suponen que esos recursos externos ingresan y que el buen cierre fiscal del 2021 se mantiene.
“En términos fiscales, el cierre del año pasado fue bastante bueno, parte de eso son los resultados de la reforma fiscal que no se pudieron ver producto de la pandemia, puesto que la regla fiscal empieza a aplicar a partir del 2020, y el impuesto al valor agregado se empieza a aplicar a mediados del 2019, entonces vimos muy poco y lo que después nos topamos es pandemia, entonces nosotros asumimos dentro del modelo, es uno de nuestros supuestos, que esa situación fiscal continúa de forma favorable”, detalló Lucke.
El crecimiento en la producción es una noticia positiva para los hogares porque puede implicar más oportunidades de empleo e ingresos; y para las empresas porque puede significar mayores ventas. Sin embargo, dicho crecimiento previsto, según Lucke, si bien se espera que tenga un impacto positivo en el mercado laboral, puede ser que no sea tan fuerte.
El economista comentó que hay una relación directa entre crecimiento y empleo; no obstante, y si se estima un crecimiento del 4,8%, probablemente se de un aumento en los ocupados. Ahora bien, durante la pandemia las empresas han logrado recuperar su actividad con menos trabajadores, entonces podría estarse dando un ajuste donde siguen produciendo más y lograron ajustar su personal. Por ejemplo, una persona en teletrabajo podría lograr más funciones. Por lo tanto, lo que espera es que el nivel de ocupación o se mantenga o se incremente, y que no se den incrementos en el desempleo este año.
El año pasado la producción de Costa Rica aumentó un 7,6% luego de haber caído 4,1% en el 2020, debido a la pandemia.
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“El impulso a la economía viene, sobre todo, de una reactivación en el consumo de los hogares, aunado a un mejor clima para la inversión. El crecimiento en ambos aspectos ha sido incluso más importante que los números mostrados por el país en 2019″, explicó el IICE en el comunicado.
Lucke comentó que durante la pandemia muchos hogares aumentaron sus niveles de ahorro y ahora parecen dispuestas a gastar ese excedente y eso explica el repunte en el consumo.