El crecimiento económico de Costa Rica se mantiene estancado en el 2024, con aumentos entre 3,6% y 3,7% durante los primeros cuatro meses del año, según los datos más recientes del índice mensual de actividad económica (IMAE).
El informe del Banco Central de Costa Rica (BCCR) muestra que la producción interanual aumentó 3,6% en abril, lo que representa una disminución de 1,9 puntos porcentuales (p. p.) en comparación con el mismo periodo de 2023; y 0,1 p. p. menos respecto al mes anterior.
En los primeros cuatro meses del año, el aumento interanual de la producción se ubicó en 3,7% para enero y marzo, mientras que para febrero y abril bajó un poco, a 3,6%. “El crecimiento interanual en abril del IMAE fue de 3,6%; similar al observado desde enero del presente año”, se lee en los comentarios del informe compartido esta mañana.
El Banco Central explicó que el crecimiento de la producción en abril de 2024 proviene principalmente de la manufactura, especialmente de implementos médicos, los servicios profesionales, el comercio y el transporte.
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En el régimen especial, que incluye a las zonas francas y modelos como el perfeccionamiento activo, la producción creció 9,1%, su valor más alto en lo que va del año. Sin embargo, se redujo en 12,6 puntos respecto a abril de 2023 y aumentó 0,1 p. p. en comparación con el mes anterior.
No obstante, el Banco Central señaló que la caída interanual en zonas francas es una situación previsible debido al extraordinario aumento de la producción observada para este conjunto de empresas a partir del tercer trimestre de 2022.
Por otro lado, el régimen definitivo, que incluye a empresas que tributan renta, registró un aumento del 3,3%, superando en 0,7 puntos al mismo mes del año anterior, aunque se redujo en 0,3 p. p. respecto al registro de marzo pasado.
Este régimen comenzó a desacelerarse en setiembre pasado y se ha mantenido estancado durante este año. Según el economista Daniel Ortiz, director ejecutivo de Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), esta dinámica responde a la persistencia de factores que están presionando a estas empresas.
Entre ellos se encuentran las tasas de interés, que se mantienen elevadas, así como la baja en el precio del dólar durante los primeros cuatro meses de este año, lo cual impacta a algunos sectores clave como el turismo y a los exportadores.
El crecimiento del régimen definitivo responde al dinamismo de las actividades de comercio, los servicios profesionales y el transporte. El BCCR afirmó que las empresas del régimen definitivo aportaron 71% del aumento del IMAE general, mientras que las zonas francas representaron el 29%.
Con el resultado de abril de este año, favorable tanto para el régimen definitivo como para el régimen especial, el incremento medio de la actividad económica para los primeros cuatro meses de 2024 se ubica en 3,7%.
Ortiz mencionó que este comportamiento de la producción en el 2024 va en línea con lo expuesto por el Banco Central, donde se plantea que Costa Rica crecerá menos este año ante la desaceleración de la demanda externa e interna y un menor crecimiento del consumo.
Pablo González, analista económico de Mercado de Valores, coincidió en que este comportamiento de la economía sucede en línea con lo esperado al inicio de este año, cuando se pronosticaba que no se veían incentivos adicionales para que la producción volviera a las tasas de crecimiento observadas en el 2023.
González añadió que si bien la inflación negativa genera incentivos, las tasas de interés activas (las de los créditos) aún no son tan favorables para generar una mayor dinámica económica, a pesar de las bajas en la tasa de política monetaria (TPM).
Por actividad económica
En cuanto a las actividades económicas específicas, según el Banco Central, en abril fueron impulsadas principalmente por la industria de implementos médicos, los servicios profesionales y administrativos, así como por el comercio y el transporte.
La manufactura aumentó 5,7%, con una desaceleración de 0,9 p. p. respecto al mismo mes del año anterior. Sin embargo, el comportamiento es disímil según el régimen, pues en las zonas francas la actividad creció 9,4%, impulsada por los implementos médicos, mientras que las empresas fuera de estas apenas aumentaron el 1,3%.
La actividad de comercio y reparación de vehículos creció 4,9% y se posiciona en tercer lugar según su contribución al incremento del IMAE de abril. En esta categoría destaca la venta de artículos eléctricos, vehículos y productos electrónicos, farmacéuticos, de ferretería y construcción.
Por otro lado, los servicios aumentaron 4,5%, impulsados principalmente por los servicios profesionales, transporte, información y comunicación. Se destacó el dinamismo de servicios como la publicidad, el alquiler de vehículos y las agencias de viajes en el régimen definitivo.
La industria de la construcción experimentó un crecimiento interanual del 0,9% en abril, explicado por el aumento de 2,6% en la ejecución de obras públicas, dado que las construcciones privadas disminuyeron en 0,4%.
Según el Banco Central, esta evolución de la construcción privada obedece a la disminución de proyectos residenciales de interés social y para grupos de ingresos medios, así como de plazas comerciales y bodegas. Las edificaciones no residenciales siguen creciendo por encima del 20%.
Finalmente, la actividad agrícola cayó 0,2% debido, fundamentalmente, a la reducción en la producción de café y banano. Esto fue parcialmente compensado por el aumento en las exportaciones de piña y tubérculos, así como la mayor demanda interna de leche y huevos.