El crédito en dólares, que tuvo un gran auge a partir del año 2000, empezó a frenarse desde el 2016 y hoy, a pesar de que las cuotas siguen siendo más bajas que en colones, ya no es tan atractivo para quienes no tienen ingresos en la divisa.
En el 2020 el crédito en la moneda extranjera cayó 3,7% y para el 2021 y el 2022 el Banco Central estima que no crecerá, según detalló en su Programa Macroeconómico 2021 y 2022.
La contracción se ha concentrado en la banca estatal, donde, a partir de mayo del 2017 el saldo de créditos en dólares, expresado en colones, comenzó a caer.
La Dirección General de Relaciones Institucionales, Publicidad y Sostenibilidad del Banco Nacional explicó, mediante una respuesta escrita, que la reducción obedece a que las recuperaciones en esa moneda no se han visto compensadas por nuevas colocaciones en dólares.
Mientras tanto, entre los bancos privados, que han dominado este mercado, dicho crédito se ha mantenido estable, especialmente desde el 2019.
El crédito en dólares sigue teniendo cuotas más bajas. Solo como ejemplo, pues hay muchos otros factores a considerar para solicitar un préstamo, en la feria actual de vivienda, la cuota para un crédito hipotecario por ¢50 millones con plazo 30 años en Davivienda, inicia en ¢425.864 colones, más seguros, mientras que para un financiamiento de $82.000 a plazo 30 años inicia en $557 (unos ¢340.000), más seguros.
En el Banco de Costa Rica para un crédito hipotecario por ¢50 millones con plazo 30 años, a una tasa igual a la básica (3,45% actualmente) más 2,43% la cuota inicial es de ¢330.704 incluyendo pólizas de vida, desempleo e incendio. Para un crédito en dólares por $82.000, pero a 25 años, con una tasa de interés de 7,50% del primero al tercer año, la cuota inicial es de $613 (casi ¢374.000). La cuota en dólares colonizada es un poco más alta, pero el plazo es cinco años menor.
“Anteriormente las cuotas de un crédito en dólares resultaban un tanto favorables si se comparaba con la cuota en colones. Hoy las tasas de interés en colones han experimentado un ajuste a la baja y eso tiende a ser un incentivo adicional para los clientes, al momento de definir la moneda del crédito”, indicó el Banco de Costa Rica por medio de la oficina de prensa.
En el año 2000, los préstamos en dólares representaban casi la tercera parte de los créditos totales (un 34%) pero tal fue su auge que en abril del 2004 alcanzaron casi la mitad del total (50%). Para enero del 2021 la participación volvió a ser menor, alcanzó un 37% del total.
Sistema financiero
FUENTE: ELABORACIÓN PROPIA CON DATOS DEL BANCO CENTRAL
Durante varios años las autoridades monetarias y supervisoras llamaron la atención de bancos y clientes sobre el riesgo cambiario que enfrentan quienes generan ingresos en colones y asumen préstamos en dólares.
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Según información suministrada por Rocío Aguilar, superintendencia General de Entidades Financieras, al 2020 la cartera en dólares convertida a colones cerró en ¢8,2 billones, un 33% de esa cartera corresponde a clientes que tienen ingresos en dólares y un 66% no reciben ingresos en la divisa.
De los generadores de divisas, el 58% corresponde a personas físicas y el resto a jurídicas y entre los generadores la mayor parte, el 85%, son empresas.
Para Aguilar, tres factores influyeron en la reducción de la participación de los créditos en dólares respecto al total: la medida que se aplicó a partir del 2016 de establecer una estimación del 1,5% sobre los créditos en dólares otorgados a quienes no tenían ingresos en esa moneda, la mayor volatilidad en el tipo de cambio, especialmente desde el 2018 y los encajes (porcentaje de las captaciones que los bancos deben apartar) más altos en dólares que en colones (15% en dólares y 12% en colones)”.
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El exgerente del Banco de Costa Rica, Carlos Fernández, consideró que hasta el 2020 los créditos en dólares vigentes continuaron siendo atractivos contra una eventual colonización debido a que las tasas internacionales (Libor y Prime) disminuyeron radicalmente, casi 2% ambas.
“No obstante, durante el segundo semestre el tipo de cambio aumentó de forma importante y puso a pensar a las empresas en la colonización de deudas existentes o en la generación de nuevos créditos en colones con estabilidad en la tasa básica pasiva y en cierta reducción del spread que cobran los bancos sobre la tasa básica pasiva”, indicó.
Añadió que los bancos del Estado también han estado muy proactivos fomentando la colonización y la formalización de nuevos créditos en colones.
Fernández estima que en el 2021 se dará una fuerte colonización del crédito hasta agotar los recursos puestos a disposición por el Banco Central.
“Ofrecer al sistema financiero fondos del Banco Central a tasa fija del 4%, por 4 años, es un incentivo para la colonización, sobre todo si los bancos extienden el plazo de 4 años con fondeo propio aunque sea a tasas de interés más bajas. Es un seguro para los deudores garantizarse una tasa de interés tan atractiva y en particular porque es fija por un período de 4 años. Hace más de 20 años que no se ofrecía al sector empresarial productivo tasas de interés fijas”, indicó Fernández.
¿Se ha reducido suficientemente el riesgo?
Si bien el riesgo se ha reducido, la preocupación ahora se podría centrar en si las entidades financieras podrían sufrir un descalce de moneda, pues los depositantes siguen invirtiendo ahorros en la divisa pero ya no se presta tanto en ella.
“No necesariamente. Esto dependerá de si la entidad decide cambiar su posición en moneda extranjera, de lo contrario simplemente significaría mayor liquidez en dólares”, indicó en su respuesta el Banco Nacional.
Para Aguilar la incertidumbre del momento incentiva a la gente está más reacia a tomar créditos, mientras que los ahorros se están ubicando en el plazo más corto y en dólares.
Parte de esa incertidumbre viene de un problema fiscal que no termina de resolverse.
“Una vez que el país efectivamente avance en el acuerdo con el FMI (Fondo Monetario Internacional), una vez que el programa de avales esté debidamente aprobado en la Asamblea Legislativa, conforme la línea del Banco Central para reestructurar, mejorar las condiciones de crédito, conforme todo eso vaya sucediendo y se reestablezca la confianza, que es básicamente lo más complicado en los últimos años, yo diría que eso ayuda a cambiar la situación. Mientras no haya confianza no hay demanda de crédito, los ahorros se van a seguir dolarizando y además en plazos relativamente cortos”, opinó Aguilar.