Costa Rica destaca como el segundo país donde sus trabajadores laboran más horas entre 44 naciones, incluidos todos los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), a la cual pertenece la nación centroamericana, según una lista publicada por esa organización.
Se trata del número total de horas efectivamente trabajadas por año dividido por el promedio de personas empleadas por año. Se incluyen las horas normales de trabajo a tiempo completo, a tiempo parcial, las extra pagadas y no pagadas, las labores adicionales y se excluye el tiempo no trabajado debido a días festivos, vacaciones anuales pagadas y la incapacidades. Se abarcan trabajadores por cuenta ajena y por cuenta propia.
Junto con Costa Rica, ocupan los primeros lugares en horas trabajadas los otros tres países latinoamericanos que pertenecen a la OCDE: México, Colombia y Chile.
Las explicaciones
José Manuel Salazar, exdirector general de Empleo de la Organización Internacional del Trabajo y exdirector regional para América Latina y el Caribe, comentó algunas posibles razones que explican esta situación.
Una es que en América Latina hay mayor informalidad y en ese sector las jornadas son mas largas; que la región tiene menor productividad y menor ingreso por persona por lo que se trabaja más horas para compensar y que en países desarrollados el costo de las horas extra es mayor y la inspección laboral más estricta, lo que desincentiva jornadas largas.
“Dado que las economías de América Latina son de ingreso medio, mientras que las europeas y otras son de ingresos altos, y que a mucha gente no le alcanza para vivir con los salarios mínimos vigentes, mucho más gente busca trabajos adicionales a tiempo parcial, además de sus jornadas normales para mejorar sus ingresos, algo que los trabajadores de economías de altos ingresos no tienen necesidad o incentivo para hacer”, comentó Salazar.
Otro aspecto es que una parte muy importante del nivel de vida de los trabajadores en las economías europeas y desarrolladas, con fuertes Estados de Bienestar, provienen del llamado “salario social” (diversos tipos de transferencias sociales), mientras que en América Latina la mayor parte de los ingresos provienen del salario privado y el componente de “salario social” es mucho más bajo.