El déficit financiero del gobierno central cerró el 2019 en un monto equivalente al 6,96% de la producción (unos ¢2,5 billones), anunció, la tarde de este miércoles 29 de enero, el ministro de Hacienda, Rodrigo Chaves.
El déficit financiero es el exceso de gastos sobre ingresos, incluidos los intereses. El gobierno central incluye el Poder Ejecutivo (todos los ministerios), el Poder judicial, la Asamblea Legislativa y el Tribunal Supremo de Elecciones, con sus órganos adscritos.
El resultado del 2019 es mayor al 5,9% que se alcanzó en el 2018, y mayor al 6,3% que se previó para el 2019, en la revisión del programa macroeconómico del Banco Central y es el mayor registrado desde 1980, según una serie histórica suministrada por el ente emisor.
El 2019 fue el año en el cual se implementó la Ley 9635, Ley de Fortalecimiento de la Finanzas Públicas, que incluyó cambios en los impuestos y en las remuneraciones.
Con este resultado, Costa Rica cumple 10 años de tener faltantes en el gobierno central superiores al 4% de la producción, lo cual alimenta cada año la deuda del gobierno y entre mayor es el endeudamiento, más se dificulta obtener nuevos créditos.
El déficit primario, que es el exceso de gastos sin intereses sobre ingresos cerró en 2,78% de la producción, más que en el 2018, que fue de 2,32% de la producción, por el aumento en la inversión en infraestructura de 0,66% de la producción, y por los gastos para Japdeva (Ley número 9764 de Transformación de los Trabajadores de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica) y el cierre de Bancrédito.
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FUENTE: BANCO CENTRAL, MINISTERIO DE HACIENDA. || J.C. / LA NACIÓN.
Ingresos y gastos
Los ingresos totales del 2019 (en su mayoría por la vía de la recaudación de impuestos) aumentaron 8,1% respecto al 2018, lo cual representa casi ¢400.000 millones.
Ese incremento se explica en un 39% por el aumento en la recaudación del impuesto a las utilidades y en un 37% por el aumento en la recaudación del impuesto al valor agregado.
Por su parte, los gastos totales aumentaron 12,6%, cerca de ¢885.000 millones, y el 32,5% de ese aumento se debe al incremento en el pago de intereses, el 27% por el aumento en los gastos para obras públicas y otro 27% por el incremento en las transferencias, detalló el economista Alberto Franco.
El gasto en sueldos y salarios subió 3,09% por la limitación al aumento salarial y los incentivos, con una desaceleración respecto al 2018, que fue de 5,22%.
Para el jerarca de Hacienda, si el país no hubiera subido los impuestos, estaría en una situación crítica. Añadió que el déficit subió por el aumento en las tasas de interés, y justificó el incremento del gasto en inversión por la necesidad que existe de obra pública.
Añadió que la obra pública pasó de 1,37% de la producción, en el 2018, a 1,98% de la producción, en el 2019.
“No es suficiente, Costa Rica debería invertir más, Costa Rica debería invertir más, pero fue un esfuerzo y ustedes lo ven en la calle”, dijo Chaves.
También en la inversión se suman los $100 millones de compra de acciones del Banco de Desarrollo de América Latina (la CAF), con el fin de cumplir los requisitos para acceder a un crédito de $500 millones.
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“Estamos trabajando muy duro para tener acceso a financiamiento internacional, porque los pagos de intereses nos están generando un gasto excesivo”, dijo el Ministro.
Peso de la deuda
El gobierno también insistirá este año, en la Asamblea Legislativa, en una emisión de eurobonos por $4.500 millones, para lo cual debe presentar un proyecto de ley. Sin embargo, diputados de la oposición han sido renuentes a autorizar montos altos, y el año pasado, por ejemplo, se solicitaron $6.000 millones y apenas se logró permiso para colocar $1.500 millones.
“El tema con la Asamblea Legislativa, dijo Chaves, es que se gastó 4,12% del PIB en intereses y pudiéramos haber gastado menos si hubiéramos emitido más de $1.500 millones (en eurobonos) y lo hubiéramos hecho más temprano, y ahora la Asamblea Legislativa va a tener que valorar si quiere reemplazar deuda cara con deuda barata”, comentó Cháves.
Con estos resultados fiscales, la carga de la deuda del 2019 cerró en 58,5% de la producción y como no llega al 60%, todavía hay espacio en el presupuesto del 2021 de aplicar la regla fiscal solo sobre el gasto corriente, que es el que incluye remuneraciones, transferencias e intereses, principalmente.
Sobre la diferencia entre el déficit observado al cierre del 2019 y las proyecciones que se habían hecho, el jerarca explicó que pasaron dos cosas: en primer lugar, que el crecimiento de la producción no fue tan robusto como se esperaba y hubo aumento en varios rubros de gasto, como el costo de los intereses, leyes como la de Japdeva, desastres naturales, la quiebra de Bancrédito y la decisión de que hay que invertir en obras.
Reacciones
Economistas consultados consideraron que a este paso va a costar detener el crecimiento de la deuda y también conseguir más préstamos.
“Emitir más eurobonos, con este precedente, es mortal. Si en la situación anterior se tuvo que pagar tasas de 7% en dólares (cuando Panamá colocó al 3%), no me imagino lo que va a pedir el mercado. Probablemente, tasas de 8% o más”, consideró el economista Dennis Meléndez.
Por su parte, el especialista en materia económica, Vidal Villalobos, también consideró que la gente con esos datos no le va prestar fácilmente al Gobierno.
“No se ve mucho avance aún. El endeudamiento y pago de intereses sigue creciendo y la economía no tanto. Al paso que se avanza, tomaría mucho tiempo detener el crecimiento de la deuda del gobierno. Conviene evaluar, seriamente, la venta de activos públicos improductivos y el plan CIERRE, para obtener recursos nuevos y hacer abonos extraordinarios a la deuda, que pronto se comerá un tercio de los impuestos y, de no detener su crecimiento, más aún", comentó el exministro de Hacienda, Thelmo Vargas.