Uno de los temas que ha sido motivo de discusión en los últimos meses es el comportamiento en el precio del dólar respecto al colón, que hace exactamente un año, el 21 de junio del 2022, alcanzó un pico histórico de ¢696,76, para luego emprender una caída pronunciada del 22% en su cotización.
El precio del dólar tocó un techo sin precedentes en el promedio en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex), que es administrado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), mientras que en las ventanillas de las entidades financieras superó incluso los ¢700 la venta, en junio del 2022.
Posteriormente, se inició una tendencia a la baja. Ahora, un año más tarde, su precio cayó hasta ¢545,47, una reducción de ¢151,30 en cuestión de 12 meses. No hay precedente de una caída tan fuerte, en tan poco tiempo, en la historia reciente, desde que el Monex comenzó a operar en Costa Rica, en el 2006.
Incluso, este comportamiento a la baja, que se inició desde junio del 2022, provocó que el Banco Central convocara, en enero pasado, a una conferencia para explicar el comportamiento del tipo de cambio y las razones que propiciaron la tendencia a la baja en la divisa.
¿Qué provocó este descenso en el precio del dólar en los últimos 12 meses? ¿Cuáles factores podrían incidir en que la divisa se aprecie de nuevo ante el colón? A continuación, La Nación explica lo que ocurrió con el tipo de cambio en el último año.
La caída
En Costa Rica, el dólar es un activo cuyo precio se determina en el mercado, por lo que este se ve influido por fuerzas de la oferta y demanda. Es decir, ante una mayor abundancia de dólares (más oferta), el valor de la moneda en comparación con el colón baja. Por otro lado, si la demanda crece, el precio más bien aumenta.
En el último año, la disminución en el precio del dólar responde justamente a que hay mayor abundancia de divisas en la economía costarricense, pues tras la pandemia se reactivaron muchas actividades que representan un ingreso importante de dólares para el país, como el turismo.
Según el último Informe de Política Monetaria del Banco Central, de abril del 2023, la abundancia de dólares que ha estado presente desde el segundo semestre del 2022 responde, mayoritariamente, a operaciones relacionadas con la economía real.
Además del turismo, resaltaron que influyó una evolución favorable de las exportaciones, sobre todo las relacionadas con las zonas francas, los proyectos de inversión extranjera, y, en menor medida, el premio por ahorrar en colones debido a los incrementos en las tasas de interés en moneda nacional, y a la mejora en la percepción de riesgo país.
Por otro lado, la demanda de dólares también se atenuó desde el segundo semestre del 2022, ante la estabilidad en los precios de las materias primas, cuyo costo se elevó por los choques inflacionarios causados por la guerra entre Rusia y Ucrania, señaló la autoridad monetaria.
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También influyó la menor demanda de divisas por parte de las administradoras de fondos de pensiones complementarios, que pasaron de comprar $931 millones, en el primer semestre del 2022, a $374 millones, en el segundo semestre de ese mismo año.
El ascenso en la cantidad de divisas en el mercado costarricense del último año se refleja en el resultado de las ventanillas de las entidades financieras en los primeros seis meses del año, en los cuales se ha registrado un fuerte superávit de dólares (compran más de los que se venden).
Entre el 1.º de enero y el 19 de junio del 2022, el superávit fue de $1.027 millones, mientras que en ese mismo periodo del 2023 fue de $3.715 millones, con marzo como el mes en el que las entidades financieras se quedaron con más dólares. La diferencia entre un año y otro es de $2.687 millones.
Estos excedentes de dólares que registran las entidades financieras costarricenses, que resultan de la operación de restar las compras de la divisa a las ventas que realizan en los cinco días hábiles de la semana, normalmente van al Monex, por lo que alimentan la oferta y presionan a la baja el precio de la divisa.
Vidal Villalobos, economista de Grupo Prival, comentó que todavía existen presiones que pueden incidir en una apreciación del colón respecto al dólar, como la entrada de $1.500 millones correspondientes al segundo tramo de los eurobonos del Gobierno, la inversión extranjera directa y lo que siga ingresando por turismo.
Reclamos
El marcado comportamiento a la baja en el último año también ha generado reclamos de algunas cámaras empresariales, quienes han señalado al Banco Central por la apreciación del colón y el comportamiento de la tasa de política monetaria, que influye en las tasas de interés del mercado.
A principios de mes, un grupo de 12 cámaras empresariales incrementaron la presión contra el Banco Central para que bajara la TPM en al menos dos puntos, a 5,50% desde 7,50%, e interviniera en el mercado cambiario, con el fin de evitar la caída en el precio del dólar. Las agrupaciones advirtieron de que se está generando un clima que afecta a la producción nacional y se desincentiva la inversión.
En enero de este mismo año, representantes de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) y la Cámara Costarricense de Hoteles (CCH) se reunieron con el presidente del Banco Central para expresar sus preocupaciones respecto a la caída del tipo de cambio. A los días, la Cámara de Exportadores también reaccionó con preocupación por la baja en el precio del dólar.
En reiteradas ocasiones, Róger Madrigal, presidente del Banco Central, ha defendido el papel de la autoridad monetaria en el mercado cambiario, como uno de los principales compradores del Monex (incidiendo en la demanda en un contexto de oferta importante). Además, ha asegurado no contar con evidencias de que el exceso de dólares en la economía sea originado por capital especulativo o tenga origen ilícito.
¿Qué esperar en 2023?
Desde finales de abril y hasta lo que va de junio, el comportamiento en el tipo de cambio se volvió más estable, con precios que oscilaron entre ¢539 y ¢547, con semanas en las que las variaciones van de ¢1 a ¢3, tanto al alza como a la baja.
Carlos Fernández, exgerente del Banco de Costa Rica (BCR), explicó que esta mayor estabilidad en el precio del dólar responde, en parte, a una menor transacción de compra y venta de la divisa por medio del Monex, donde se establece el precio de referencia.
Pese a que la cotización del dólar no se puede predecir, existen algunos elementos en la economía que podrían presionar la cotización al alza. Sin embargo, también existen presiones a la baja, con lo que es posible que se avecine un periodo de más estabilidad, según explicó Villalobos.
El economista comentó que, aunque la tasa de política monetaria no bajó tanto como el mercado esperaba, todo parece indicar que en las próximas reuniones se darán nuevas reducciones debido al comportamiento a la baja de la inflación, que impactarán a la baja en las demás tasas del mercado.
“Esto haría que los dólares se vuelvan más atractivos, entonces hay un efecto en la apreciación. Si se reducen las tasas en colones, ese resultado favorable empieza a reducirse de manera importante”, manifestó Villalobos, quien añadió que con la inflación controlada el Banco Central tiene un mayor margen para un periodo de depreciación del colón.
Por otro lado, las expectativas que el Banco Central midió por medio del mercado y las encuestas a economistas, para mayo del 2023, apuntan hacia un aumento en el precio del dólar en los próximos 12 meses, específicamente de 6,3% y 3,83%, respectivamente.