El resultado del índice mensual de la actividad económica (IMAE) a enero 2021 muestra que la producción de las empresas que pertenecen al régimen definitivo, la mayor parte de las que operan en Costa Rica, se recuperan muy lento.
Por el contrario, la producción de las empresas del régimen especial muestra un gran dinamismo y ya superó el nivel y las tasas de crecimiento que tenía antes de la pandemia.
En el régimen definitivo se ubican las empresas que no tienen beneficios fiscales. El indicador de ese sistema cayó 7,1% en enero 2021, respecto al mismo mes del año anterior.
Este retroceso es fuerte, pero al menos es un poco menor al -8,8% registrado en julio del 2020, respecto al mismo mes del año anterior.
Según información suministrada por el Banco Central con base en el año 2017, el valor bruto de la producción del régimen definitivo en ese año representó 90% del total. El restante 10% correspondió al régimen definitivo.
Por cantidad de productores, en ese año, 140.297 pertenecían al régimen definitivo y 358 al régimen especial.
El régimen especial (zonas francas, por ejemplo), creció un vigoroso 17% en enero del 2021, respecto al mismo mes del año anterior.
Este dinamismo se refleja en los puestos de trabajo, lo cual ayuda a paliar el alto desempleo en el país, de 19% en el trimestre móvil que terminó en enero.
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Esta semana empresas del régimen especial anunciaron fuertes contrataciones de trabajadores.
Intel Costa Rica informó de que requiere a 202 personas; la empresa canadiense Bill Gosling Outsourcing anunció que contratará a 200 nuevos trabajadores y dos universidades, la Universidad Técnica Nacional (UTN) y por otra parte la Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología (Ulacit), anunciaron ferias de empleo en las que se ofrecen 3.950 vacantes, muchas de ellas en zona franca.