Los países latinoamericanos tienen distintas realidades cuando se habla del riesgo de sus bonos de deuda externa, mediante los cuales sus gobiernos centrales acceden a financiamiento para distintos fines.
Al estar respaldados por los gobiernos de cada país, los títulos soberanos se consideran seguros, sin embargo, cada país supone distintos niveles de tranquilidad para los inversionistas.
El riesgo país se calcula con la diferencia (conocida como spread) entre la tasa de interés que un país emergente (como Costa Rica) debe de pagar por emitir deuda en el exterior respecto al rendimiento que pagan los Bonos del Tesoro de Estados Unidos, que son considerados “libres” de riesgo.
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El resultado se conoce como el Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI), calculado por la firma JP Morgan Chase. Mientras más riesgo tenga un país de honrar los pagos de esos bonos, más alto será el EMBI de ese territorio.
De acuerdo con información publicada por el portal Bloomberg, el pasado 16 de enero del 2023, con información del Banco Central de República Dominicana, el país latinoamericano con mayor riesgo para adquirir un bono es Venezuela, que no se incluyó en el gráfico pues su nivel es tan alto que podría dar dificultades para observar los indicadores de otros países. Su EMBI es de 43.309 puntos.
Esta nación entró en default (impago de obligaciones) en 2017 tras el vencimiento de la deuda de sus bonos soberanos, y a partir de ese momento los intereses han venido en aumento.
Le siguen Argentina, El Salvador y Ecuador; los tres países superando los 1.000 puntos. A pesar de que el panorama no es el más alentador para estos países, tanto Argentina como El Salvador reportan aumentos en los precios de sus bonos, lo que lleva a caer el EMBI en ambos países.
Caso contrario es el de Ecuador, que tras la victoria de Guillermo Lasso, en las elecciones del 2021, los precios de sus bonos aumentaron.
¿Y Costa Rica?
Costa Rica, tiene un EMBI levemente más bajo en comparación con el promedio latinoamericano y global, y el país también mejoró su perspectiva de riesgo el año pasado. Las agencias calificadoras de riesgo Fitch y Standard & Poor’s cambiaron la perspectiva de negativa a estable en marzo del 2022, y mantuvieron la calificación crediticia en ‘B’.
Actualmente, el Gobierno se prepara para vender los bonos de deuda externa en el mercado internacional, conocidos como los eurobonos, aprobados por la Asamblea Legislativa en segundo debate el pasado 29 de noviembre.
Ahora, el país tiene abierto el concurso para elegir al banco que se encargará de la colocación de los primeros $1.500 millones de eurobonos en el mercado internacional.
El próximo 26 de enero, el país deberá pagar un título por $1.000 millones correspondientes a un eurobono colocado en los mercados internacionales en noviembre del 2012. Al 31 de diciembre pasado, Hacienda tenía depositados $812,1 millones en cuentas del Banco Central correspondientes a ese pago.
Nogui Acosta, ministro de Hacienda, confirmó este lunes 16 de enero que el Gobierno ya cuenta con los recursos necesarios para pagar. “Ya tenemos los recursos necesarios para el pago del eurobono, pero también para hacerle frente al pago del salario escolar, que también se hará en estos días”, dijo el jerarca al ser consultado por La Nación.
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