Madrid y San José. Estados Unidos entró en recesión técnica en el segundo trimestre de 2022, cuando su producto interior bruto (PIB) experimentó una caída del 0,2%, tras ya haberse contraído un 0,4% en los tres primeros meses del año, según se desprende de la primera estimación del dato publicada este jueves 28 de julio por la Oficina de Análisis Económico del Gobierno estadounidense (BEA, por sus siglas en inglés).
Se denomina recesión técnica, según el consenso de los economistas, a la situación económica que se da al encadenar dos trimestres de contracción económica. La BEA ha explicado que entre abril y junio se registraron descensos en inversión privada en inventarios, en inversión residencial fija, en el gasto del Gobierno y en inversión fija no residencial. Sin embargo, estos retrocesos fueron compensados en parte por un alza en las exportaciones y el gasto de los consumidores.
El organismo también explicó que la contracción económica del segundo trimestre se produjo en un contexto de “continua inflación”, con bajo desempleo, tipos de interés al alza y problemas persistentes en las cadenas de suministro.
Debido a esta contracción, el PIB de Estados Unidos al cierre del segundo trimestre de 2022 era un 2,5% superior al observado al finalizar el cuarto trimestre de 2019, antes de cualquier impacto de la pandemia del covid-19. En el primer trimestre, este dato estaba en 2,7% por encima.
En términos puramente anualizados – la forma preferida por la Oficina de presentar los datos–, el PIB de Estados Unidos se contrajo 0,9% en el segundo trimestre del año, frente al descenso anualizado del 1,6% del primer trimestre.
Sin embargo, hay mucho material para alimentar el debate sobre una recesión económica en el gigante norteamericano.
Aunque la definición comúnmente aceptada de recesión corresponde a dos trimestres consecutivos de disminución del PIB, diversos economistas, y también la administración de Joe Biden, afirman que la economía estadounidense no está necesariamente en recesión pues muestra otros indicadores favorables, como los datos del mercado laboral, según reseñó la agencia de noticias AFP.
Estados Unidos sumó 372.000 puestos de trabajo en junio pasado, una cifra un poco por debajo de la de abril pero mayor a las previsiones de los economistas. El indicador de desempleo del dicho país se mantuvo en 3,6% por cuarto mes consecutivo, cercano a los niveles del 2020, antes del inicio de la pandemia, y que entonces representó un mínimo en 50 años.
Pese a los resultados del PIB, Biden manifestó este jueves que la economía está en “buen camino”. “No es sorprendente que la economía se enlentezca cuando la Reserva Federal actúa para reducir la inflación”, sostuvo Biden, en un comunicado, un día después de que la Reserva Federal (la FED, banco central) aumentara por cuarta vez consecutiva sus tasas de interés en busca de frenar el alza de precios.
LEA MÁS: Reserva Federal aprueba alza de 0,75 puntos en sus tasas de interés
Solo un organismo en Estados Unidos tiene autoridad para determinar oficialmente los periodos de recesión, el National Bureau of Economic Research (NBER, Oficina Nacional de Investigación Económica), pero lo hace con un retraso de varios meses. “Consideramos una serie de indicadores”, explica la entidad en su página web que, de todas formas, señala “la amplitud del declive de la actividad” económica, recoge una información de la agencia AFP.
Biden afirmó el lunes que su país no caería en recesión y que su gobierno está tratando de apagar el incendio de la inflación. Y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen había expresado una idea similar.
“Lo que recesión realmente significa es una generalizada contracción de la economía y aunque la cifra (ndlr: del crecimiento del PIB) sea negativa, ahora no estamos en recesión”, aseguró Yellen el domingo 24 de julio.