Los precios internacionales de materias primas como el petróleo y el trigo alcanzaron en la primera mitad del año máximos que no se veían desde hace tiempo, en parte por el impacto de la guerra en Ucrania y la acelerada inflación que afecta al mundo. Sin embargo, desde junio el costo de esos insumos comenzó a registrar una caída y las cotizaciones se han mantenido estables hasta ahora.
El indicador de precios de las materias primas internacionales que calcula el Banco Central, que incluye los insumos más importantes para Costa Rica, se comenzó a desacelerar, y en junio y julio pasados retrocedió respecto a meses anteriores. En julio, por ejemplo, la variación interanual fue de 1,35%.
Melvin Garita, gerente general de BN Valores, explicó que las políticas monetarias restrictivas que han aplicado los bancos centrales alrededor del mundo para, entre otras cosas, desacelerar la economía y reducir la capacidad de consumo en los territorios, han beneficiado la estabilización en los precios de estos insumos.
“Estamos viendo lo que se espera teóricamente y en la práctica, con respecto a los ajustes que tienen en los precios las políticas monetarias restrictivas que han aplicado los bancos centrales”, afirmó Garita, quien agregó que es de esperarse que esta medida se extienda más de lo esperado.
Luis Mesalles, economista y gerente general de la productora de huevos La Yema Dorada, agregó que la estabilidad en los precios también responde a factores como el de la oferta y demanda. “Si el precio está muy alto, se raciona un poco el consumo, los precios altos de materias primas han golpeado a muchos consumidores de diferentes países, lo que hace que los precios no suban tanto”, aseguró.
Mesalles agregó que, pese a que los precios están casi al mismo nivel que antes de que empezara el conflicto en Ucrania, que tuvo un impacto directo en los costos de estos insumos, siguen más altos que en los meses previos a que se desatara la guerra en Ucrania.
En el caso del petróleo, el precio del barril de WTI (la referencia estadounidense del crudo) cerró el 1º. de setiembre en $86,61, y se mantiene por debajo de la barrera de los $100 desde mediados de julio, eso implica una caída del 7,3% en relación con el primer registro de agosto. El viernes 2 de setiembre se cotizó en $86,87.
Por otro lado, el trigo presentó una ligera tendencia al alza en las últimas semanas de agosto, aunque su precio se ha mantenido más estable desde julio, incluso se acerca a los registros de principio de año, antes del inicio de la guerra en Ucrania.
Las negociaciones entre Rusia y Ucrania, con la mediación de Turquía, permitieron alcanzar un acuerdo para la exportación de cereales desde este último país. La reactivación de ese corredor marítimo, sumado a las cosechas de trigo en el hemisferio norte, han incrementado la oferta y, por ende, se han reflejado en los precios.
La fanega (equivale a un recipiente de unos 55 litros) de trigo cerró el viernes 2 de setiembre en $8,7, cuando en mayo esa misma cantidad de producto llegó a cotizar hasta los $13 por fanega. Desde finales de junio, el trigo no supera la barrera de los $10.
En tanto, insumos metálicos como el cobre recuperaron algo de terreno en sus precios internacionales desde mediados de julio, luego de registrar un desplome sostenido desde junio. Sin embargo, el costo por libra se mantiene por debajo de los $4, un precio menor a los que cotizaba al iniciar el año.
Cautela con precios
Si bien los precios internacionales de materias primas han ganado estabilidad en los mercados internacionales, hay que tomar en cuenta que el traslado de los costos de los insumos hacia los productos derivados de estos es más complejo en algunos casos que en otros.
Al respecto, Garita explicó que la fijación de precios también dependerá mucho de cada una de las empresas, aunque recalcó que según las proyecciones del Banco Central de Costa Rica (BCCR), se prevé que para la segunda mitad del año la economía nacional crezca menos de lo que lo hizo en el primer semestre del 2022.
Por ejemplo, en relación con la producción de huevo, Mesalles explicó que dependen mucho de la importación de materias primas como el maíz, que el jueves cotizó por encima de su precio antes de la guerra, aunque también entran a jugar otros factores, como las dificultades que han tenido que enfrentar debido a los altos costos de insumos agrícolas.
Esto hace que la variación en los precios finales se vea reflejada a largo plazo. “Creemos que todavía podría seguir (el precio), hay un rezago entre los precios de la bolsa internacional, versus el costo que uno termina recibiendo en el país. Mientras uno compra el grano, lo embarcan, y llega hasta acá, pasan tres o cuatro meses”, mencionó.
De su lado, Luis Ruenes, director general de Molinos de Costa Rica, aseguró a La Nación que la empresa sacó provecho de las condiciones actuales que ofrece el mercado internacional del trigo para mantener el precio de la harina por lo que resta del año. Si se mantienen las condiciones, una posible rebaja podría llegar hasta en el mes de octubre.
“Si todo sigue bien, como parece que está funcionando la última parte de la cosecha del norte (Estados Unidos y Canadá), probablemente hagamos un ajuste hacia abajo en el mes de octubre. Aún no sabemos cuánto, pero eso es lo que estamos viendo”, manifestó Ruenes.
Molinos de Costa Rica ha realizado ajustes al alza superiores al 30% en lo que va del año. Según Ruenes, la empresa ya cuenta con contratos establecidos para suplir sus necesidades en lo que resta del año, lo que permitió establecer la medida para mantener el precio.
En el caso de los combustibles, los precios internacionales del petróleo están más directamente relacionados con los precios finales en el país. Por esa razón, desde el 2 de setiembre entraron a regir rebajas en el costo de las gasolinas, el diésel y el gas para cocinar, entre otros carburantes, tras la publicación en el diario oficial La Gaceta de los ajustes aprobados por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
De acuerdo con la Aresep, el ajuste extraordinario del mes de agosto respondió a la reducción reciente de precios internacionales de los hidrocarburos que Costa Rica importa, sumado a la disminución en el tipo de cambio del colón respecto al dólar.
Las reducciones aprobadas fueron de ¢145 menos en el litro de gasolina súper, ¢156 en el de regular y ¢129 en el diésel. De esta manera, la súper pasó de ¢1.101 a ¢956, la regular de ¢1.078 a ¢922 y el diésel de ¢1.001 a ¢872. El costo del cilindro de gas licuado de petróleo disminuyó en ¢500.