La expectativa de variación del tipo de cambio esperada para los siguientes 12 meses, que surge de la encuesta que aplica el Banco Central a empresarios, economistas y funcionarios del sector financiero, cambió de tendencia en diciembre.

Dicha expectativa había pasado de 4,3% en setiembre del 2019 a 2,2% en noviembre pasado; no obstante, en diciembre subió a 4,7%.

La pregunta que se realizó, para la encuesta de diciembre, fue: “El tipo de cambio de referencia de compra que calcula el Banco Central de Costa Rica registró al 30 de noviembre de 2019 un nivel de ¢558,90 por dólar. ¿Cuál es su expectativa para ese tipo de cambio al finalizar cada una de las siguientes fechas?”.

Una de las fechas que se consultan es al 30 de noviembre del 2020 para estimar la variación en 12 meses y la respuesta promedio fue ¢585,17; lo cual arroja la variación esperada de 4,7%.

Un valor de ¢585,17 se acerca al promedio de tipo de cambio de compra del 2019, que fue de ¢583,82.

En el 2019 el precio de compra de la divisa alcanzó un valor máximo de ¢610,01 y un mínimo de ¢558,90 precisamente el 30 de noviembre, por lo cual en el repunte de la variación influye también un efecto base; es decir, que el punto inicial de comparación fue el más bajo del año.

Lo que parecen mostrar los resultados es que los encuestados no prevén que el precio del dólar se mantenga en los valores relativamente bajos que alcanzó el 30 de noviembre del 2019.

¿Por qué no se quedaría en los valores bajos?

Para el economista Alberto Franco hay tres decisiones del Banco Central que pueden justificar el incremento en la expectativa de la variación cambiaria.

“Número uno, el recorte en la tasa de interés de política monetaria, número dos el anuncio del Banco Central de que prepagaría el préstamo que se tomó con el Fondo Latinoamericano de Reservas y el anunció también, por parte del Banco Central, de que implementaría durante un periodo de 12 meses un programa de compra de dólares en el mercado cambiario para fortalecer el nivel de reservas, que ya de por sí es un nivel de reservas muy holgado”, comentó Franco.

En el 2019 el Banco Central bajó su tasa de política monetaria, que es una tasa de referencia que tiene influencia en el resto del sistema financiero, siete veces hasta llevarla en diciembre pasado a un 2,75%.

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La reducción es un desincentivo para que los inversionistas traigan dólares al país y los cambien a colones para aprovechar las mejores tasas de interés, por lo cual puede influir en la menor oferta de divisas y en una expectativa de aumento en el precio del dólar.

Por su parte, la autoridad monetaria anunció, el 29 de noviembre pasado, que pagaría por adelantado $750 millones que, en ese momento, adeudaba al Fondo Latinoamericano de Reservas y que ejecutaría un programa para comprar $1.000 millones para fortalecer las reservas entre el 27 de noviembre del 2019 y el 31 de diciembre del 2020.

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Ambas medidas implican un incremento en la cantidad demandada de divisas y por lo tanto una presión para que el precio de la divisa aumente, lo cual puede generar un incremento en las expectativas de variación del tipo de cambio.