El gasto de consumo final los hogares solo aumentó un 3,9% en el segundo trimestre de este año respecto al mismo periodo del año anterior, con lo cual se cumplen tres trimestres continuos de desaceleración, aunque todavía su crecimiento es mayor al que registraba en el mismo trimestre del 2019, antes de la pandemia.
Esto según los resultados del Producto Interno Bruto (PIB) por los componentes del gasto que publicó este viernes 30 de setiembre el Banco Central.
Según las cifras, el PIB trimestral creció 5,6% en el segundo trimestre del año respecto al mismo periodo del año anterior.
Según los componentes del gasto, además del consumo de los hogares, el gasto de consumo final del Gobierno aumentó un 8,7% y la formación bruta de capital (inversión) un 5%, las exportaciones de bienes y servicios un 12,8% y las importaciones un 3,9%.
En su Informe de Política Monetaria, publicado en julio pasado, el Banco Central ya había publicado cifras preelimanres sobre estos resultados. En dicho informe el aumento interanual del PIB trimestral se estimaban en 5,7% y el del consumo de los hogares de 3,5%, el del Gobierno 8,2% y la inversión aumentaba un 7,6%. Por su parte, la estimación preliminar daba un incremento en las exportaciones de 11,1% y de las importaciones de 6,2%.
En dicho Informe el Banco Central explicó que el menor crecimiento del consumo de los hogares se asocia con el deterioro en los indicadores de confianza del consumidor y con la moderación en el crecimiento del ingreso disponible puesto que, aunque el empleo mejoró, el ingreso fue impactado negativamente por el deterioro en los términos de intercambio (los precios de las exportaciones aumentaron menos que el de las importaciones).
En su informe el Banco también había llamado la atención sobre el mayor dinamismo en el gasto del Gobierno pese a la política de contención de gasto y al cumplimiento de la regla fiscal.
“Ello debido al efecto rebote en los servicios de enseñanza (ante la suspensión del curso lectivo durante el bimestre mayo y junio de 2021) que compensó la reducción en las compras de bienes y servicios en educación, la menor contratación de personal de servicios de salud y la disminución en la compra de bienes y servicios en salud, principalmente vacunas”, explicó la entidad.
Por su parte, la inversión también pierde dinamismo debido a la disminución en el gasto en obras privadas, principalmente de edificios (viviendas y oficinas), así como de naves industriales y de locales comerciales. Además, la ejecución de la inversión con destino público se contrajo, en particular en obras de infraestructura vial, generación eléctrica y de acueductos y alcantarillados.
Del lado de la demanda externa, las exportaciones, tanto de bienes como de servicios, se moderaron, aunque continúan creciendo a buen ritmo, indicó el Banco en su informe.