El Gobierno de Costa Rica destaca en América Latina por ser uno de los que presenta mayor endeudamiento a setiembre del 2020, y se ubica también entre los que más ha aumentado la deuda este año.
Así se desprende del estudio Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2020, uno de los principales reportes anuales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), publicado este 16 de diciembre.
Según el estudio regional, Argentina es la nación que presenta el mayor nivel de endeudamiento público a setiembre (95,4% del PIB -producto interno bruto-), seguida del Brasil (90,6% del PIB), Costa Rica (66,2% del PIB) y Colombia (61% del PIB). Aquellos con menores niveles de deuda pública son Perú (28% del PIB) y Paraguay (27,6% del PIB).
También Costa Rica destaca por ser la nación con mayor incremento en el pago de intereses por parte del Gobierno Central, entre los años 2019 y 2020.
“En 10 de 12 países de América Latina se registra un alza de los pagos de intereses entre 2019 y 2020; en Costa Rica se alcanza el máximo aumento: 0,7 puntos del PIB”, comenta el informe.
Este aumento en el pago de intereses es congruente con ser también el tercer gobierno con mayor déficit financiero a setiembre de este año (6,7%), después de El Salvador (8,1%) y Brasil (12,3%).
El informe explica que la crisis económica derivada de la pandemia ha afectado en gran medida los ingresos públicos de la región. La paralización de la actividad económica y la fuerte caída del consumo privado han repercutido en la recaudación tributaria.
Además, la recaudación tributaria también se ha visto afectada por las medidas de alivio fiscal que los países han aplicado para apoyar a las familias y las empresas.
En América Latina los ingresos totales de los gobiernos centrales respecto a la producción pasaron de representar 13,6% en el 2019, a 13,1% en setiembre del 2020.
“A pesar de este difícil contexto, en el segundo semestre del año la contracción de los ingresos tributarios empezó a suavizarse en la región”, señala el informe.
Por su parte, el gasto público ha sido una de las herramientas claves para responder a la crisis. Se han visto esfuerzos fiscales contundentes en toda la región, por medio de paquetes de medidas que han buscado reforzar los sistemas de salud pública y canalizar recursos por medio de subsidios y transferencias a familias y empresas.
“El crecimiento del gasto primario —que excluye los pagos de intereses— ha sido significativo, con tasas de variación interanual real por encima del 10% en varios países (y que superan el 20% en algunos casos) en el período comprendido entre enero y setiembre de 2020 en comparación con el mismo período del año anterior”, indica el informe.
En el caso de Costa Rica, dicho gasto primario a setiembre, a pesar de las mayores erogaciones para atender la pandemia, disminuyó 0,6%.
Proyecciones de crecimiento 2021
En el estudio, la Cepal también publicó sus proyecciones de variación en la producción en los años 2020 y 2021.
Para Costa Rica estima un crecimiento en la producción de 3% en el 2021, con lo cual supera la previsión oficial del Banco Central (de 2,6%), del Fondo Monetario Internacional (2,3%) y de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), de 2%.
La proyección de la Cepal es similar a la del Banco Mundial para Costa Rica, de 3,1%.
Para este año, este organismo de las Naciones Unidas, estima una caída en la producción de 4,8% para nuestro país; cercana a la proyección oficial del 4,5%.
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Para América Latina y el Caribe, la Cepal prevé una contracción de 7,7% en 2020, pero una tasa de crecimiento positiva de 3,7% en 2021, debido, principalmente, a un rebote estadístico que; sin embargo, no alcanzará para recuperar los niveles de actividad económica antes de la pandemia del coronavirus.
Según el comunicado emitido por la Cepal, si bien los importantes esfuerzos fiscales y monetarios realizados por los países han permitido mitigar los efectos de la crisis, las consecuencias económicas y sociales de la pandemia han sido exacerbadas por los problemas estructurales que la región arrastra históricamente.
El organismo estima que la recuperación del nivel de producción que había antes de la crisis será lenta y se alcanzaría recién hacia el año 2024.
“La dinámica del crecimiento en 2021 está sujeta a una alta incertidumbre relacionada con el riesgo de rebrotes de la pandemia, de la agilidad para producir y distribuir las vacunas y de la capacidad para mantener los estímulos fiscales y monetarios para apoyar la demanda agregada y a los sectores productivos”, señaló la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.
Las debilidades y brechas estructurales históricas de la región, su limitado espacio fiscal, la desigualdad, la escasa cobertura y acceso a la protección social, la elevada informalidad laboral, la heterogeneidad productiva y la baja productividad son centrales para entender el alcance de los efectos de la pandemia en las economías de la región, sus dificultades para implementar políticas que mitiguen estos efectos y los desafíos a la hora de emprender una reactivación económica sostenible e inclusiva, añade el comunicado.