EscucharLa inflación, medida con el índice de precios al consumidor (IPC), concluyó el 2021 en 3,30%; la variación más alta en un año natural en los últimos siete años, informó la mañana de este 7 de enero, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Solo en diciembre el indicador de precios subió 0,48%. Los bienes y servicios que mostraron mayor efecto positivo en la variación mensual del índice (por el aumento que tuvieron y por su importancia en el presupuesto de los hogares) son: gasolina, huevos y cebolla. Por otra parte, servicios de telecomunicaciones en paquetes, boleto aéreo y paquetes turísticos al extranjero figuraron entre los principales con mayor efecto negativo en la variación mensual del índice.
En todo el 2021, el transporte fue lo que más aumentó, con un incremento de 14,3%; le siguieron los muebles y artículos para la vivienda y servicios con 4,8%; las comidas fuera del hogar y servicios de alojamiento con 3,3% y alimentos y bebidas no alcohólicas con 3%. Por otra parte, el alquiler y servicios de la vivienda bajó en el año 0,5%, las prendas de vestir y calzado, 0,6% y los servicios de información y comunicación, 3%.
Este indicador es relevante no solo como guía de la inflación, sino también porque tiene impacto en otras variables importantes para los hogares pues se utiliza de referencia para ajustar los salarios mínimos, las pensiones, los contratos de viviendas de alquiler y los impuestos a los combustibles.
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El resultado del 2021 se mantuvo en el rango meta del Banco Central, que es entre 2% y 4%. El Banco Central, en el comunicado de la tasa de política monetaria, el 15 de diciembre pasado, informó que los modelos de pronóstico de la entidad sitúan la proyección central de la inflación general por encima de la meta de inflación de 3% al término del 2021 y en el primer semestre del 2022, aunque dentro del rango de tolerancia de más o menos un punto porcentual alrededor de esa meta.
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Indicador se moderaría
“Los modelos indican que la inflación se moderaría y se mantendría por debajo de la meta en la segunda mitad del 2022. Por otro lado, la inflación subyacente se mantendría por debajo o alrededor de la meta”, indicó la entidad.
La inflación subyacente, explicó la entidad, busca eliminar o reducir el impacto de algunos componentes volátiles o estacionales, como los precios de los combustibles y de algunos productos agrícolas, y sobre los cuales la política monetaria carece de efectividad.
Según la Encuesta de Expectativas de Inflación a 12 meses que realizó el Banco Central del 9 al 15 de diciembre del 2021 entre especialistas sobre su inflación esperada para los próximos 12 meses, los analistas indicaron un valor promedio de 4%.
Para el economista de Ecoanálisis, Alberto Franco, la pandemia seguirá siendo un elemento importante para la evolución de la inflación en el 2022, así como lo fue en años anteriores.
“En 2020 y 2021, la inflación aquí y en buena parte del mundo, estuvo influida por efectos de la pandemia: en el 2020 por el desplome en la demanda y, en el 2021, por la fuerte recuperación de la demanda y los cuellos de botella logísticos que surgieron a lo largo de las cadenas de valor y en el transporte”, recordó el economista.
Otros elementos importantes, consideró el economista, son: las expectativas de los agentes económicos y las acciones de la política monetaria de los bancos centrales, aquí y afuera; así como cambios inesperados en la geopolítica o las condiciones climáticas globales, que impacten el precio de las materias primas importadas, y con ello los niveles de la inflación en nuestro país.
