La inflación en Costa Rica habría alcanzado su punto máximo del 12,13% en agosto, y a partir de setiembre el indicador se reduciría hasta alcanzar el 9,66%, en diciembre próximo, según proyecta el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica.
El Instituto publicó, este 13 de setiembre, su III Análisis Trimestral de la Economía, en el cual también estima un crecimiento anual total de la producción de 3,48%, en el 2022, en un rango entre 3,30% y 3,70%; muy cerca del 3,4% que estima el Banco Central.
Sobre la inflación, el IICE argumenta varias razones por las cuales consideran que se desacelerará. Una es que en el encarecimiento de los precios hasta el segundo trimestre hubo un disparador: los combustibles. Según el análisis, ese disparador explica el aumento generalizado de precios en 1,13 puntos porcentuales.
Empero, el precio de los hidrocarburos ahora tiende a la baja y para Juan Robalino, director del IICE, esto haría descender la inflación para finales de este año.
Otro bien que tuvo influencia en el incremento del índice de precios fue el el costo de los automóviles, que contribuyó con 0,39 puntos porcentuales, lo cual explica que en la última Encuesta de Confianza del Consumidor de la Escuela de Estadística, el 85% de las personas aseguró que era un mal momento para comprar carro.
“Lo anterior, aunado al incremento en las tasas de política monetaria para controlar este fenómeno, que implementó el Banco Central de Costa Rica, y que también explica la subida en la tasa básica pasiva, que pasó de 2,90% a inicios de año, hasta 4,58% para junio. Ello repercute en una reducción en el dinero que circula y, por lo tanto, menos compras”, detalla el comunicado.
Robalino aclaró que esto son estimaciones, con un nivel de incertidumbre asociado; sin embargo, comentó que le sorprendería mucho que la tasa de inflación al final del año no este entre 9,5% y el 10,5%.
En el documento se reporta que ya los hogares han comenzado a ajustar su consumo.
Según el informe, la demanda interna, compuesta por el consumo en los hogares y del gobierno, así como por la inversión, mantuvo cifras de crecimiento muy similares entre el primer y el segundo trimestre del 2022, y superó los ¢400.000 millones. Sin embargo, en comparación con el segundo trimestre del 2021 hay una reducción considerable pues se pasó de ¢526.000 millones a ¢440.000 millones.
El consumo de los hogares es el que más aportó en este cambio. Según Robalino las personas han frenado las compras de bienes y servicios y esto genera también una desaceleración en la tasa de crecimiento de la economía.
Empleo casi se recupera
El informe del IICE también analizó los datos de empleo y encontró que de cada 100 personas que tenían trabajo antes de la pandemia, únicamente dos no lo han recuperado entre marzo y mayo de este año.
“Esa es una muy buena noticia, sobre todo para el sector manufacturero y de comercios y servicios, donde más se ha notado este efecto”, señala el comunicado.
No obstante, en el sector agrícola y ganadero, la ocupación se acerca al punto más bajo durante la pandemia: un descenso en casi 24% en los puestos laborales respecto a inicios del 2020.
Por otra parte, si se considera la calificación del trabajo, se observa que las personas con ocupaciones calificadas superan la cantidad de puestos de trabajo que habían antes de la pandemia, pero quienes tienen labores no calificadas siguen sin recuperar sus puestos del todo, aunque están muy cerca de conseguirlo.