La variación interanual (de cada mes respecto al mismo mes del año anterior) del índice de precios al consumidor (IPC) presentó una leve reducción en el primer mes del 2023. El indicador se ubicó en 7,65% en enero pasado, en comparación con el 7,88% de diciembre.
De esta manera, la inflación medida con el IPC se volvió a desacelerar por quinto mes consecutivo, pero aún se encuentra 3,65 puntos porcentuales por encima del límite superior del rango meta establecido por el Banco Central de Costa Rica (entre 2% y 4%).
Nelson Castillo, coordinador de la Unidad de Índice de Precios al Consumidor del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC ), explicó que aunque en el comportamiento mensual el índice aumentó, el comportamiento interanual sí logró desacelerarse.
Según los resultados que publicó el INEC, este 7 de febrero, la variación mensual del indicador tuvo un aumento de 0,16% respecto a diciembre del año anterior.
De los 289 bienes y servicios que integran el índice, 56% aumentaron de precio de un mes al otro, 35% bajaron de precio y 9% no presentaron variación.
Los bienes y servicios que mostraron un mayor efecto positivo en la variación mensual del índice fueron la electricidad, que aumentó 12,61%; la telefonía móvil, con 5,45% y la cebolla, con 16,09%. Por otro lado, los automóviles nuevos, los boletos aéreos y las gasolinas representaron un efecto negativo, con un cambio a la baja del 6,04%, 17,37% y 2,60%, respectivamente.
Además de servir como indicador para los hogares, el índice de precios también se utiliza como referencia para ajustar tarifas públicas, los salarios mínimos, las pensiones y los contratos de viviendas de alquiler.
Norberto Zúñiga, economista de Ecoanálisis y la Academia de Centroamérica, explicó que el comportamiento observado en los últimos cinco meses era esperado básicamente por la baja en los precios internacionales, especialmente el petróleo; así como la fuerte apreciación del tipo de cambio.
Además, Zúñiga opinó que si bien interanualmente la reducción de la inflación es apenas perceptible, cuando se analiza más detalladamente la disminución es muy significativa.
Inflación caería antes de lo esperado
El pasado 31 de enero, durante la presentación del Informe de Política Monetaria 2023-2024, el Banco Central previó que la inflación general del país continuará el proceso de desaceleración en los próximos meses, y también ve probable que para fin de año el indicador se posicione en 3,98%, es decir, justo dentro del rango meta establecido.
De ser así, la inflación retornaría antes de lo previsto al objetivo de la institución. En octubre del 2022, dicho escenario ocurriría hasta el primer semestre del 2024.
Así lo informó el presidente de la entidad, Róger Madrigal, quien también detalló que la inflación subyacente (la que excluye variables estacionarias en los precios) se tardaría hasta el primer semestre del 2024 en ubicarse dentro del rango meta. En octubre del 2022, se proyectaba que eso pasaría hasta el segundo semestre de ese año.
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Madrigal catalogó como una preocupación el hecho de que la inflación en Costa Rica sea de bienes, sobre todo en la parte no regulada (cuyos precios fija el mercado).
Según Norberto Zúñiga, de no suceder nada extraordinario, el rango meta de inflación se alcanzaría incluso antes, a más tardar en agosto próximo; y la inflación subyacente alcanzaría ese rango máximo al último trimestre del 2023.
Por ese motivo, Zúñiga prevé que en la próxima reunión del 15 de marzo próximo; la junta directiva del Banco tome la decisión de bajar la TPM.
El BCCR usa la tasa de política monetaria (TPM) como herramienta para retornar la inflación a su objetivo meta. Esto es importante porque, de bajar la inflación, la entidad financiera reduciría la TPM, lo que influiría en el resto de tasas de interés en colones.