La inflación, medida por el índice de precios al consumidor, alcanzó en noviembre un incremento de 3,35% respecto al mismo mes del año anterior, la más alta desde febrero del 2015. Si solo se considera la variación interanual de noviembre de cada año, es la más alta de los últimos siete años.
Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), este 7 de diciembre, la variación mensual fue de 0,82% y la acumulada en los primeros 11 meses del año llegó a 2,80%.
Los incrementos en alimentos y bebidas no alcohólicas y el transporte fueron los que más aportaron en la variación mensual del indicador.
Los bienes y servicios que mostraron mayor efecto positivo en la variación mensual del índice (por su incremento e importancia en el presupuesto de los hogares) fueron: boleto aéreo, huevos y gas licuado. Por otra parte, servicios de telecomunicaciones en paquetes, vainica y olla de metal figuraron entre los principales con mayor efecto negativo.
El aumento en el indicador de precios implica una reducción en la capacidad de compra de los hogares si el ingreso no les aumenta en la misma proporción, pero además, este indicador se utiliza como referencia para ajustar tarifas públicas, los salarios mínimos, las pensiones, los contratos de viviendas de alquiler y los impuestos a los combustibles.
Además, puede llevar al Banco Central a revertir la política monetaria expansiva que ha aplicado hasta ahora, lo cual implicaría un incremento en las tasas de interés.
En la conferencia de presentación del Informe de Política Monetaria el Banco Central, el 1° de noviembre pasado, el presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, indicó: “El Banco Central de Costa Rica continuará con una postura expansiva de política monetaria, en apoyo a la recuperación económica, en el tanto las condiciones macroeconómicas y los modelos de pronóstico indiquen que, en los próximos 24 meses, la inflación no excedería en forma sostenida la meta de 3%”.
El 1°. de diciembre pasado, Álvaro Pereira, director del Departamento de Economía de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), explicó, en la conferencia sobre los países de América Latina que pertenecen al organismo, que hay tres riesgos para la región: el aceleramiento de la inflación, más retrasos en la oferta de productos y una desaceleración en algunos países grandes como China, que son importantes para esta zona.