Públicamente, Sylvia Saborío, miembro del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif), puso el tema del narcotráfico y el tipo de cambio a debate. En un conversatorio organizado por la Universidad Hispanoamericana, calificó de “genéricas” las razones del Banco Central de Costa Rica (BCCR) para justificar la apreciación del colón.
Saborío, quien aclaró que hablaba a título personal, manifestó que la oferta local de dólares se nutre de las exportaciones netas, ingresos por turismo, inversión extranjera directa, endeudamiento de sectores públicos y privados, así como desembolsos de la deuda.
No obstante, añadió que “podría haber otras transferencias del exterior que pueden incluir transacciones ilícitas difíciles de cuantificar, pero que se sospecha que pueden ser cuantiosas”. “No podemos evadirlo porque tenemos los muertos para probarlo”, añadió.
Este jueves, Daniela Córdoba Solano, investigadora del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica (IICE-UCR), declaró que el posible impacto generado en el tipo de cambio por la presunta entrada de divisas por actividades del narcotráfico no se puede medir.
“No hay datos para poder estimar el efecto que pueda tener o no la entrada de dólares por parte del narcotráfico. No existen datos para poder medir con certeza si, efectivamente, hay un impacto y, si lo hubiera, no tenemos información para cuantificarlo”, afirmó en un video compartido por la UCR.
Saborío enfatizó que las políticas implementadas por Costa Rica han sido exitosas durante muchos años, por lo que la explicación de que el aumento de la oferta de divisas obedece solo a esas medidas no la satisface, pues el fenómeno de la apreciación no se dio antes.
La caída que experimenta el precio del dólar con respecto al colón es motivo de conversación en diversos sectores de la economía, ya que la tendencia a la baja en la cotización de la divisa se mantiene en este 2024.
En el conversatorio de la Universidad Hispanoamericana, Róger Madrigal, presidente del Banco Central, refutó los argumentos relacionados con el posible ingreso de divisas relacionadas con el narcotráfico, ya que en las transacciones ligadas a estas actividades suelen utilizarse colones o droga como método de pago.
Madrigal también señaló que el exceso de dólares se debe únicamente a la dinámica de la economía.
“El dinero entra por el sistema financiero. Tendríamos que pensar en una conspiración nacional para que la gente, todos los de la secuencia, se hagan de la vista gorda cuando a un banco comercial, vigilado y supervisado, le están vendiendo dólares”, manifestó Madrigal.
Indicó que los ingresos relacionados con exportaciones, productividad, inversión extranjera directa y demás actividades ligadas al sector externo, que suelen operar con divisas, son medibles y permiten determinar la oferta de dólares.
Añadió que Costa Rica es uno de los países que más ha ganado productividad en los últimos años, lo que incide en la apreciación, y que los desembolsos de deuda no ingresan al mercado cambiario, sino que influyen en otros aspectos como las expectativas cambiarias.
En el 2023, el precio del dólar respecto al colón se redujo un 12%. Desde junio del 2022, la cotización de la divisa inició una tendencia a la baja que aún se mantiene. Este fenómeno ha generado fuertes críticas de sectores empresariales debido al impacto en sus costos de producción y competitividad.
Fenómeno estructural
Según la investigadora del IICE, la apreciación del colón responde a factores como el ingreso de divisas por turismo, así como por las exportaciones de bienes y servicios, sobre todo de aquellos productos que tienen mucho peso en ese sector.
Córdoba explicó que es difícil estimar lo que va a suceder con el tipo de cambio, aunque destacó que los factores que han propiciado la apreciación del colón parecen ser de largo plazo y más relacionados con un cambio estructural en la economía.
Agregó que el tipo de cambio también puede verse influenciado por factores externos como el conflicto en el Mar Rojo o fenómenos climáticos como El Niño, principalmente por su incidencia en productos como el petróleo o los servicios de transporte.