Tras meses de espera pese a la subida de los precios provocada por la guerra en Ucrania, los miembros de la OPEP+ decidieron este jueves subir de marcha y aumentar su producción de petróleo, respondiendo a los llamados acuciantes de los países occidentales.
Los representantes de los trece miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus diez socios (OPEP+) acordaron que “la producción de julio se ajustaría al alza de 648.000 barriles diarios”, en comparación con los 432.000 barriles fijados en los meses anteriores, anunció la alianza en un comunicado tras una breve reunión.
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El anuncio de la Unión Europea del pasado lunes de un embargo parcial al petróleo ruso aumentó el temor a una escasez y cambió la actitud del cártel, que subrayó “la importancia de unos mercados estables y equilibrados”. La decisión supone un giro para la OPEP+, que desde la primavera del 2021 se había limitado a aumentar levemente sus cuotas, para recuperar los niveles previos a la pandemia de covid-19.
Hasta ahora, el grupo nunca había abandonado esa línea de acción, ni siquiera después de que Rusia iniciara su invasión de Ucrania, la cual acentuó las tensiones en el mercado.
Aislamiento creciente
El anuncio complació a los inversores: los precios del crudo subían cerca de un 1%, con las dos referencias marcando en torno a los $116 el barril. Un artículo del Wall Street Journal había mencionado la posibilidad de que Rusia fuera apartada del grupo, a raíz de las sanciones occidentales, pero la OPEP+ permaneció sin cambios.
El aumento decidido se repartirá de forma proporcional entre los miembros, y Moscú y Riad —los pilares de la alianza— tendrán cuotas idénticas. La OPEP+, que extrae alrededor de la mitad del petróleo mundial, se formó en el 2016 para ajustar la oferta y regular los precios del barril.
Sin embargo, hay quién se pregunta cuánto durará la alianza, habida cuenta de las circunstancias actuales. “Rusia se ha transformado en un paria”, aseguró el analista Bjarne Schieldrop, de Seb, que ve “en la aparente intensificación de los intercambios diplomáticos entre Estados Unidos y Arabia Saudita” la señal de que “un cambio puede estar cerca”.
Después de que Estados Unidos y el Reino Unido adoptaran decisiones similares, los mandatarios de la Unión Europea alcanzaron un acuerdo el lunes para reducir en cerca de un 90% sus importaciones de petróleo ruso para finales de año.
Inmovilismo en el Golfo
Hasta ahora, los sauditas no se han mostrado dispuestos a calmar el mercado. Su jefe diplomático, el príncipe Faisal bin Farhan, afirmó en el Foro Económico de Davos que “el reino hacía lo que podía”, indicó la prensa económica. “La situación es más compleja que simplemente añadir barriles al mercado”, añadió después de que los países industrializados del grupo G7 subrayaran “el papel clave” de la OPEP+ ante la tensión en los mercados internacionales.
El inmovilismo de las economías del Golfo también se explica por los jugosos beneficios que obtienen con el barril de petróleo muy por encima de los $100. En el primer trimestre, Arabia Saudita registró su crecimiento más fuerte en diez años.
Pero, pese a estas cuotas más altas, la OPEP+ no podrá remplazar todos los volúmenes perdidos de Rusia, por las dificultades que tienen algunos de sus miembros para cumplir con sus objetivos, advierten los analistas.
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