El 2022 fue un año particularmente atípico para el tipo de cambio del dólar respecto al colón. El primer semestre estuvo marcado por una tendencia alcista, que luego se revirtió en los meses siguientes. Estos movimientos vinieron acompañados por un aumento en la volatilidad en el precio de la divisa, es decir, cambios más marcados en periodos más cortos.
Desde hace algunos meses, esta pareciera ser la nueva normalidad en el mercado cambiario. Esta mayor fluctuación en la cotización ha provocado que los precios del dólar se muevan más libremente en cortos periodos, lo que se traduce en una mayor inestabilidad en el tipo de cambio.
LEA MÁS: Banco Central explica motivos de la baja en precio del dólar y las acciones tomadas
Según un cálculo realizado por La Nación, con base en el precio promedio diario del dólar en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex), el tipo de cambio se ha mostrado más volátil en los últimos meses, principalmente en enero, luego de un primer semestre del 2022 con oscilaciones menos intensas.
La mayor volatilidad no solo se evidenció con las diferencias en los precios máximos y mínimos del dólar para el 2022, sino también en la disparidad de las cotizaciones semanales, tanto hacia arriba como hacia abajo, que se mantienen durante los primeros dos meses del año en curso.
Por ejemplo, el 27 de enero la divisa tocó los ¢555,12, su punto más bajo desde principios del 2017; días más tarde, el 7 de febrero, subió a ¢585,64. Al día siguiente, el precio del dólar inició un descenso que se detuvo el 20 de febrero, cuando se situó en ¢560,95, es decir, ¢24,69 menos que la cotización de dos semanas atrás.
Las mayores fluctuaciones se aprecian en el cálculo de la desviación estándar móvil de los últimos siete días en el tipo de cambio, es decir, la dispersión de los precios alrededor de la media del conjunto de datos. En este caso, se comparan los siete días contados a partir de la cifra que sirve como referencia, y así sucesivamente, para obtener la información diaria.
La Nación consultó al Banco Central sobre el reciente comportamiento del mercado cambiario, pero al cierre de esta publicación no se habían obtenido respuestas.
Pablo González, analista económico del Mercado de Valores de Costa Rica, explicó que las oscilaciones en la cotización del dólar en las últimas semanas han sido más bruscas, con cambios significativos incluso de una sesión a otra, lo que refleja una nueva realidad cambiaria.
“El tipo de cambio ha tenido oscilaciones más bruscas de una sesión a otra, con variaciones de ¢8 o ¢9, lo que quiere decir que si vemos que aumenta ¢20 en una semana y vuelve a caer unos ¢25 en la siguiente, pareciera ser que esa es la nueva norma que va a tener el tipo de cambio en Costa Rica”, agregó.
Por su parte, Daniel Ortiz, director ejecutivo de Consejeros Económicos y Financieros S. A. (Cefsa), afirmó que son varios los factores que inciden en este comportamiento de altibajos en el tipo de cambio, uno de los más importantes es el ajuste en la tasa de política monetaria (TPM), que incentiva el ahorro y la inversión en colones.
LEA MÁS: Tipo de cambio inicia semana con leve baja y se ubica en ¢560,95 este lunes
También inciden aspectos estacionales, como la temporada alta del turismo, en la que ingresa una fuerte cantidad de divisas, así como una tendencia a la baja en las expectativas de devaluación del colón, lo que significa que los actores prevén, en el mejor de los casos, una estabilidad relativa respecto al año pasado, o presiones hacia la apreciación.
Daniela Andrade, economista de la Bolsa Nacional de Valores (BNV), agregó que además de los factores que propician una mayor abundancia de dólares, que presionan a la baja el precio, se han presentado eventos esporádicos donde el mercado cambiario ha registrado compradores que no necesariamente pasaron por las ventanillas de los bancos, lo que ocasiona cierto grado de volatilidad.
Más flotación, menos administración
Desde hace ocho años, el sistema de fijación del tipo de cambio de Costa Rica opera dentro de un esquema de flotación administrada para fijar el precio del dólar, tras dejar atrás el sistema de bandas cambiarias que operó por casi una década, desde octubre del 2006 a enero del 2015.
Con este esquema actual, la variabilidad en el precio del dólar es inherente a las condiciones del mercado, es decir, el precio se fija por la interacción entre las fuerzas de oferta y demanda, pero el Banco Central interviene cuando identifica movimientos que desordenan el proceso de fijación del precio de la divisa.
Adriana Rodríguez, gerente general de Acobo Puesto de Bolsa, destacó que el Banco Central mantiene la compra de divisas, aunque puntualizó en que los montos adquiridos buscan ya sea reponer o sobrecomprar más dólares para sus reservas, pero que no suavizan en su totalidad los movimientos bruscos en el mercado cambiario.
“Hubo un momento en el que las variaciones de ¢5 o ¢7 no se permitían, ya sea para arriba o para abajo. El Banco Central sí ha intervenido, pero no ha tenido esa constancia o disciplina de que no hayan esos cambios semanales o diarios tan importantes”, mencionó Rodríguez.
La gerente de Acobo agregó que la autoridad monetaria no ha brindado un mensaje de orientación sobre hacia dónde creen que puede lograrse un equilibrio o tendencia en el tipo de cambio, sin que esto implique priorizar las subidas o bajadas en el precio.
Por su parte, Ortiz comentó que desde el segundo semestre del año pasado, cuando inició el contexto de mayor volatilidad en el precio del dólar, el Banco Central ha mantenido una tendencia de intervenir únicamente cuando el tipo de cambio va hacia el alza, y no tanto cuando lo hace a la baja.
No obstante, Andrade manifestó que la autoridad monetaria aún se mantiene como un participante activo en el mercado cambiario, debido a que actúa como casa de cambio para el Sector Público No Bancario (SPNB). Añadió que en los últimos días ha realizado operaciones importantes para este sector, ya sea comprando o vendiendo.
Incertidumbre
Uno de los principales retos que lanza la nueva realidad del mercado cambiario es el de la incertidumbre que permea en la economía como consecuencia de las variaciones abruptas del tipo de cambio, tanto a la baja como al alza, que se han registrado en los últimos meses.
Cuando el dólar sube o baja, hay sectores económicos que obtienen un mejor beneficio, dependiendo de la actividad que desempeñen. Por ejemplo, el turismo pierde competitividad con la apreciación del colón, pues se encarecen los servicios para las turistas y las obligaciones para las empresas, al recibir menos colones por dólar.
Caso contrario con el sector importador del país, al que la disminución en el precio del dólar le resulta beneficioso al tener que destinar menos colones para comprar las mercancías que ingresan al país. Sin embargo, según Rodríguez, el contexto de inestabilidad en el mercado cambiario crea un panorama más complejo, que obliga a las compañías a implementar estrategias más conservadoras.
La gerente de Acobo explicó que la volatilidad cambiaria trae enormes dificultades en las empresas, en términos de flujos operativos. Esto por el hecho de que es más complicado saber a qué tipo de cambio se van a liquidar las obligaciones, lo que afecta la planificación y los presupuestos de las compañías.
“Uno puede manejar un poquito más rápido cuando tiene plena visibilidad de la calle, lo mismo pasa con las estrategias de las empresas. Si se tiene bastante certeza de cuál es el contexto y las condiciones económicas, pueden tomarse decisiones a cierta velocidad, pero si el terreno es turbulento, se tiene que hacer una estrategia más conservadora”, agregó Rodríguez.
LEA MÁS: Tipo de cambio se mantuvo a la baja durante la semana, en medio de fuerte superávit en ventanillas
Por su parte, el director ejecutivo de Cefsa también coincidió en que la inestabilidad dificulta la planeación financiera de algunas empresas, sobre todo aquellas que por su naturaleza tienen ingresos en una moneda y gastos en otra, como el turismo y las empresas de zonas francas.
A raíz del comportamiento del tipo de cambio en las últimas semanas, agrupaciones del sector empresarial ya externaron su preocupación por el comportamiento reciente del dólar y han instado al Banco Central que ejecute los mecanismos necesarios para lograr el equilibrio en el tipo de cambio.
Empresarios turísticos, exportadores y agricultores, por medio de múltiples cámaras empresariales del sector productivo nacional, han organizado foros para expresar su descontento con el tipo de cambio, sobre todo cuando el precio de la divisa tiende a la baja.
Estos argumentan que el comportamiento en el tipo de cambio genera el riesgo de fuga de turistas a otros países, pérdida de competitividad y caída de las exportaciones, lo que, afirman, representa una amenaza para la creación de empleo.
Para Daniela Andrade, durante este 2023 el tipo de cambio se va a caracterizar por la volatilidad, por lo que es valioso no asumir una sola dirección para el análisis de las decisiones de corto o mediano plazo. Esto aplica tanto para las empresas como para las personas que poseen obligaciones en dólares.