La morosidad mayor a 90 días y en cobro judicial respecto a la cartera total en el sistema financiero, la cual se había mantenido cerca de 2,36% entre mayo y agosto, repuntó en setiembre a 2,47% y en octubre a 2,56%.
El saldo del crédito del sistema financiero, al cierre de octubre de este año, fue de ¢22,5 millones de millones, por lo tanto, ese porcentaje de atraso equivalen a ¢576.000 millones.
El superintendente General de Entidades Financieras, Bernardo Alfaro, atribuye el aumento a tres factores: al incremento en el monto de los créditos morosos o en cobro judicial; a que el crédito directo no crece, y en algunos casos decrece, lo que influye para que los porcentajes de morosidad suban rápidamente y a que los bancos están liquidando créditos contra estimaciones a un menor ritmo debido a su nuevo nivel de morosidad, el cual ahora es más holgado.
Liquidar el crédito contra estimaciones es un ajuste contable donde se va registrando el gasto a medida que el crédito se deteriora.
Las estimaciones son registros contables que permiten ajustar el valor de un crédito a lo que realmente se va a recuperar, explicó el jerarca de Sugef.
"Si presto ¢100 y considero que voy a recuperar únicamente ¢90, entonces hago una estimación por ¢10 (paso por gasto esos ¢10) con lo cual mi cuenta de Estimaciones subió en ¢10. Si el crédito se sigue deteriorando, y no tengo garantías que ejecutar, tengo que seguir creando estimaciones. Si al final veo que no voy a recuperar nada, entonces registro ya un gasto total de ¢100 –que pasa entonces en su totalidad por el Estado de Resultados y baja mi utilidad-”, añadió Alfaro.
Una vez que el crédito está totalmente estimado, añadió el Superintendente, es decir, ya pasó los ¢100 como un gasto y absorbió esa pérdida, entonces se hace la liquidación: se elimina el crédito del balance contra la estimación de ¢100, y con ello mi cartera baja en ese monto y también la cuenta de estimaciones.
Hasta el 14 de agosto del 2019, la Sugef consideraba que el indicador de morosidad era normal si se mantenía igual o menor al 3%, pero a partir de esa fecha el límite subió a 5%; lo cual hace que las entidades tengan menos presión de liquidar créditos contra estimaciones.
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Entre los bancos, los que presentaron la mayor morosidad, en octubre del 2019, fueron Lafise con 3,43%; le sigue el Banco Nacional con 3,37% y el Banco de Costa Rica con 3,22%.
“El nivel de morosidad del sistema ha crecido en los últimos 18 meses y el Banco Nacional se ha mantenido estable, en los últimos cinco meses, en niveles cercanos al 3,30%”, comentó Allan Calderón, subgerente General de Crédito y Riesgo del Banco Nacional.
Calderón añadió que entre los factores que han incidido en los atrasos de los clientes se encuentran el desempleo, la lenta actividad económica, el sobreendeudamiento y el crecimiento de la informalidad en algunos sectores productivos.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos el desempleo alcanzó a 11,4% de los trabajadores, en el tercer trimestre del 2019, con una tendencia al alza desde el segundo trimestre del 2018.
La actividad económica, por su parte, aumenta poco. El indicador que la mide aumentó 2% en setiembre respecto al mismo mes del año anterior, con una leve tendencia a la recuperación.
Según la Sugef, la relación entre la deuda de los hogares respecto a su ingreso pasó de 5,2 veces en el 2011 a 8,4 veces, en el 2018.
En el caso del Banco de Costa Rica, el gerente general, Douglas Soto, detalló que con la Ley de Fusión de Banco Crédito Agrícola de Cartago (BCAC), el BCR recibió créditos que han incidido en el índice de morosidad del Banco.
“Si se toma solo el BCR, el indicador se encuentra por debajo del 3%, no obstante lo anterior, el Banco ha venido trabajando fuertemente en los créditos que venían del BCAC y el indicador ha venido en disminución notablemente, nuestra perspectiva es que al cierre del año, en forma global, nos ubiquemos por debajo del 3% incluido BCAC, lo anterior de acuerdo con los arreglos que hemos venido haciendo con los clientes de dicho Banco”, comentó Soto.
También se consultó a Banco Lafise, pero al cierre de edición de la nota no se había obtenido respuesta.
Mutuales son las entidades más afectadas
La morosidad en el crédito es mayor en las entidades del sistema financiero nacional para la vivienda, que agrupa a las mutuales, la cual, en setiembre, llegó a 4,06%, pero luego bajó a 3,83% en octubre.
Hasta inicios agosto de este año, dicho resultado estaba por encima del 3% que se cosideraba normal, pero a partir del 14 de ese mes la Superintendencia General de Entidades Financieras determinó que el límite subiera a 5%.
Bernal Allen, subgerente Financiero de Mucap, aclaró que en el caso de sus indicadores de morosidad, para setiembre y octubre 2019, son del 3,29% y del 3,54%; inferiores a los indicados como promedio del sector de 4,06% en setiembre y 3,83% en octubre.
“El bajo crecimiento de la cartera crediticia durante el 2019, ha sido ocasionado por el menor dinamismo de la actividad económica y además, el sector de construcción privada disminuyó en la gran mayoría de las provincias, con un impacto desfavorable hacia todo el país”, comentó Allen.
“Adicionalmente, debe considerarse que debido a la naturaleza social del sistema nacional para la vivienda, los financiamientos son inclusivos para deudores no asalariados, que muchas veces pertenecen a sectores socioeconómicos de bajos ingresos y que se dedican a pequeños negocios propios; dichos ingresos resultan más afectados por la disminución general en el consumo, el desempleo y la incertidumbre del mercado que pertenecen a dicho sistema”, comentó Guiselle Villalobos, directora de Colocación de Grupo Mutual.
Villalobos explicó que las entidades financieras han optado por ofrecer alternativas de refinanciamiento con menores tasas de interés a los clientes altamente endeudados; así como arreglos de pago para sus propios clientes en morosidad, medidas que esperan sean aprovechadas por los deudores para mejorar su liquidez.
El superintendente de Entidades Financieras, Bernardo Alfaro, por su parte, prevé que de mantenerse en el 2020 un nivel de crecimiento económico como el del 2019 (cercano al 2%), posiblemente se vea algún nivel de deterioro adicional, similar al de este año.
"Si repuntara la actividad económica veríamos un estancamiento o leve disminución de la morosidad bancaria”, añadió el supervisor.
Para el 2020, Allen considera que la situación mejorará porque el crédito ha tenido un repunte en el segundo semestre debido al Programa Integral de Financiamiento para Familias de Ingresos Medios, aprobado por el Banco Hipotecario de la Vivienda.