Bajar el consumo de carne y frutas, hacer huertas y conseguir un segundo empleo para paliar la baja en los ingresos son parte de las acciones tomadas por la población para afrontar la pandemia, según lo refleja una encuesta realizada por la Universidad Nacional y publicada este martes 6 de julio.
Se trata de la encuesta Percepciones de la Población Costarricense e Implicaciones de la Pandemia en Diferentes Aspectos Socioeconómicos y Ambientales, realizada por el Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo) y la Escuela de Economía, ambos de la Universidad Nacional, disponible en Facebook.
Según los resultados, el 58% de las personas informaron haber reducido el consumo de carne durante la pandemia.
Fiorella Salas, académica de la Escuela de Economía, comentó que además el 47% dijo haber reducido el consumo de frutas y el 45% de verduras, legumbres y hortalizas.
Además, un 36% cuenta con una huerta o siembra productos agrícolas. Antes de la pandemia un 12% ya tenía huerta.
También la encuesta refleja que muchas personas han recibido donaciones de alimentos que les han ayudado a paliar la crisis.
Un 53% de las personas reportó recibir alimentos de instituciones públicas y un 33% ayuda para comprar alimentos de parte de familiares.
La encuesta se aplicó entre el 23 y el 28 de noviembre del 2020 a personas con 18 años o más, costarricenses o extranjeras con un año o más de residir en el país, que fueran la persona usuaria frecuente del servicio de telefonía celular.
La muestra incluyó a 608 personas y los resultados cuentan con un nivel de confianza del 95% y un margen de error de más ó menos 4%, detalló Laura Solís, investigadora en el Programa Umbral Político de Idespo.
Impacto económico en los hogares
María Leonela Artavia, coordinadora del Programa Sectores Productivos y Desarrollo y del Proyecto Trabajo y Crisis, comentó que, según el estudio, el 51% de la población ocupada informó que ha tenido una reducción en los ingresos durante la pandemia.
La Encuesta Continua de Empleo, que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Censos, indica que el ingreso mensual promedio en la ocupación principal pasó de cerca de ¢458.000, en el trimestre que terminó en febrero del 2020, antes de la pandemia, a ¢420.000 en el trimestre que terminó en octubre del 2020.
Mientras que a mayo pasado se había recuperado a ¢449.000.
La encuesta de la Universidad Nacional indica que cerca de la cuarta parte de la población ocupada percibe ingresos de ¢230.000 o menos por mes y casi la mitad (un 47%) entre ¢230.000 y menos de ¢690.000.
Para paliar la baja en los ingresos, cerca de la quinta parte de la población ocupada (un 22,8%) tuvieron que asumir un segundo empleo durante la pandemia y en el caso de las mujeres un 24,7%.
Según amplió Artavia, de la población encuestada que dice haber tenido que asumir un segundo empleo para complementar su ingreso el 43% tiene nivel de instrucción universitaria, el 34% secundaria y el 23% primaria completa o menos; lo cual indica una relación entre la posibilidad de asumir un segundo empleo y el nivel de escolaridad.
“Además, si contemplamos las jornadas es posible conocer que de las personas que han tenido que asumir un segundo empleo hay un 38% que declara menos de 40 horas, eso indica que ni con dos trabajos esta población logra completar la jornada completa; asimismo, hay un 8% con 40 horas y un 47% con más de 40 horas”, añadió.
Otra característica de quienes han conseguido un segundo trabajo es que el 67,9% son asalariadas del sector privado, el 22,6% asalariadas del sector público y un 9,4% emprendedoras.
También durante la pandemia, tanto hombres como mujeres han percibido un aumento en el tiempo dedicado a las tareas del hogar, pero ellas en mayor medida.
El estudio también indagó sobre la calidad de algunos servicios públicos importantes durante la pandemia, como el transporte, el Internet y el agua.
El 38% indicó que el transporte publicó empeoró, lo cual, según Salas, puede estar relacionado a las limitaciones en el aforo, el 30% informó que el Internet empeoró, lo cual puede responder a la mayor demanda y el 14% que el servicio de agua empeoró, un servicio que también se requiere más por las medidas de higiene.