El índice de precios al consumidor (IPC) retomó en enero del 2022 la tendencia al alza que trae desde mediados del 2020, según los resultados que publicó la mañana de este 7 de febrero, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
En noviembre, la variación interanual del indicador (de cada mes respecto al mismo mes del año anterior) fue de 3,35%, bajó a 3,30% en diciembre, y luego subió a 3,50% en enero del 2022. El resultado se mantiene dentro del rango meta del Banco Central, de entre 2% y 4%.
El resultado de enero implica que por cada ¢100 que los hogares gastaban hace un año en la compra de los bienes y servicios que se usan para medir el indicador ahora requieren gastar ¢103,5.
Solo en enero del 2022 respecto a diciembre del 2021 el indicador aumentó 0,37%. De los 289 bienes y servicios que integran el índice, 68% aumentaron de precio, 24 % disminuyeron de precio y 8% no presentaron variación en ese mes.
Los bienes y servicios que mostraron mayor efecto positivo en la variación mensual del índice (por el incremento que tuvieron y la importancia en el presupuesto de los hogares) son: electricidad, café y alquiler de vivienda. Por otra parte, gasolina, tomate y boleto aéreo figuraron entre los principales con mayor efecto negativo en la variación mensual del índice.
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Este indicador es relevante no solo como guía de inflación para hogares y empresas, sino también porque tiene impacto en otras variables importantes para los hogares pues se utiliza de referencia para ajustar los salarios mínimos, las pensiones, los contratos de viviendas de alquiler y los impuestos a los combustibles.
En su Informe de Política Monetaria, publicado en enero del 2022, el Banco Central indicó que comparada con lo que ha ocurrido en buena parte del mundo, la tasa de inflación se ha mantenido relativamente moderada en nuestro país, y dentro del rango de tolerancia para la inflación respecto a su meta (3% más o menos un punto porcentual).
“Además, los modelos de pronóstico del Banco Central de Costa Rica indican que tanto la inflación general como la subyacente (que excluye algunos componentes más volátiles del Índice de Precios al Consumidor) se mantendrían dentro de dicho rango en el bienio 2022 y 2023, aunque con riesgos inclinados al alza debido a las presiones externas”, indicó la entidad.
El economista Manuel Zúñiga, prevé que el incremento en los precios se mantenga, pero tampoco se dispararía. Explica que el comportamiento de la covid-19 en el mundo y sus variantes conocidas y por conocer, han obligado a que algunos países vuelvan a restringir tanto la movilización de personas, como algunos puertos de los cuales se despachan importantes flujos de comercio hacia el resto del mundo y esto no solo afecta los tiempos de circulación de bienes, sino que mantiene los costos de transporte en niveles superiores a los normales.
“Además, se desconoce si a lo largo de este año, aparecerán otras variantes, implicando que persista la incertidumbre de un retorno a la normalidad, a pesar de los esfuerzos de vacunación de la generalidad de los países”, añadió. Agregó que dentro de este razonamiento, el incremento en los precios se mantendrá, aunque si dispararse dadas las actuales condiciones.