El freno que muestra el consumo de los hogares más la caída en la construcción privada son los principales factores que explican la desaceleración que muestra la producción de Costa Rica.
Dicha desaceleración quedó confirmada este viernes 22 de diciembre con el resultado del producto interno bruto (PIB) del tercer trimestre del año, que publicó el Banco Central.
El PIB aumentó un 3,1% respecto al mismo trimestre del año anterior, y un 2,8% si se proyecta el resultado del trimestre a un año (anualizado).
El consumo de los hogares aumentó 2,8% en forma anualizada, en el tercer trimestre del 2017, y la construcción cayó 16,5%.
Según el comentario del Banco Central, la desaceleración en el consumo es coherente con el ambiente de incertidumbre que refleja la Encuesta de Confianza de los Consumidores, así como con la moderación en el crecimiento del ingreso disponible real y en el financiamiento bancario por medio de préstamos para consumo.
Por tipo de bien, explicó el Banco, la moderación del crecimiento de este agregado se concentró en el consumo de servicios de comidas, atención de la salud y servicios financieros, a lo que se sumó la reducción en la compra de bienes duraderos, particularmente, vehículos.
“Mi primera impresión es que las cifras del PIB confirman lo que algunos hemos venido diciendo a lo largo del año, que la economía se iba a desacelerar durante 2017. Los argumentos que menciona el Banco son válidos en el sentido que la confianza de los consumidores se ha deteriorado, el ajuste en las tasas de interés afecta el espacio de gasto de las familias endeudadas y los precios han empezado a subir afectando de alguna forma la capacidad de compra de la gente”, comentó el expresidente del Banco Central, Francisco de Paula Gutiérrez.
“Ese tipo de factores, más la incertidumbre generada por la falta de capacidad política para impulsar una propuesta seria de solución al problema fiscal, también afectan la inversión privada”, añadió.
Gutiérrez llamó la atención sobre el comportamiento de los gastos corrientes del Gobierno, los cuales, a diferencia del gasto privado, tienden a acelerarse, lo cual reafirma la duda sobre el compromiso de la administración por resolver el déficit fiscal.
Por su parte, para el economista Luis Mesalles, comentó que la caída en la construcción privada se puede achacar al aumento en las tasas de interés y la incertidumbre respecto a la solución al problema fiscal (la cual puede tomar varios caminos: más impuestos, incluidos algunos para el sector construcción; o, si no se contiene el gasto, aumento de tasas de interés).
“Dado lo anterior, hay tres factores que motivan la desaceleración: alza en tasas de interés, alza en precios de combustibles e incertidumbre generada por la situación fiscal y sus posibles soluciones. De esos tres factores, el 2018 apunta a ser un poco más negativo para el crecimiento económico", señaló Mesalles.
“El único aspecto positivo para el 2018 es un sector exportador que se espera continue siendo dinámico”, señaló Mesalles.
Asimismo, Mesalles es pesimista sobre que el Banco Central pueda cumplir con su proyección de crecimiento de 3,8% para este 2017.