El tipo de cambio del dólar respecto al colón fue uno de los temas económicos que más dio de qué hablar en Costa Rica, durante el 2023. La divisa mantuvo su cotización a la baja en gran parte del año, provocando amplia discusión entre analistas y el sector productivo, acerca de las causas.
Economistas consultados por La Nación coincidieron en que el precio de la divisa tendrá en el 2024 un periodo sin mayores agitaciones, pues las condiciones que propiciaron una tendencia a la baja continuarán en este nuevo año.
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La principal razón es que la continua afluencia de dólares a Costa Rica es un factor que se mantendrá en el 2024 sin señales de cambios significativos. Esta persistencia en la entrada de divisas fue el motor detrás de la caída del valor del dólar respecto al colón en los últimos 12 meses.
Bajo el escenario central de un fuerte influjo de dólares, ¿qué se puede esperar del tipo de cambio en 2024 y a qué variables se debe prestar especial atención?
Adriana Rodríguez, gerente general de Acobo Puesto de Bolsa, enfatizó la importancia de observar el dinamismo en sectores altamente dolarizados, como el turismo, la construcción y las exportaciones, tanto dentro como fuera de zonas francas.
Estas actividades se perfilan como una fuente de oferta de dólares durante el 2024, tal como sucedió el año pasado. Esta economista también destacó la relevancia de monitorear la balanza de pagos trimestral, ya que los cambios en el superávit de cuentas como las de bienes y servicios podrían anticipar variaciones en la tendencia del tipo de cambio.
La balanza de pagos de una economía es un registro contable que muestra todas las transacciones económicas y financieras entre ese país y el resto del mundo durante un periodo específico. Se divide en dos partes principales: la balanza comercial, que registra las exportaciones e importaciones de bienes y servicios, y la cuenta financiera, que incluye flujos de inversión y préstamos.
En tanto, Luis Vargas, economista del Colegio de Ciencias Económicas, señaló que los precios de los commodities, especialmente la factura petrolera, y el comportamiento de las exportaciones de servicios, serán determinantes clave del comportamiento del dólar en el 2024.
Estos factores pueden ejercer presión al alza o a la baja en el tipo de cambio. Vargas también añadió que los ajustes en las tasas de interés tanto internacionales como nacionales son elementos a considerar.
Pablo González, analista económico de Mercado de Valores, subrayó que en un mercado cambiario con flotación administrada como el de Costa Rica, la oferta y la demanda son las fuerzas que determinan el tipo de cambio.
Añadió que la dinámica económica respaldada por empresas del régimen especial (zonas francas, por ejemplo), así como el turismo, seguirán generando un importante flujo de divisas en la economía nacional, afectando la oferta de dólares.
El analista apuntó que la atracción por invertir en colones ya no será tan fuerte, lo que podría contrarrestar las presiones a la baja, aunque no lo suficiente como para cambiar la trayectoria del tipo de cambio.
El analista de Mercado de Valores destacó la estacionalidad del mercado cambiario, que, aunque menos notable debido al exceso de dólares en el último año y medio, sigue siendo un factor crucial, como se evidenció en diciembre del 2023 con la caída del tipo de cambio en casi ¢10.
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Variables de largo y corto plazo
Juan Pablo Arias, analista económico de la Bolsa Nacional de Valores (BNV), distingue entre variables de largo y corto plazo que afectan el comportamiento del tipo de cambio.
Arias enfatizó en el diferencial entre las tasas de interés locales y extranjeras, el crecimiento económico comparativo entre Costa Rica y Estados Unidos, y la productividad local versus la externa como factores de largo plazo.
Según Arias, este último factor es el que ha provocado que entren importantes flujos de dólares al país, lo que ha contribuido a la apreciación del colón frente al dólar, y prevé que estos elementos se mantendrán en el largo plazo.
El otro componente que suele ser más volátil es el de las expectativas del mercado. Esta variable es más efímera porque puede cambiar de un momento a otro por alguna variación en la economía, o bien, por alguna noticia en particular.
De acuerdo con Arias, este factor normalmente implica cambios en el corto plazo, pero determinarlo es complejo, debido a que no siempre se mueve por expectativas racionales sino más emocionales. Estos movimientos se reflejan más rápido en las operaciones de ventanilla de los bancos.
En cuanto a las proyecciones para el 2024, Arias sugiere que el tipo de cambio mantendrá su tendencia a la baja con una eventual estabilización a mediano o largo plazo, siempre y cuando las condiciones no sufran cambios significativos.
Sin embargo, destaca que una mayor relajación de la política monetaria por parte del Banco Central de Costa Rica (BCCR), la reducción de encajes en colones o una mayor disponibilidad de recursos financieros podrían revertir esa tendencia.