Actualmente, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) acumula $14.216 millones en reservas monetarias internacionales (RMI). Este saldo incrementó un 75,6% en relación con la cantidad de dólares que tenía el ente emisor hace un año.
El 12 de enero pasado, el país superó, por primera vez en su historia, los $14.000 millones en el saldo de reservas, según datos del Banco Central. La cifra histórica más alta se alcanzó el 14 de ese mes, llegando a $14.284 millones.
Ante este notable crecimiento en las reservas internacionales de Costa Rica, logrado gracias a una mayor abundancia de dólares en el mercado, La Nación explica los aspectos positivos de contar con reservas abundantes y los desafíos que esto presenta para el BCCR.
Uno de los beneficios es que las reservas actúan como un blindaje para enfrentar adversidades externas. El Banco Central señaló que estas reservas son un seguro que permite al país afrontar y mitigar los impactos de choques adversos, manteniendo así la estabilidad de la economía.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), un país con un nivel adecuado de reservas está mejor preparado para enfrentar fluctuaciones externas.
En años recientes, Costa Rica enfrentó dos eventos significativos: la pandemia de la covid-19, que afectó el turismo y cerró el ingreso de divisas al país por esa vía, y la guerra entre Rusia y Ucrania, la cual elevó la demanda de dólares debido al aumento en el precio de los combustibles.
En ambos casos, el Banco Central proporcionó liquidez a la economía nacional, incluso adquiriendo un préstamo de $1.100 millones con el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) para fortalecer este aspecto en 2022.
Adriana Rodríguez, gerente general de Acobo Puesto de Bolsa, afirmó que las robustas reservas tienen un impacto positivo en la percepción del riesgo país por parte de agentes económicos e inversionistas, pues se asocian con la capacidad para mitigar volatilidades o periodos de estrés en los mercados financieros.
Rodríguez agregó que, desde el punto de vista del comercio internacional, el nivel de reservas también se relaciona con la fluidez en la capacidad de pago, siempre que este incremento no se deba a aumentos en los niveles de deuda.
Mauricio Castro, analista económico de la Bolsa Nacional de Valores (BNV), destacó que la acumulación de reservas proporciona disponibilidad de recursos para hacerle frente a las obligaciones internacionales por parte de agentes locales.
Según la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (Secmca), Costa Rica se ubicó en el tercer lugar en la acumulación de reservas en la región según los datos disponibles en diciembre de 2023, solo superado por Guatemala y República Dominicana.
Riesgos
En términos de riesgos, la gerente general de Acobo resaltó que mantener reservas internacionales altas tiene un costo, específicamente en el sentido de que cada compra de dólares afecta la liquidez en moneda nacional.
A finales de diciembre de 2023, Pablo González, analista económico del puesto de bolsa Mercado de Valores, explicó que la compra de divisas genera un efecto inflacionario, ya que cuando el Banco Central adquiere dólares, debe emitir colones que luego ingresan a la economía.
Rodríguez mencionó que esos colones deben ser drenados mediante el pago de una tasa de interés, lo que en la mayoría de los casos puede resultar en un resultado financiero negativo. Esto evita posibles impactos en la inflación.
El Banco controla esta mayor disponibilidad de dinero en el Mercado Integrado de Liquidez (MIL), donde la entidad paga intereses por depósitos o recibe pagos por créditos de corto plazo, o en instrumentos financieros de mayor plazo, como los Bonos de Estabilización Monetaria.
“La tenencia de reservas internacionales puede interpretarse como la adquisición de una póliza de seguros contra choques negativos a la balanza de pagos, lo cual permite tener beneficios. Es decir, como todo seguro tiene un costo, pero es más costoso enfrentar un evento adverso sin seguro”, explicó el Banco Central.
Castro añadió que la participación del Banco Central en el mercado cambiario, ya sea por acumulación de reservas o por la adquisición de divisas para otros fines, ha propiciado un aumento en los saldos disponibles en los mercados de liquidez, superando incluso los máximos observados en la pandemia.
Más espacio para crecer
El Banco Central ha mantenido una participación activa en el mercado cambiario como comprador neto de dólares, adquiriendo $6.800 millones en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex) durante el año 2023.
Esto le permitió atender los requerimientos del sector público no bancario (SPNB), restituir las divisas vendidas en el pasado y constituir una reserva para futuros requerimientos de estas, que eventualmente no puedan ser canalizados en el mercado, según indicó el ente emisor.
El Banco Central considera que aún hay espacio para fortalecer más su posición de reservas. Al cierre de diciembre de 2023, el indicador de reservas adecuadas adoptado por la autoridad monetaria se situó en 134,6%, y a largo plazo se procura que se ubique entre 100% y 150%.
Incluso, el ente emisor estima prudente efectuar el pago del crédito con el FLAR siguiendo el cronograma originalmente pactado, con el fin de comprar gradualmente en el mercado cambiario las divisas necesarias para hacer frente a la obligación, sin necesariamente reducir las reservas.
El saldo pendiente de pago del crédito con el FLAR en este momento es de $962,5 millones, y en febrero próximo se realizará el segundo pago trimestral de los ocho contemplados en el cronograma, por una suma de $137,5 millones.